domingo, 2 de marzo de 2008

Vincho advierte manejo político de EU contra Venezuela en informe de tráfico


2 Marzo 2008, 12:00 AM
LEONORA RAMÍREZ S.l.ramírez@hoy.com.do

El doctor Marino Vinicio Castillo (Vincho), manifestó que genera suspicacia que el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en su informe sobre el tráfico de drogas en la región entre 2006-2007, excluya a Colombia como punto de origen del contrabando, y sólo mencione a la República Bolivariana de Venezuela en ese contexto.

“Ellos dan a entender que la droga llega directamente de Venezuela, lo cual desnaturaliza el informe y da la impresión de que hay un propósito un tanto turbio de la geopolítica en la región.

“Porque se trata de hacer un tipo de imputación al Estado venezolano de descuido deliberado o inconciente, en el consentimiento de que pase la droga a nuestro país”.

De acuerdo con la valoración del Departamento de Estado, que se dio a conocer el pasado viernes, en el referido período aumentó en 38% la cantidad de vuelos procedentes de Venezuela con cargamentos de drogas que se lanzaron hacia República Dominicana y Haití.

Se estima que dos tercios de esos vuelos se dirigieron hacia el territorio dominicano.

Descuido en la zona
Al destacar que no entiende algunos aspectos de la política norteamericana hacia la región del Caribe, planteó que de ésta se ausentaron hace seis años.

En ese sentido, expresó que en Colombia se vendieron dos turbinas de aviones A37 que tenía el país y Estados Unidos no dijo nada.

“Pero ahora que queremos comprar en Brasil aviones Super Tucano, que la Cámara de Diputados nos aprobó el proyecto de ley de interceptación aérea y marítima ellos se oponen… así no”.

Las medidas.

Castillo, quien es experto en el tema de tráfico de drogas, consideró que para enfrentar el aumento del narcotráfico se debe aprobar la ley de interceptación aérea, que permitiría el derribo de aviones involucrados en el tráfico de narcóticos.

Asimismo, comprar los aviones Tucano -que tienen un costo de US$96 millones- para mejorar el control en el espacio aéreo dominicano.

Cuando se le preguntó por qué existen sectores que se oponen al referido proyecto de ley, refirió que la República Dominicana no puede abdicar de su soberanía.

Asimismo, planteó que hasta que se pueda derribar un solo avión, hay 300,000 jóvenes perdidos en la adicción de drogas.

La citada pieza es autoría del diputado Pelegrín Castillo, del PLD-Fuerza Nacional Progresista.

El informe de USA
Los datos aportados por el Departamento de Estado establecen que tanto el país como Haití siguen siendo puentes de tránsito en la ruta de la cocaína y la heroína que se trafica desde América del Sur hacia Estados Unidos, el mayor consumidor, y Europa.

Esos aspectos se tomarán en cuenta para la certificación que Washington hará a finales de 2008 sobre la cooperación internacional en la lucha contra el tráfico de drogas, que influirá en futuras ayudas económicas y militares a los países.

El uso político del narcotráfico

Marino Vinicio Castillo cuestionó que los Estados Unidos no provean los medios que se requieren para controlar el tráfico de sustancias narcóticas hacia la República Dominicana.

Sobre ese aspecto consideró que en el fondo lo que quieren hacer los norteamericanos es un manejo oscuro de geopolítica con el expediente de drogas.

En tal sentido, explicó que el principal afectado sería el gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez Frías.

La droga llega de Colombia y son los carteles de ese país que están en eso, precisó Castillo, al destacar que el afán de ocultar la responsabilidad de esos grupos es parte del uso político de la droga.

“A los norteamericanos no les interesa el problema del narcotráfico como tal, si no una administración de gobierno que les resulta incómoda con intereses petroleros de por medio.

“Que les ha resultado sumamente airada y a veces hostil, y quieren ver de qué modo la arrinconan y a nosotros nos meten en el medio del lío”.

De acuerdo con el informe del Departamento de Estado sobre tráfico de drogas en la isla que comparten República Dominicana y Haití, los 1,8810 kilómetros de costas sin protección, puertos sin control y numerosos aeródromos clandestinos, hacen del vecino país un punto atractivo para el narcotráfico.

En tal sentido, se sugiere en el informe que Haití continúe la reforma de la Policía y la justicia.

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