martes, 28 de abril de 2009

¡Gracias, señora Clinton!

Por EUCLIDES GUTIERREZ FELIX *
*EL AUTOR es dirigente del PLD y funcionario.


En los primeros momentos de su llegada al país la distinguida y hermosa dama Hillary Clinton, secretaria de Estado de los Estados Unidos de América, según lo que recogieron los medios de información, sugirió que la República Dominicana y Haití realicen inversiones conjuntas en diferentes áreas, señalando entre ellas la borrosa frontera que viene desde el río Masacre al río Pedernales, entre los pueblos haitiano y dominicano, que desgraciadamente comparten la propiedad de esta isla que Cristóbal Colón bautizó con el nombre de La Española y que en un largo proceso de su historia ha sido conocida con el nombre de Santo Domingo.


La declaración de la importante funcionaria estadounidense no sorprendió al autor de esta columna, porque guardamos mucha aprensión en todo lo referente a la política haitiana de su país, particularmente del grupo de asesores que la rodean.

Fue durante el gobierno de su honorable esposo que Jean Bertrand Aristide recibió caudalosos aportes para gobernar a su desgraciado pueblo, robándose grandes cantidades que lo convirtieron en el hombre más rico de Haití. La política hacía Haití de los gobiernos estadounidenses de los últimos 20 años ha sido equivocada, torpe y aventurera, y sus consecuencias han terminado gravitando dolorosamente en la vida de los dominicanos. Nunca hemos creído, como dicen muchos, que hay un millón de haitianos en territorio dominicano. Si así fuese, las calles, no de los pueblos fronterizos, empobrecidos, en los que a ellos no les interesa vivir, estuvieran llenas de haitianos, sino las comunidades más productivas como Santo Domingo, La Vega, San Juan, Moca, Valverde y San Francisco de Macorís.

Después de conocerse las declaraciones de la dama, en la cual se hacía mención de la necesidad de que los dominicanos realizaran inversiones en territorio haitiano en el área turística y en el fomento de Zonas Francas, doña Hillary fue agasajada en el Palacio Nacional con una elegante cena ofrecida por el Ciudadano Presidente doctor Leonel Fernández Reyna, su amable y distinguida esposa, acompañados de funcionarios gubernamentales y distinguidas personalidades de la vida económica, social y deportiva. Debemos significar que la primera parte de este párrafo es una demostración del deseo del autor de esta columna de convertirse en un cronista social para recoger eventos de esa naturaleza que, al parecer, orientaron a la hermosa invitada a referirse en otros aspectos, realmente importantes, de su visita a la República Dominicana.

El pasado viernes 17 de abril la Secretaria de Estado estadounidense en rueda de prensa, acompañada de nuestro Presidente, declaró “que su gobierno pidió al de República Dominicana que asuma un mayor liderazgo en la región, y que esa solicitud incluyó que fuese mediador entre otras naciones de la zona para lograr acuerdos favorables a las partes”. Agregó “que la confirmación del liderazgo de la República Dominicana en la zona será este año cuando el presidente Fernández sea el anfitrión de una reunión hemisférica para tratar el tema de la violencia y el narcotráfico”. Doña Hillary, expresó además, palabras de elogio al pueblo dominicano y “destacó que de un millón de dominicanos que vive en Estados Unidos” de los que tienen derecho a votar, la habían favorecido para senadora de Nueva York.

¡Anjá! Y ahora, qué van a decir, vociferando, esas veletas transitorias bajo el mando y la dirección del PRD y de pequeños grupos de oportunistas que viven irrespetando, calumniando y difamando al Presidente y a la mayoría de los dirigentes del PLD. Doña Hillary Clinton ha pedido que Leonel sea intermediario para lograr acuerdos favorables entre naciones de la región, entiéndase, Cuba, Venezuela y Nicaragua, dirigidas por críticos de la política imperial, y esperanzada afirmó que el liderazgo de Leonel y del país seria confirmado, profundizado, a partir del evento internacional de la lucha contra la violencia y el narcotráfico. Pero sabemos que verdades a puño como las que ha expresado la señora Clinton, en un país como el nuestro, nada importan. “A perro huevero aunque le quemen el hocico”.

¡Bienvenida Señora Hillary Clinton! Inteligente, simpática, hermosa, distinguida, que ha dado demostraciones en este escenario geográfico de histórica e inigualable importancia que se llama República Dominicana, de tacto y de prudencia que no distinguieron nunca, hombres o mujeres, a sus predecesores. El tema de la inversión dominicana en Haití, señora, es discutible, y el autor de esta columna cree que esa discusión debe durar por lo menos 50 años; de aquí a allá vamos a ver si el barco no se hunde. Por lo menos lo que dijo en nuestro país, con la elegancia y estilo que actuó, quedará en la memoria de los dominicanos, por mucho tiempo, como demostración respetuosa, amigable y comprensiva hacia los dominicanos. ¡Gracias, señora Clinton!

http://www.almomento.net/news/135/ARTICLE/32220/2009-04-28.html

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