martes, 21 de enero de 2014

Nuestra Señora de la Altagracia

Por Euclides Gutierrez Félix

El origen de la devoción y culto a la Virgen de la Altagracia, que es la protectora del pueblo dominicano, tuvo su origen en los finales del siglo XXVII en al año del 1691. La Virgen de la Altagracia, no es la patrona del pueblo dominicano, la patrona nuestra es la Virgen de las Mercedes que hizo su aparición, según la leyenda de los conquistadores españoles, en el cerro que hoy se encuentra ubicado en el corazón del Valle de la Vega Real, en la provincia de La Vega. Apareció allí, para dar protección con su poder inmenso, a los conquistadores que habían llegado a la isla de Santo Domingo en la segunda expedición del almirante Cristóbal Colón.
La patrona de los dominicanos, al igual que la protectora, fueron hermosas vírgenes que hicieron acto de presencia en dos combates militares: el primero en la colina del Santo Cerro y la segunda en la violenta y agresiva batalla de la Sabana de Limonada en la parte Noroeste de nuestra isla, contra los aventureros franceses que allí se habían establecido.
Fueron esos aventureros que 30 años o más, después de la derrota de la expedición marítima y militar de Penn y Venables, ordenada por Oliverio Cronwell en 1655, para apoderarse de la isla de Santo Domingo que constituyó, en términos históricos, en la génesis de la nación dominicana. En la Sabana de Limonada, cercana a lo que en aquel entonces, una pequeña villa, Cabo Francés, hoy Cabo Haitiano, murieron o fueron muertos por los criollos españoles más de 600 personas entre las cuales había también mujeres y niños; esa fue la respuesta que dieron estos valientes criollos españoles, blancos, mulatos y negros a quienes habían asaltado uno o dos años antes en la Villa de Santiago en el corazón del valle del Cibao, saqueándola y quemándola. La villa cibaeña quedo destruida y los cerca de mil hombres que ejecutaron la acción se retiraron tranquilos sin riesgos, a su colonia, el triunfo y el asalto después a la Villa de Cabo Francés dejaron como advertencia para siempre, que con los habitantes descendientes de España de esta parte oriental de la isla no se podían cometer abusos y crímenes.
Fue a partir de entonces que se consolidó, profundamente, un sentimiento de amor a nuestra tierra que sirvió de raíces. Ese sentimiento, una verdadera expresión de patriotismo, ayudó a consolidar 200 años después, los matices de este pueblo “legendario, veterano de la historia, David del Caribe”. Cuan equivocados está la pequeña banda delincuencial que recibe el nombre de gobierno de la República de Haití y cuan equivocados están también las autoridades de los Estados Unidos de América, de Canadá y de Francia y sus sirvientes y lacayos que les sirven en las llamadas ONG, Participación Ciudadana y otras entelequias, que no responden a los intereses del pueblo dominicano, sino a aquellos que desde hace años ejecutan el plan que tiene como objetivo hacer desaparecer a la nación dominicana.
Mañana 21 de enero de año 2014, se cumple un nuevo aniversario de la celebración de la fiesta de la conmemoración del día de nuestra protectora la Virgen de la Altagracia. Día propicio para reiterar nuestro amor profundo a esta tierra de mujeres y hombres excepcionalmente valientes, que abonaron ambos, mujeres y hombres con sus vidas la consolidación y el desarrollo que como conglomerado humano tiene absoluto derecho para el bienestar de sus descendientes y de los nuestros y la bendición y la protección de esas figuras míticas de nuestra historia como nación.

http://elnacional.com.do/cronica-del-presente-241/

No hay comentarios: