miércoles, 27 de mayo de 2009

A la primera ministra haitiana

Por Pedro Domínguez Brito
27 de May 2009 12:00 AM

Distinguida señora ministra: Luego de saludarla, tengo el honor de invitarla a mi ciudad, Santiago de los Caballeros, para que comparta con los miles de haitianos que estudian en nuestras universidades.

Debo decirle, que cuando converso con sus profesores, me dicen que la mayoría de los conciudadanos de Usted son aplicados y tienen buenas notas.

Y los veo en los restaurantes, en el cine, en el Centro León, y todo es tan natural que nadie se siente extranjero.

Eso es hermoso, señora ministra, aunque tal vez a Usted esto le disguste, partiendo de sus más recientes declaraciones, que promueven el odio y la falsedad.

Y vaya Usted al Hospital José María Cabral y Báez, donde se encontrará con hermanas haitianas que son atendidas igual que las dominicanas al momento de dar a luz.

También observará haitianos accidentados (no por culpa de dominicanos), que ingresan al área de emergencia.

Los doctores los tratan normalmente, sin importarles aquello de papeles, pues piensan que todos somos seres humanos con acceso a la salud.

Y si Usted visita alguno de nuestros comedores económicos, comprobará que en un ambiente limpio y ordenado habrá decenas de haitianos alimentándose con la comida subvencionada por el Gobierno dominicano. Y estarán en fila con los dominicanos, y el que llegue primero, comerá primero.

Y la invito a conocer nuestros tribunales de trabajo. Créalo señora ministra, allí los haitianos tienen los mismos derechos que los dominicanos. Ellos no dudan en demandar a sus empleadores cuando estiman que se les ha violado alguna norma.

Y para los jueces laborales no existe diferencia de nacionalidad. Y esto no sucede en muchas partes del mundo. Averigüe si lo que le expreso es verdad o no. Aunque siempre podemos mejorar, en la República Dominicana no hay persecución contra los extranjeros de nacionalidad haitiana. No.

No. Ellos viven en nuestra patria con más dignidad humana que en su tierra de origen, lo que hacen en armonía con nosotros, hasta el grado de que es difícil observar pleitos entre dominicanos y haitianos, a pesar de que la población haitiana en nuestro país se estima en alrededor del 10 por ciento.

Así las cosas señora ministra Michèle Pierre-Louis, le pregunto muy respetuosamente: ¿En qué se basa Usted para acusar a los dominicanos de agresores recurrentes, asesinos gratuitos, acosadores y repatriadotes intempestivos, afirmando irresponsablemente que esas alegadas conductas desafían nuestra conciencia y cuestionan a nuestra humanidad?
Pedro Domínguez Brito es abogado

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