Lo primero que denota la posible propuesta del Doctor Castillo es su falta de confianza en las fuerzas encargadas de luchar contra estos flagelos (DNCD, Policía Nacional y demás mecanismos de inteligencia del Estado). Esto sin dudas es apuntalado por la inclinación de los resultados de la investigación de la masacre de Paya.
Desarrollar una fuerza élite puede ser un gran paso para nuestro país, siempre que se haga con un alto criterio de responsabilidad y una visión científica de las debilidades que han permitido que este mal haya permeado en tan poco tiempo todos los extractos de la sociedad. Estos criterios deben ser aplicados cuidadosamente y con una pedagogía casi maternal en los integrantes del nuevo cuerpo, para conseguir en ellos una conciencia plena sobre la responsabilidad de su labor y sentimientos de orgullo y amor por el deber cumplido.
El reflejo de corrupción dentro de las instituciones, no es una sorpresa y a quienes sorprenda es porque viven en otro planeta. Recordemos que el ser humano es una unidad pero con su ambiente y que ambos incidirán el uno sobre el otro. Estamos frente a la realidad de instituciones que reflejarán siempre las debilidades de la sociedad que les originó. Corruptos en la Policía Nacional, claro que los habrá; en la DNCD también los habrá; transformar estas instituciones para el bien de la población en corto tiempo sería muy difícil por lo maleadas que están y la aureola de descrédito que las rodea, pero no pensemos en su eliminación esto en la practica sería un desatino, hay que aprovechar los buenos recursos humanos y logísticos de estas instituciones.
La formación de un cuerpo élite daría una respuesta inmediata y contundente al crimen organizado y al narcotráfico macro y micro, pero además tendríamos el instrumento indicado para el compás de espera que se necesitaría para la readecuación moral y funcional de las otras instituciones encargadas de combatir estos flagelos ya mencionados. Esta es una labor como todas las que tienen carácter vital en la existencia de los pueblos, de sumo cuidado y de gran dedicación, el Presidente tiene en su entorno muchas personas que no andan detrás solo de un puesto, que llegaron junto a su Persona para servirle a su proyecto de Nación que no será posible si la tranquilidad y la seguridad ciudadana no se concretizan.
Actuemos pues, en pos de la seguridad de la Nación y por ende de la seguridad de sus ciudadanos
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