sábado, 20 de septiembre de 2008

Vincho

Aristófanes Urbáez - 9/20/2008

Se es mezquino si se regatea al Presidente Fernández un conjunto de leyes que no sólo apuntan a defender los derechos fundamentales del pueblo dominicano, la transparencia en la captación y el manejo de los fondos públicos y al fortalecimiento de la institucionalidad y autonomías, y el estado de derechos.

Ahora bien: la mayor debilidad de nuestra democracia es algo que se practica como el “bien” platónico al margen de esas leyes y que es corrosivo para la democracia: “la componenda”. Esta es una sociedad corporativizada donde los únicos que no tienen “padrinos” son los pobres. Después, todo se negocia al margen de las leyes a través del llamado “consenso”, cuando lo que verdaderamente fortalece la democracia es lo contrario: el “disenso”.

Que todo el mundo exprese sus puntos de vista, sus fórmulas y programas, que el pueblo no es tan imbécil y sabe distinguir perfectamente a los farsantes y gárrulos de los dominicanos con vocación de Patria, de Nación; saber distinguir los que aportan a la democracia verdadera y los que viven del “expediente” lanzando embustes y virutas al aire. Y quiero poner el ejemplo más evidente: cada vez más sectores de la población reconocen la reciedumbre moral del doctor Vincho Castillo.

Yo, que siempre he sido su aliado en el sentido que la mayoría de las causas defendidas por él tienen vocación de Nación, tengo más de 20 años preguntándome por qué cierta gente exhibe esa saña contra Vincho y sus familiares, y pese a que tengo la costumbre de compilar dossier por razones personales y políticas, no encontré causas personales, sino políticas, porque los Vincho puede ser que practiquen la generosidad, pero no el ‘prebendalismo’. No le regalan dinero a nadie para que se afilie ni a sus causas ni a la Fuerza Nacional Progresista, su partido.

Bosch me lo dijo una vez cuando le comenté que respondería unas declaraciones de Vincho: “Deja eso así, porque ni encontrarás una prueba que lo incrimine y el pleito durará toda la vida”.

¡El Viejo sí conocía la templanza de Vincho!

Se ha mantenido como una Quijote y como un profeta clamando en el desierto el peligro de la droga, y hoy enrostra duramente a los EEUU por su falta de apoyo, mientras los que han dirigido siempre la campaña mediática contra él, actúan igual: ¡tienen el rabo entre las piernas y parece que les cortaron la lengua!

http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=74447

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