Los consejos de Vega a Mejía

Vinicio A. Castillo Semán
viniciocastilloseman@gmail.com

El ex gobernador del Banco Central en el gobierno de Salvador Jorge Blanco, el economista Bernardo Vega, ha asumido en los últimos tiempos el rol de consultor-analista, experto en marketing electoral, representante en el país de la fi rma Penn Schoen Berland.

En ese nuevo rol Bernardo Vega y su fi rma Penn Schoen, llevaron a cabo una encuesta reciente sobre preferencias electorales para las elecciones del año próximo, sin esperar (parece que había mucha prisa) que el Partido de la Liberación Dominicana escogiera su candidato presidencial, así como el Partido Reformista hiciera lo propio; todo en el interés de apuntalar una supuesta ventaja de Hipólito Mejía sobre el precandidato peledeista Danilo Medina.

El señor Vega, sin proponérselo, logró disparar las alarmas internacionales de los principales bancos de inversión en el mundo. JP Morgan Chase, Nomura de Japón y City Bank, al través de publicaciones fi liales, reaccionaron en un mismo sentido, tratando de llevar calma a los inversionistas sobre las perspectivas económicas futuras de la República Dominicana, ante resultados que dan ventaja a Mejía.

El mensaje de los grandes centros fi nancieros mundiales fue atacar la encuesta de Vega, Penn Schoen Berland, por extemporánea, y por lo tanto incapaz de medir el cuadro real electoral de la República Dominicana para el año próximo.

Todos partieron de la premisa de la incertidumbre que causa el solo hecho de que Hipólito pueda tener posibilidades de acceder al poder el año próximo. En términos meteorológicos, es como si el Centro Nacional de Huracanes detectara a una gran distancia (costa de África) un poderoso ciclón categoría 5, amenazando a República Dominicana.

Mucha gente podrá preguntarse qué hacen los grandes centros fi nancieros mundiales opinando sobre la política nacional y su perspectiva inmediata. Para los que no lo saben, en el mundo globalizado en que vivimos, esa banca de inversión maneja gran parte de la deuda de República Dominicana, y es lógico, desde su punto de vista de acreedores, que se preocupen, como lo hacen con todos los países del mundo, de los cataclismos políticos que puedan afectar la viabilidad de una nación en términos económicos y la capacidad de pago de ésta.

Bernardo Vega sabe perfectamente, como lo saben los grupos económicos de este país, lo que signifi ca que los grandes bancos mundiales estén reaccionando abierta y tempranamente ante la sola posibilidad de que Hipólito pueda retornar al poder, dado su pésimo desempeño económico en el período 2000-2004. Vega sabe lo que signifi caría para nuestro país el nerviosismo en los inversionistas y el peligro de una devaluación de la moneda y una fuga masiva de capitales, en medio de la crisis que hoy afecta al mundo.

Lo que sobrevendría sería un simple juego de niños, si lo comparamos con el impacto negativo que puede tener hoy el paquete fi scal sometido por el gobierno.

Preocupado por la suerte de Hipólito, el “consultor independiente” con cuya encuesta lo favoreció, se gastó el lujo de aconsejar públicamente al candidato del PRD y dictarle un manual de cómo pudiera engañarse al pueblo para que no recuerde los puntos negativos que harían que los dominicanos no voten por Hipólito Mejía.

En el artículo aparecido en la edición del periódico Hoy del pasado 1ro. de junio, Bernardo Vega aconseja a Hipólito sacar de circulación a Malkún, Andy y Martínez Moya, como equipo económico de su proyecto y del PRD, al siguiente tenor: “Hipólito tiene un problema de credibilidad en su gestión económica, debido a la crisis bancaria que enfrentó y la forma en que lo hizo…”. “Un equipo de empresarios anunciado ya por Mejía confi rmando su equipo económico crearía mucha confi anza y también ayudaría en la captación de fondos.” A lo mejor, agregamos nosotros, aspira Vega a darle los mismos “sabios consejos” que le dio a Salvador Jorge Blanco, en sus primeros dos años de gobierno.

Vega asesora a Hipólito, igualmente, para que el pueblo no recuerde con quién anda, al decirle: “La tarjeta de crédito de Pepe Goico fue lo que inició la corrida contra Baninter. El dejarlo fuera de su equipo de seguidores, ayudaría.” Y concluye con un magistral consejo, que procura que se le oculte al pueblo dominicano a qué hombre eligiría como presidente de la República, expresando lo siguiente: “Hipólito Mejía es su peor enemigo al hablar sin pensar, metiendo la pata. (No someter a la justicia a sus canchanchanes, denunciar tratados internacionales, etc.). Leer más discursos y contestar menos a periodistas, ayudaría.” Los consejos de Vega, el mismo que quiere que los dominicanos crean en la imparcialidad de sus números, van en el sentido de que los dominicanos perciban en Hipólito un candidato mudo, que sólo hable lo que sus asesores le escriban. Se pretende que los jóvenes de 18 a 24 años, que no conocieron sus andanzas y la de su Grupo PPH al frente del Estado, no tengan la más mínima noción de qué representa para este país esa opción política y que, en cambio, elijan a un hombre “circunspecto”, con un saco “prieto”, “prudente”, sin el PPH que le acompaña y sin el escuadrón de la muerte económica (como diría Juan Bosch), que manejó el país en el cuatrienio 2000-2004. El único detalle es que ese hombre, y ese grupo de colaboradores, sólo existe en la cabeza de Bernardo Vega y del grupo de asesores de marketing del candidato del PRD, y eso lo sabe más que nadie el pueblo dominicano y los grandes grupos fi nancieros mundiales que están hoy atemorizados con la sola posibilidad de la vuelta al poder de Hipólito Mejía.

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