jueves, 9 de julio de 2009

El nuevo liderazgo político que necesita el país

10:27 AM -

En los últimos tiempos las sociedades actuales han estado sometidas a un protagonismo político caracterizado por liderazgos que han privilegiado la dirección política vertical y no horizontal en el seno de sus organizaciones. Con esto queremos decir que los lideres políticos, de izquierda o de derecha, se han concentrado en impartir instrucciones para que las mismas sean ejecutadas por los dirigentes y miembros de sus organizaciones y se han olvidado de que el autentico liderazgo descansa en que esas instrucciones que se imparten, para ponerse en ejecución, deben tener su origen o punto de partida en la voluntad de las personas que van a ser dirigidas, es decir el origen de esa instrucciones debe provenir de la voluntad de la mayoría de los miembros de la organización y de la voluntad de la mayoría de los ciudadanos que conforman la sociedad.

El líder como intérprete de esa voluntad colectiva la acoge, la interpreta y la poner en práctica en el seno de la organización política que dirige. ¿Por qué vemos personas en pequeñas organizaciones que no logran avanzar y hemos vistos a otros que estando en organizaciones grandes y teniendo puestos de principalia no logran crecer en el aprecio de la mayoría de los miembros de su organización y de la sociedad?. Ello se debe a que se importantizan ellos como personas y no importantizan el trabajo de los miembros de la organización, al contrario, muchas veces, se convierten en el peor obstáculo que no permite que la mayoría de los miembros de su institución política puedan construir liderazgos locales o comunitarios en procura de reforzar a su organización desde el punto de vista cuantitativo o cualitativo. El liderazgo ejercido de forma vertical es una retranca para las organizaciones políticas, por eso si no se trabaja para contrarrestar “el comportamiento de ese tipo de líderes”, las organizaciones políticas, al estilo de dirección actual, tienen escasas posibilidad de continuar creciendo y desarrollando nuevos dirigentes.

Contrario al liderazgo vertical el ejercicio del liderazgo horizontal ayuda tanto al líder como a los miembros y demás dirigentes de la organización a tener raíces propias, tanto en el seno de su partido como en el seno de la sociedad, ya que tanto los diferentes sectores que conforman la sociedad como los diferentes grupos que conforman la mayoría de los miembros de la organización se sentirán tomado en cuenta y de esa forma se convierten en defensores y promotores de las instrucciones que provienen de sus lideres. De esta forma los líderes que practican un liderazgo horizontal consolidan su influencia en el seno de la sociedad y de su organización.

Cuando el liderazgo político es ejercido de forma vertical, donde un líder o un grupo pequeño imparte instrucciones para ser ejecutadas, pero sin tener ninguna conexión con los núcleos sociales mas importantes de su organización y de la sociedad, poco a poco, ese tipo de lideres y de organizaciones van perdiendo fuerza y espacio social y político, hasta quedar disminuido a su mas mínima expresión.

Por eso, estos tiempos de crisis global exigen de lideres con una visión de liderazgo horizontal para poder tener influencia y raíces reales en el seno de la sociedad, ya que si el mismo sólo descansa en el dinero, como única expresión de su influencia, de esa forma “ese líder” durara hasta que el dinero pueda solventar “su liderazgo”. Por eso, de esa forma sólo se construyen líderes de ocasión pero no lideres con visión y compromiso de nación. Los lideres del presente que irán creciendo en el aprecio de la mayoría de miembros de sus organizaciones y de las sociedad son aquellos que puedan producir una ruptura con lo que ha sido el ejercicio político actual, caracterizado no sólo por ka imposición desde arriba , si no también por el desconocimiento del trabajo y los valores que representa la mayoría de miembros y dirigentes que no son valorados en función de sus aportes, trabajo y dedicación a la construcción de un proyecto político de cara a servirle a la gente y al país.

Lo mas valorado por el ser humano es su deseo de ser tomado en cuenta, los partidos políticos del país, sin excepción, en una practica irracional de cultura política tradicional han pisoteado esa aspiración permanente del ser humano y eso nos dice que el nuevo liderazgo político para tener éxito tiene que ser diferente y si desea tener raíces en el aprecio colectivo debe actuar contrario a esa practica que tanto daño le ha hecho al país y a todos sus sectores sociales, ya que las practicas políticas de carácter vertical en nuestra cultura política ha ido destruyendo la confianza que la gente debiera tener en las organizaciones políticas y sus lideres.

El nuevo liderazgo político del país deberá tomar en cuenta que “la cultura empresarial al estilo actual” ya no se concibe, sino es por medio de un conciliábulo entre gobernantes, funcionarios y “empresarios amigos”, ello se debe a que el empresario tradicional, que hacia esfuerzos diarios en la construcción de sus negocios o empresas en un corto periodo de tiempo ha visto surgir “nuevos empresarios” que sin ningún esfuerzo y sólo por el hecho de haber ocupado una posición en el gobierno han pasado a convertirse en ”grandes empresarios”.

De esta forma los lideres políticos que han contribuido a crear esta situación no se han dado cuenta que con ese tipo de comportamiento y esa forma de actuación han estado contribuyendo a destruir la confianza, la dedicación y el esfuerzo que ha sido característico en los empresarios auténticos, que han dedicado su vida al engrandecimiento de sus empresas y del país.

En la situación actual muchos empresarios se ven disminuidos, ya que desde el gobierno se mata su espíritu emprendedor y su esperanza de ser cada día mas prósperos, por tanto no tienen esperanza de que el grupo gobernante va a parar las políticas fiscales recesivas que h venido poniendo en practica y prevalece la creencia, en el sector empresarial, de que se seguirá penalizando el desarrollo de ese sector, que en la actualidad ve disminuir su desarrollo mientras observa que “el nuevo tipo de empresarios” que los ha venido reemplazando no tiene la cultura de trabajo que tiene el empresario tradicional, ello ha ido dando como resultado una merma en la producción nacional de bienes con sus secuelas de salarios bajos, desempleos y ausencia de exportaciones en aquellos renglones de producción en que como país fuimos autosuficientes y sobraban bienes para la exportación y de esa forma contribuir con el mejoramiento de la balanza de pago y comercial del país.

Por eso, el nuevo liderazgo que necesita el país debe ser compromisario en devolverle la confianza al sector empresarial para que el mismo vuelva a sus pujanzas, y su libre albedrío y pierda el miedo a ser desplazado de su sector porque a un amigo o a un funcionario del gobierno de turno se le crearon las condiciones económicas y se les dieron “las facilidades” para que se produjera dicho desplazamiento.

El liderazgo político horizontal que necesita el país debe estar comprometido, además, con que las fuentes de riquezas del Estado estén orientadas a fortalecer un gasto social que este inclinado a favorecer a los sectores pobres, sin distinción de partidos políticos y no como ha ocurrido hasta ahora que los beneficiados con una migaja por parte del gobierno de turno tienen que formar parte del partido en el gobierno para poder recibirla.

El nuevo liderazgo que necesita el país es el que comprenda que el hambre afecta a todos los pobres y no sólo a una parte de ellos, por eso se debe estar consciente de que los votos de esos sectores irán en la dirección en que vayan aquellos lideres que los beneficien con esas pequeñas ayudas y no a quienes desean atarlos políticamente por los pequeños beneficios que pudieran ofrecerles. El nuevo liderazgo político debe tener una visión política global que conciba el beneficio a todos los sectores pobres, sin distinción de grupos, ya que el país es de todos los dominicanos y a cada uno de los grupos que conforman la nación le corresponde hacer sus aportes y recibir sus beneficios por parte del Estado y el gobierno de turno.

Ese cambio en la visión y los métodos para poner en práctica políticas publicas para favorecer a las mayorías ayudara a crecer a los lideres autenticas, que sean capaz de trabajar con serenidad y paciencia en favor de la gente. Cuando los lideres tomen consciencia que su misión se engrandece mas cuando se sirve mas, entonces comenzaremos a tener grupos de dirigentes y lideres mas legítimos en el ejercicios de la política, a eso aspiran las sociedades del presente, signadas mas por el yugo de políticos deshonestos e irracionales, que por políticos amantes del trabajo, la solidaridad y la democracia en el seno de sus organizaciones.

El autor es Sociólogo, Abogado y Escritor

Autor: Evelio Arroyo

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