domingo, 31 de julio de 2011

Vincho versus Hertell

Escrito por: Rafael Ciprián (rafaelciprian@hotmail.com)

El cable publicado por Noticias SIN, de los documentos de Wikileaks, que afecta a altos funcionarios de la justicia dominicana desató los demonios que anidan en el servilismo nacional. Este vicio viene de lejos. Se remonta a los tiempos primigenios de la historia de estas tierras. Es lo que se conoce como complejo de Guacanagaríx. Tan pronto llega alguien que posee o refleja poder, encuentra señores que están dispuestos a ser graciosos con él. Hasta se esfuerzan por crear vínculos estrechos para sentirse reconocidos y protegidos por el extranjero.

Conocemos los malabares que hacen algunos funcionarios de este pobre país para lucir bien ante los representantes de naciones poderosas. Esa desgracia la heredamos de aquel taíno que perdió la compostura frente a Cristóbal Colón y los secuaces con que pisó por primera vez esta isla. Contamos con funcionarios tan genuflexos que tienen bisagras en la espalda para inclinarse mejor. Viven sin dignidad ni decoro. Pero atropellan a los débiles.

Según el cable de Wikileaks, el ex embajador norteamericano en nuestro país Hans Hertell involucra seriamente a los doctores Jorge A. Subero Isa, presidente de la Suprema Corte de Justicia, Rafael Luciano Pichardo, primer sustituto de presidente de ese alto tribunal, y Marino Vinicio Castillo Rodríguez (Vincho), abogado en ejercicio, en actividades incorrectas. Subero queda con sutileza como un mal informante de inconductas. Pichardo resulta manchado irresponsablemente con dineros que no debió recibir. Y a Vincho le asigna con mendacidad el papel de conspirador de poca monta. El documento no es un invento. Los embajadores informan a sus superiores con la frecuencia de rigor. Pero el contenido de la noticia es lamentable.

El embajador Hertell se caracterizó por ser atípico. Siempre se le vio actuar más como un lobista o ansioso buscador de ventajas económicas que como un funcionario de la potencia más grande de la Tierra.

Vinicio A. Castillo Semán, uno de los hijos de Vincho, conoce al ex embajador. Afirmó en un reciente artículo: “… nada de lo que puede haber transmitido alevosamente el Sr.Hertell al Departamento de Estado nos preocupa. Está documentado en los periódicos nacionales que tan pronto este abogado de Puerto Rico llegó a la República Dominicana en el gobierno de Hipólito Mejía, fue enfrentado con decoro por mi hermano el Lic. Pelegrín Castillo, en ocasión de un contrato leonino otorgado de grado a grado a un empresario puertorriqueño para la construcción de un ferrocarril, aupado en el Congreso Nacional por el Embajador Hertell. Meses después de ese issue Hertell - Pelegrín Castillo, el contrato fue rechazado y el señor puertorriqueño condenado por actos de corrupción en Puerto Rico.”

Se presume que los jueces son honorables e íntegros. Y no hay pruebas. Vincho y su familia criticaron el comportamiento de Hertell. Por eso trató de dañarles con infamias. Vincho está por encima de esas perversidades.

http://elnacional.com.do/opiniones/2011/7/30/90390/QUINTAESENCIA

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