sábado, 31 de octubre de 2009

NARCODóLARES Y CANDIDATURAS

Nadie pensó, absolutamente nadie, que cuando fuera ajusticiado Trujillo, como al efecto fue, nuestro país iba a encontrarse en la situación que hoy día se encuentra. Hay quienes dicen, que mejor era haberlo dejado vivo, porque después de todo, él sólo robaba para sí, y que todo estaba en orden, contrario a lo de hoy.

Es lástima que Fefe Valera Benítez esté muerto, más lástima da, que tantos y tantos asesinados y desaparecidos no estén, para que respondieran a esas desaprensiones y supinas estupideces.

El Dr. Marino Vinicio Castillo da la voz de alerta respecto a que ciertos candidatos de casi todos los partidos políticos, reciben dinero de determinados carteles para sus candidaturas y proclamas. Pero para que haya narcotráfico, es necesario la existencia de un mercado, y si ese mercado existe hay que suponer que el mismo reporta pingues beneficios; pero como el dinero que sale de esta actividad, es un "dinero sucio" hay interés y urgencia en lavarlo, y de ahí esa modalidad de corromper los legisladores para poder así blanquear el dinero del tráfico.

De este modo, ese dinero logrado a través de la venta de drogas ilícitas, se ha bautizado de distintas maneras; por ejemplo en Italia le llaman el "dinero negro del polvo blanco" en otras partes el "dinero negro" y en los círculos legales recibe el nombre de "dinero ilícito". Es a este dinero que en criminología llaman "narcodólares", habida cuenta que la finalidad principal de los cultivadores y productores de drogas, es la narcotización de todos los países del mundo y la obtención de dólares, como beneficio de la venta de esa mercancía en el mercado internacional del tráfico.

El interés además, de los narcotraficantes es destruir y alienar a la población para mantener vivo el sistema monetarista en que fundamentan su poderío. Los ingresos alarmantes que reporta el narcotráfico son un factor fundamental de ese sistema monetario.

En los Estados Unidos la "Drug Enforcement Administration" (DEA) y otros organismos encargados del control de drogas conocen como empieza el siglo del "Dinero Sucio" o de los "Narcodólares", señalando que parte de 50,000 millones de dólares que reportan las ventas de narcóticos al por menor en ese país, se vuelven a encausar hacia las operaciones del narcotráfico en los propios Estados Unidos, y de ahí cada uno de los sectores del crimen envueltos sacan sus ganancias.

El tráfico de drogas deja a la banca, "limpios", más dólares que los del mercado petrolero mundial. Para nadie es un secreto que las ganancias que obtienen los narcotraficantes en el ilícito negocio son millonarias, razón por la cual arriesgan el capital a invertir, frente a posibles capturas o confiscaciones de naves y equipos comprados para esos fines. Las ganancias netas, en efectivo, entran al cause legal de nuevo por medio de hoteles, restaurantes, casas de juego, los deportes, las construcciones, etc. Luego de todo esto, el dinero "limpio" (lavado) pasa a las operaciones bancarias de ultramar o su equivalente. La banca de ultramar es ciertamente lo que su nombre implica, antiguas colonias insulares inglesas acondicionadas para conducir operaciones bancarias internacionales o reliquias feudales en tierra firme como Andorra y Liechtenstein. Más adelante, los fondos de ultramar, pasando por más de media docena de cuentas bancarias distintas y membretes, desde las islas Caimanes a Liechtenstein, de allí a las Bahamas y de ahí a algunas compañías "foráneas" en Canadá y luego en Panamá. En muchas ocasiones del proceso, los fondos servirán para comprar diamantes, oro, pinturas o valores portátiles similares, más adelante estos valores se traducen en dinero constante, lo cual no deja ni trazas de transferencias bancarias.

Por esta razón, el empleo de agentes encubiertos, incluso en las más altas esferas de las ramas conocidas del narcotráfico, no ha dado buenos resultados cuando se trata de descubrir el destino final de los fondos relacionados con el narcotráfico.

El narcotráfico en nuestro país, ha alcanzado niveles tan profundos que funcionarios, militares de las tres ramas y la policía nacional, así como el cuerpo especializado antidroga, como la Dirección de Control, son involucrados en cuantiosos negocios de esta naturaleza, y tal es el grado de descomposición alarmante, que nuestros legisladores y otros estamentos de la nación son señalados como autores y testaferros de los carteles.

Las bandas internacionales de narcotráfico se han apoderado del país y de Haití, y difícilmente cedan ante las embestidas de los estamentos gubernamentales, pues todo parece indicar que ya han penetrado hasta el Congreso y los partidos políticos. Válganos Dios.


De HéCTOR DOTEL MATOS

http://www.diariolibre.com/noticias_det.php?id=221607

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