martes, 18 de enero de 2011

Los mangos bajitos

Por Pelegrín Castillo*

1. En cierta ocasión, una amiga, importante líder empresarial, me califico como defensor de “causas imposibles”. Le respondí que prefería esa calificación a la de ser cómplice de los que están convirtiendo a la nación en un estado inviable.

2. ¿Es posible desmontar el sistema político clientelista populista? No solo es posible, sino necesario, y más que necesario, urgente. Si no se desmonta, terminara aniquilando el Estado y la Nación dominicana: sus costos son tan elevados que no pueden ser pagados por economía y la sociedad.

3. El que quiera cuantificar los costos abiertos y ocultos del sistema político partidario y su profunda imbricación con el mundo de los negocios rentistas o mafiosos , solo debe sumar el servicio de la deuda pública -42% de los ingresos tributarios- ,el elevado gasto tributario -110 mil millones de pesos anuales- en subsidios y exenciones ineficientes o injustificadas , las sobre ganancias de los monopolios y oligopolios asociados o tolerados por los gobiernos, los crecientes costos de transacción del trafico de ilícitos y el crimen organizado, la ineficacia y precariedad de los servicios públicos...

4. Cuestión clave: ¿Cómo romper el círculo vicioso – Myrdal lo llamaba fenómeno de causación circular acumulativa –entre el modelo político clientelista populista y el modelo de negocios rentistas o mafiosos?. Mucha gente va a la “política” a buscar lo que no le garantiza una economía que crece todos los años, pero con una dinámica extraña, precaria, desequilibrada, incluso, en muchos sentidos engañosos o canallas.

5. Pero esa “política”- que descansa en un sistema de reparto de gracias y favores, discrecional e inequitativo- garantiza las condiciones en que se mantiene y expande esa economía de lucro fácil y consumo conspicuo, a expensas de la institucionalidad del Estado, de la gestión de los intereses públicos y sociales, y de las posibilidades de consolidar una economía realmente sana, productiva y competitiva.

6. Unificar a los perjudicados, que cada día son más- las agobiadas clases medias, los sectores productivos que tienen que competir, las familias que sufren inseguridad, los excluidos del empleo, el crédito y la propiedad- constituye un primer paso. Pero lo fundamental siempre será impulsar un programa de cambios autentico y profundo, donde la política deje de ser negocio y pase a ser servicio; donde la economía descanse en el trabajo ,la producción y la innovación, y no la especulación de los “mangos bajitos”; y todo dentro del espíritu del proyecto nacional, que debe afirmarse con sentido patriótico, para superar las enormes pruebas que provienen de nuestro entorno exterior.

* Candidato Presidencial FNP.

http://www.pelegrin.do/articulo.php?id=7

1 comentario:

Julio Gómez Sosa dijo...

Después de leer estas declaraciones de nuestro candidato presidencial, estoy convencido de que estamos frente a un fenómeno político del tipo que generó a los fundadores de la República o definitivamente estamos en los albores de una nueva nación anonadada ante los “dolores y alegrías del parto que se avecina. Ahora veremos si verdaderamente estamos ante un “intrépido y fuerte pueblo que a la guerra a morir se lanzó” para salir a un mejor camino.