martes, 17 de mayo de 2011

Quirino en el centro del debate

Vinicio A. Castillo Semán
viniciocastilloseman@gmail.com

Luego del revés sufrido ante la opinión pública en el abordaje del tema de la corrupción en un encuentro informal con periodistas, Hipólito Mejía, candidato presidencial del PRD, fue llamado a capítulo por su grupo de asesores, a fi n de prohibirle cualquier intervención no autorizada previamente. Es por ello que los periodistas que cubren cotidianamente las principales informaciones del día, vieron posteriormente al citado traspiés, a un candidato escurridizo que, por señas, rehusaba responder preguntas, remitiéndolos a que escucharan su discurso escrito del acto de proclamación.

El domingo 8 de mayo, Hipólito Mejía abordó, ya menos agresivo, el tema de la corrupción, como uno de sus ejes de campaña. La respuesta de César Pina Toribio, ministro de la Presidencia, a nombre del gobierno, no se hizo esperar. “Hipólito Mejía no tiene calidad moral para hablar de enfrentar la corrupción. Con sólo revivir el caso de Quirino Ernesto Paulino Castillo, extraditado a Estados Unidos por tráfi co de drogas, sería sufi ciente para callar a Hipólito”, fueron las palabras textuales del Ministro de la Presidencia.

Todo el mundo entendía que Hipólito Mejía, ante una alusión tan grave y directa que se refi ere a Quirino Paulino Castillo, quien confesó ante una Corte de Nueva York haber exportado a los Estados Unidos 32 toneladas de cocaína, iba a responder al Ministro de la Presidencia y al gobierno dominicano.

Contrario a ésto, el llamado “Guapo de Gurabo” prefi rió “barajar” cualquier respuesta, yéndose por la tangente, sosteniendo el risible argumento de que el Dr. Pina Toribio no tenía estatura ni calidad para él responderle.

Lo ocurrido, sin embargo, es que las implicaciones del Caso Quirino para el proyecto Hipólito Mejía ya fueron evaluadas por su grupo de asesores, quienes llegaron a la conclusión de los efectos desastrosos que en el debate de la corrupción y el narcotráfi co tendría su desarrollo ante la opinión pública. “Hay que sacar el tema Quirino de la opinión pública”, fue el veredicto unánime de los estrategas de Hipólito, al analizar las pruebas, fotos y testimonios que hay en ese expediente y la protección que ese capo mafi oso recibió. La realidad es que las implicaciones políticas y militares de quien era el zar de la droga de este país y del Caribe, hasta el año 2004, se ha querido tener como un tema tabú, al que nadie se atreve a analizar en la opinión pública, por temor o por compromiso con el pepehachismo. Las implicaciones de corrupción de ese caso nunca han sido objeto de interés de Participación Ciudadana, o de organizaciones de la sociedad civil que se dedican a fomentar el combate a la corrupción.

La desesperación del PPH con el tema de Quirino fue tal, que quien llamó a refutarnos en una intervención que tuviéramos en el Gobierno de la Mañana la semana recién transcurrida, fue nada más y nada menos que el abogado de Quirino Ernesto Paulino Castillo, Dr. Félix Damián Olivares, quien empezó su intervención radial defendiendo a Hipólito Mejía y lanzando ataques contra quien esto escribe, como un simple oyente del programa, sin identifi carse previamente, lo que fue advertido públicamente por nosotros y por el periodista Julio Martínez Pozo.

El Dr. Olivares nos enrostró en vano politizar el Caso Quirino, pero no pudo refutar ni referirse a uno solo de los siguientes hechos objetivos: 1) Que el teniente general José Miguel Soto Jiménez le llevó al presidente Hipólito Mejía en el año 2003 la cancelación del Tnte. Quirino Paulino Castillo, por presentar evidencias de estar mezclado en negocios ilícitos, por lo cual llegó a tramitar dicha cancelación a los distintos departamentos de las Fuerzas Armadas. 2) Que conforme a declaración hecha bajo juramento por el ex jefe de las FFAA, Hipólito Mejía mandó a parar dicha cancelación, instruyéndole a Soto Jiménez apartarse de ese caso, que supuestamente sería investigado por la DNCD y el DNI. 3) Que posteriormente a esa conversación, el ahora confeso capo del narco fue nombrado y juramentado por el entonces secretario de la Presidencia, cuñado de Mejía, Sr. Sergio Grullón, como jefe político de la reelección pepehachista, en Elías Piña y otras provincias fronterizas (de lo cual hay fotos publicadas en diarios nacionales de prestigio, que dicho sea de paso, fueron las únicas ganadas en las elecciones del 2004 por Mejía). 4) Que Quirino Paulino Castillo, amigo de infancia y compadre del ex jefe de Estado Mayor de la FAD, Gral. Sierra Pérez, se le construyó al lado de su fi nca una pista militar de aviación que, conforme a reportaje que hiciera la valerosa comunicadora Nuria Piera, no fue hecha con fondos de las Fuerzas Armadas. 5) Que después de haber sido advertido por Soto Jiménez, Quirino, no solo no fue sacado de las Fuerzas Armadas, sino que fue premiado con un ascenso a capitán, el último día de poder de Hipólito Mejía. 6) Que el helicóptero de Quirino fue adquirido en una transacción en efectivo (600 mil dólares), en la Primera Brigada del Ejército Nacional, conforme a testimonio dado por el vendedor de éste, Sr. Joaquín Ruiz, en audiencia pública, bajo fe de juramento, realizada por el hombre de más confi anza de Mejía, el Coronel Goico, y cuyo recibo de descargo y fi niquito no se hizo en favor de Quirino Paulino, sino del Sr. José R. López, hombre de confi anza del Ing. Hernani Salazar, todo lo cual está documentado en las actas del proceso que por difamación éste llevara en contra del Dr. Marino Vinicio Castillo. 7) Que el helicóptero que pertenecía al hombre que ha confesado haber exportado 32 toneladas de cocaína a los Estados Unidos, dormía en un hangar de la Base Aérea de San Isidro, al lado del que usaba el Presidente de la República y piloteado por altos ofi ciales de la Fuerza Aérea Dominicana, a pesar de que estaban al servicio de un “simple” teniente del Ejército.

Ninguno de estos hechos puede ser rebatido; nadie puede alegar que se politiza el caso para hacer daño a un político o a un candidato. Por ello, el fi scal José Manuel Hernández Peguero, abrió una investigación sobre las conexiones de poder de Quirino. Todo concluyó cuando este fiscal tuvo el coraje de citar a Hipólito Mejía para que respondiera unas cuantas preguntas.

La historia todos la conocemos y pocos nos atrevemos a hacer referencia pública de ella: Una “generosa” llamada del Palacio Nacional, dejó sin efecto la cita del Ministerio Público.

La investigación fue sepultada y hoy tenemos a Hipólito candidato, hablando de corrupción y narcotráfico.

http://www2.listindiario.com/puntos-de-vista/2011/5/15/188334/Quirino-en-el-centro-del-debate

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