lunes, 25 de agosto de 2008

El racismo de los haitianos

Víctor Mañaná - 8/24/2008

Pastor Vásquez, experimentado periodista y conocedor de los asuntos haitianos, escribió una carta abierta a la doctora Sabine Manigat, en la cual le expresa su disgusto por la forma “injusta” que los intelectuales haitianos tratan a quienes compartimos con ellos la bella isla que “ojos humanos hayan visto”.

Pastor se refiere principalmente al racismo que nos endilgan la clase pensante haitiana y algunas organizaciones que se dicen defender los derechos de los nacionales haitianos.

La historia ha demostrado siempre que el haitiano es el verdadero pueblo racista, y los más famosos sociólogos e historiadores de esa nación así lo han señalado.

Alfreud Viau, en su obra “Negros, Mulatos y Blancos”, dice que “el prejuicio de color en Haití es un sentimiento colectivo, opresivo, sanguinario y monstruoso”.

Resalta este brillante intelectual que ese prejuicio “es la cuna de todas nuestras desgracias. Es la parte que devora a Haití”.

Para el doctor Joaquín Balaguer, autor de la obra “La isla al revés”, este antagonismo de clases “se mantiene en Haití, pese a los esfuerzos que hacen para disimularlo los que desean ver a su patria libre de esa alucinación y con todas sus clases vigorosamente unidas y espiritualmente integradas”.

Balaguer expresa en su libro que Jean Price Mars, catalogado como el mejor historiador de Haití, nunca reconoció esta situación que caracteriza a la sociedad haitiana desde sus mismos orígenes.

Sin embargo, Balaguer señala que este intelectual haitiano “alude en términos despreciativos a la supuesta pretensión de los habitantes de República Dominicana, de constituir una población predominante blanca que desciende de la raza española”.

En su obra “La República de Haití y la República Dominicana”, Price Mars dice en forma irónica dice que “los habitantes del Este, en su conjunto, se han creído siempre y se creen aún españoles de pura raza blanca, y que, como tales, pertenecen o se figuran que pertenecen a la raza conquistadora que sometió a su dominación el planeta”.

Luis Julián Pérez, en su obra “Santo Domingo frente al destino”, afirma que en Haití “ha habido siempre una lucha encarnecida entre negros o entre clases desde antes de la fundación de la República”.

Balaguer siempre consideró que la sociedad haitiana “se hallaba dividida sobre la base del color de la piel”.

Yo no quisiera pensar que detrás de las acusaciones de racismo que hacen los intelectuales haitianas se esconda la diabólica sentencia de Jean Price Mars:

“No hay perspectiva más que para la matanza y la destrucción de una comunidad por la otra comunidad. No quiero ser un profeta de desgracias. Pero, como Casandra, el horizonte me parece oscurecido por nubes hinchadas de tormenta”.

Qué triste es esta opinión del más agudo historiador haitiano.

Qué Dios nos proteja.

http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=71067

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