Al comparecer en nuestro espacio televisivo Teledebate y a partir de las fuertes críticas vertidas por su progenitor, el doctor Vincho Castillo, contra Estados Unidos por su falta de apoyo al país en la lucha contra las drogas y a la justicia dominicana por lo que calificó como falta de “honor y valor” para sancionar los expedientes por narcotráfico, el licenciado Pelegrín Castillo dirigió una vehemente advertencia al gobierno y a la sociedad sobre los previsibles efectos locales derivados en el futuro cercano para el país por la ejecución del llamado Plan Mérida.
Según señala el combativo diputado, quien agota su cuarto período consecutivo como legislador figurando siempre entre los más votados, éste consiste en el acuerdo al que llegaron el presidente norteamericano George Bush y el mandatario azteca Felipe Calderón de otorgarle mil 400 millones de dólares en los próximos 3 años a México y Centroamérica como ayuda para desarrollar una estrategia zonal contra el tráfico de drogas hacia EEUU. En contraste con tan sustancioso aporte, Castillo hizo notar con justificada amargura, que a República Dominicana, después de mucho cabildeo, apenas se le acordó una contribución de 2 millones y medio.
Castillo revela que el tráfico de drogas de los diversos carteles en que se ha fragmentado la mafia colombiana después del sucesivo desmantelamiento de los de Cali y Medellín, debido a la presión ejercida por el gobierno de Álvaro Uribe y los recios golpes propinados a la narcoguerrilla, se ha desplazado de preferencia a la ruta Centroamérica-México, principalmente por vía marítima, para suplir el amplio mercado norteamericano aprovechando las facilidades que brinda la extensa frontera que separa ambos países. De hecho, México enfrenta una grave y creciente situación de orden público y seguridad ciudadana debido a las agresivas bandas de narcotraficantes, que tan sólo en los primeros meses del presente año han provocado alrededor de 5 mil muertes. La mayoría de las víctimas han sido integrantes de los grupos que se disputan el control de esa lucrativa actividad criminal, pero también entre las víctimas figuran numerosos policías y militares, incluyendo altos oficiales y agentes antinarcóticos.
El otro corredor de importancia con que cuentan los carteles es el área del Caribe. Por lógica conclusión, el diputado Castillo advierte que en la medida en que se profundice la acción de las autoridades de Centroamérica y México contra los carteles de la droga gracias al sustancial apoyo que recibirán de Estados Unidos a través del Plan Mérida, y al especial empeño que está poniendo el gobierno de Felipe Calderón en perseguir esa actividad criminal, los traficantes derivarán cada vez más sus operaciones hacia la muy desguarnecida e indefensa región del Caribe.
En esta estrategia de lógico desplazamiento República Dominicana, por su proximidad geográfica con Estados Unidos y la pobreza de recursos de prevención y defensa conque contamos, vendría a estar en el punto de mira del narcotráfico como principal objetivo para convertirse en la más transitada vía de paso regional para hacer llegar la droga a ese atractivo mercado, tanto como al continente europeo.
Lo anterior supondrá mayor entrada de drogas por aire, mar y tierra al país; más volumen que invadirá el mercado nacional con el consiguiente aumento del consumo doméstico; incremento de las bandas de malhechores principalmente de jóvenes y adolescentes y de las acciones criminales asociadas al tráfico y uso de estupefacientes; más niños utilizados como “mulas” y sumas mucho más sustanciosas de dinero sucio que correrá en nuestras calles para corromper a autoridades, asociar complicidades locales y penetrar todos los estamentos sociales. Precisamente en estos días se han divulgado dos informaciones que evidencian tanto la creciente penetración de la droga en nuestro mercado como el nivel de corrupción y capacidad de soborno del narcotráfico. Así, tenemos que de acuerdo con el Plan Estratégico Nacional sobre Drogas 2008-2012 recién presentado en el Palacio Nacional, la oferta de drogas localmente se ha incrementado de manera significativa en los últimos 7 años, principalmente la cocaína que casi se ha triplicado durante ese período.
De igual modo, en la Dirección Nacional de Control de Drogas, que bajo la actual gestión del general Ramírez Ferreira ha decomisado cantidades sin precedentes de diversas sustancias prohibidas por un valor estimado de miles de millones de pesos, se ha debido dar de baja a unos 5 mil agentes asignados a la misma y procedentes de diversas instituciones militares, en muchos casos por probada asociación con el narco y el microtráfico de drogas en los barrios.
Frente a un cuadro tan preocupante en que estamos obligados a depender de nuestros propios medios y siempre movidos por nuestro propio interés como sociedad en alto riesgo, Pelegrín Castillo reclama una política enérgica por parte del gobierno usando todos los recursos necesarios para enfrentar a tiempo y con el vigor requerido esta grave amenaza, al tiempo que una toma de conciencia colectiva por parte de todos los sectores representativos de la sociedad, incluyendo los partidos políticos, para adoptar una actitud vigilante y militante ante sus previsibles y nefastas consecuencias.
Esperamos que su alerta con caiga en oídos sordos.
http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=68204
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