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Mientras más leo a Milton Ray Guevara y a Eduardo Jorge Prats, sobre el actual proyecto de reforma constitucional, más claro queda la estafa de reforma constitucional que sometió Hipólito Mejia y el PRD en el 2002. Es tan patético, lo de aquella estafa, que si al Dr. Hugo Tolentino Dipp, se le hubiese ocurrido participar en aquel debate (¿y hubo eso?) como lo hace ahora (con todo su derecho, por supuesto), definitivamente, ni siquiera sus reflexiones habrían sido conocidas, pues su partido, solo necesitó tres noches para abortar aquel mamotreto.
Contrario, el presidente Leonel Fernández y el PLD han sometido un proyecto de reforma constitucional que en su etapa de elaboración agotó todo un proceso de debate y participación en el que todos los sectores de la vida nacional se expresaron, con la excepción del PRD, que apostó desde un principio al boicot y al fracaso de tal iniciativa.
Entonces, uno se pregunta: ¿Cuál de las dos reformas agotó un proceso más transparente, plural y participativo? ¿Cuál de los dos partidos (PLD-PRD) ha exhibido en el Congreso Nacional, siendo mayoría, mayor apertura, respeto a la representatividad de las demas fuerzas políticas y manejo institucional de la reforma? ¿Cuál Presidente, en un gesto sin precedente de pluralidad y democracia, escoge expertos en materia de derecho constitucional que todo el mundo sabe que sus convicciones políticas y doctrinarias distan de la del mandatario, para que compilen el abanico de propuestas y sugerencias que conforman el actual proyecto de reforma constitucional?
Y todavía más: el Presidente Leonel Fernández Reyna, sigue aupando foros y debates para que la pieza sea desmenuzada, radiografiada y expuesta de cara al sol de la República. De modo que el que ha querido ha podido en un acto forense, ver el cuerpo, tocarlo y hasta hacerle algunas circuncisiones (sugerencias, cambios, modificaciones). Aun más, el presidente del Senado, Dr. Reynaldo Parez Pérez (PLD), expresó: “…la única limitante que le impone la constitución a la Asamblea Nacional en funciones de Asamblea Revisora lo dice el articulo 119 de la constitución, se puede hacer todo tipo de reforma, menos aquella que atente con el sistema democrático civil y republicano; pero exceptuando eso se puede hacer de todo” (El Nuevo Diario Digital, 6/11/08).
Por todo lo anterior, estoy convencido que contra el presidente Leonel Fernández Reyna, hay un ensañamiento injustificado y visceral con la intención manifiesta de negarle o no reconocerle ningún mérito político independientemente de sus esfuerzos por modernizar, democratizar y eficientizar el Estado dominicano. Esa actitud politiquera y mediocre sólo tiene una explicación: frustración y fracaso en quienes la alimentan, la propagan y terminan haciéndola su modus vivendi.
Pero hay otra explicación más real y urticante del fenómeno: el Presidente Leonel Fernández está invicto. Y eso, muchos no se lo perdonan.
Fco. S. Cruz
http://www2.elnuevodiario.com.do/app/article.aspx?id=127592
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