En bochornoso acto de descortesía o injusta retaliación, autoridades haitianas han impedido el ingreso de donaciones de medicinas, equipos y alimentos que Gobierno e instituciones nacionales han pretendido enviar a ese país para auxilio de sobrevivientes del derrumbe de una escuela que causó la muerte al menos de 94 estudiantes.
Los dominicanos han expresado siempre proverbial solidaridad frente a desgracias que han afligido al pueblo haitiano, como el penoso suceso acaecido en el sector Petionville, en Puerto Príncipe, por lo que dejar extendida esa mano amiga constituye una acción desconcertante.
La Secretaría de Salud Pública puso a disposición de las autoridades haitianas personal médico y todos los hospitales de la zona fronteriza para participar en las labores de auxilio o acoger a heridos graves. Se ordenó también el envío al área de desastre de medicinas, frazadas y utilerías para las labores de rescate y asistencia a los sobrevivientes.
Sin embargo, la Bandera dominicana ondeará hoy a media asta en todos los recintos escolares en señal de luto y solidaridad del estudiantado nacional ante el terrible accidente.
El Gobierno haitiano ha rechazado donaciones y oferta de asistencia en protesta por la muerte de dos indocumentados a manos de dominicanos en Neiba y Guayubín, en incidentes que se desataron luego que un haitiano mató a un nativo para despojarlo de su motocicleta.
Autoridades policiales y militares intervinieron de manera oportuna para frenar ese brote de violencia e identificar a los homicidas del motoconchista dominicano y de los dos ciudadanos haitianos, por lo que no se puede culpar al Gobierno ni a la sociedad dominicana ante un suceso condenable, pero fortuito.
La sociedad condenó con todo vigor esas acciones deleznables que incluyó incendios de viviendas de familia haitiana, lo que anula cualquier resabio o queja de autoridades vecinas en torno a indiferencia o complicidad de sus pares en el lado dominicano.
Es por eso que se califica como inaceptable acto de descortesía por parte del Gobierno haitiano el impedimento, rechazo o devolución de donaciones enviadas por autoridades e instituciones nacionales con motivo de la tragedia de Petionville.
República Dominicana no merece ni debería aceptar el acto de grosería en que ha incurrido el Gobierno haitiano, de impedir que la solidaridad nacional se exprese -como siempre lo ha hecho- ante las penurias que ha sufrido y aún padece ese vilipendiado pueblo.
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