UN PROMEDIO DE DOS VUELOS DIARIOS Y ESTIMÓ HUBO MÁS DE 700 DESDE EL 2007
Vincho Castillo asegura que no le sorprende el auge del narcotráfico en el país, lo advirtió hace muchos años. |
SANTO DOMINGO.- Al territorio dominicano han ingresado entre 2007 y 2008 alrededor de 700 aviones cargando no menos de 300 kilos de drogas cada uno, denunció el asesor del poder Ejecutivo en asuntos de drogas.
Esa cantidad equivale a uno o dos vuelos diarios y a toneladas de mercancía ilícita que trae al país quebranto, adicción, muerte, sobredosis y violencia, dijo Vinicio Castillo (Vincho) en el desayuno de LISTÍN DIARIO.
Tras la aprobación por parte de la Cámara de Diputados de un préstamo por 93.6 millones de dólares para la compra de aviones Supertucano que serían utilizados para combatir el narcotráfico, el jurista expresó que sólo falta la aprobación de la Ley de Interceptación Aérea y Marítima que conllevaría la posibilidad de un protocolo con siete trámites bastante bien controlados para proceder al derribamiento de esos aviones desobedientes.
La ley de defensa del espacio aéreo, dijo, propone legalmente el alto riesgo que significa entrar a ese espacio sin plan de vuelo. Sobre los desacuerdos que ha generado el proyecto de ley, Castillo, que dirigió el Consejo Nacional de Drogas (CND) en el período 1996-2000, considera que el mayor peligro de los vuelos cimarrones operados por el narco es la forma fantasma en que se desplazan, sin planes de vuelo y poniendo en peligro la vida de pasajeros de otros aviones.
“Si hay un peligro es el vuelo anómalo para la aviación comercial. Fíjate que los pilotos civiles aprobaron la ley porque ellos dicen que les da seguridad”. Asegura que la reacción a una agresión es un acto típico de legitima defensa, “porque el daño que viene con la droga no se ve de inmediato, pero eso es quebranto, es epidemia, es adicción, muerte, sobredosis, violencia”.
Incremento
Cuestionado sobre las posibles causas del incremento del narcotráfico en el país, Vincho explicó que a medida que Colombia y México mejoraron sus sistemas de interdicción de drogas, haciendo más inhóspito el paso por Centroamérica, las operaciones se desplazaron hacia el este del Caribe.
Ahora, dice, hay una cantidad de pequeños carteles que se han hecho mucho más difíciles de combatir, porque buscan territorios vulnerables y poco defendidos. Asegura que la evidencia del aumento del narcotráfico en el país comenzó hace algunos años con las ejecuciones grupales de hasta seis personas en ametrallamientos, incineraciones y accidentes extraños que indicaban claramente que había una especie de inteligencia jerárquica dirigiendo la situación.
Dé donde vienen Dado que la interdicción colombiana se ha hecho tan efectiva, cada vez salen más vuelos de territorio venezolano hacia República Dominicana, informó Castillo. Sin embargo, asegura que aunque salen más vuelos de Venezuela la droga viene de Colombia. “De eso no hay duda”.
Algunos factores hacen que la vía aérea sea hoy día la favorita para el transporte de drogas. Según Vincho, primero por la cantidad que puede traer cada vuelo y segundo por la seguridad con que el vuelo llega, sin conflictos. Si el vuelo llega a una finca o a una costa sin problemas, es casi como un vuelo deportivo, dice.
PROTOCOLO
“El derribo de aviones no es a lo loco”
Sobre los desacuerdos que han surgido en torno al proyecto de Ley de Interceptación Aérea y Marítima sometido al Congreso por José Ricardo Taveras Blanco y Pelegrín Castillo, Vincho expresó que el derribo de aviones no es un evento loco.
Dijo que el protocolo que establece la ley reduce el margen de error a cero porque el sistema que usan los aviones de filme y grabación permiten controlar la operación desde la base. Explica que primero se deben realizar cinco o seis procedimientos disuasivos, y que se tomará una decisión sólo cuando la situación se torne insostenible, que indique que el individuo está decidido a llevar su carga a donde la venía a traer.
“La orden final la tiene el presidente de la República o la persona en la cual él delegue, que se supone que es el secretario de las Fuerzas Armadas. No es un evento loco que uno inventa”.
A Castillo no le tomó de sorpresa el aumento y auge de las drogas en el país y en el Caribe. De hecho, asegura que tal vez el menos sorprendido de los dominicanos sobre el apoderamiento del narco en el Caribe es él, pues no sólo le ha dado seguimiento al fenómeno desde hace muchos años, sino que había advertido de forma insistente que la posición geográfica nuestra, en el centro del caribe y cerca de la Guajira colombiana, iba a resultar delicada y peligrosa.
http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=81438
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