En el día de ayer se cumplió el primer mes del
gobierno de Danilo Medina con un balance extraordinariamente positivo,
signado por un esfuerzo presidencial por cambiar los hábitos y
comportamientos de los funcionarios públicos y de invertir la creencia
popular (fundada o no) de que el que llega al gobierno va a “ guisar” y
hacerse rico con los recursos del Estado.
La sociedad dominicana ha visto con agrado las anunciadas medidas de austeridad del nuevo gobierno como una manera de demostrar que los sacrificios y restricciones empezarán desde arriba, única forma de tener fuerza moral para exigir a los demás sectores contribuir con sacrificios en la construcción de una sociedad mejor, más justa y equitativa.
La creación de la nueva Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental y la designación de mi padre, Doctor Marino Vinicio Castillo, como su Director, es un compromiso histórico de crear un organismo supervisor de todos los funcionarios públicos con el mandato de estar ojo avizor ante cualquier asomo de acto de corrupción en el nuevo gobierno.
El presidente Medina se lo advirtió claramente a todos sus funcionarios en el primer Consejo de Gobierno.
No admitirá ni tolerará actos de traición a su confianza y directrices, señalando con su índice al Doctor Marino Vinicio Castillo como la persona encargada para investigar e incluso interrogar, siempre en el área administrativa, sobre cualquier denuncia de malas prácticas o actos de corrupción de los funcionarios en ejercicio.
Se equivoca la vocinglería callejera y la claque mediática pagada por el pepehachismo cuando sostienen que ese organismo y el Doctor Castillo serán una pieza ornamental en el nuevo gobierno. Que a nadie le queda duda de que el Doctor Castillo no le va a fallar ni al país ni al Presidente Medina en la ejecución del mandato recibido que representa, además, uno de los más grandes anhelos de esta sociedad.
Otro énfasis que el presidente Medina ha producido en este primer mes ha recaído en el vital sector de la Educación. Sin duda el anuncio del cumplimiento de su promesa de campaña sobre el asignar el 4% del PIB para la Educación e impulsar un gran plan nacional de alfabetización que involucrará a todos los sectores políticos, económicos y sociales, representan hechos fundamentales en esta corta gestión, que están llamados a crear la sinergia necesaria para crear un gran plan de Nación que transforme el sistema educativo nacional.
El anuncio de la inversión de recursos al sector agropecuario, transparentando la comercialización e importación de insumos agrícolas y el cambio radical en el tradicional sistema de permisos de importación de productos agrícolas que tantos escándalos han generado durante décadas es, sin duda, otro notable logro de la nueva administración.
Al cumplirse el primer mes de su gestión, el Presidente Medina se prepara para librar grandes batallas que iniciarán esta semana, como son la discusión de la reforma fiscal, el acuerdo con el FMI y la tragedia nacional que ha constituido el problema eléctrico.
Tomar las medidas requeridas, conjugando valor, sagacidad y prudencia, no será tarea fácil. Intereses disímiles de gran poder, nacional y extranjero, tratarán de arrodillar a la nueva administración. Danilo con el inmenso apoyo de este pueblo deberá asumir esos retos, dejándolos despejados antes de finalizar este año.
Los dominicanos de buena voluntad, por encima de cualquier interés político o sectorial deben de cerrar filas en el apoyo al presidente Medina al encarar estos grandes retos. La estabilidad y prosperidad futura de República Dominicana depende de su éxito.
La sociedad dominicana ha visto con agrado las anunciadas medidas de austeridad del nuevo gobierno como una manera de demostrar que los sacrificios y restricciones empezarán desde arriba, única forma de tener fuerza moral para exigir a los demás sectores contribuir con sacrificios en la construcción de una sociedad mejor, más justa y equitativa.
La creación de la nueva Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental y la designación de mi padre, Doctor Marino Vinicio Castillo, como su Director, es un compromiso histórico de crear un organismo supervisor de todos los funcionarios públicos con el mandato de estar ojo avizor ante cualquier asomo de acto de corrupción en el nuevo gobierno.
El presidente Medina se lo advirtió claramente a todos sus funcionarios en el primer Consejo de Gobierno.
No admitirá ni tolerará actos de traición a su confianza y directrices, señalando con su índice al Doctor Marino Vinicio Castillo como la persona encargada para investigar e incluso interrogar, siempre en el área administrativa, sobre cualquier denuncia de malas prácticas o actos de corrupción de los funcionarios en ejercicio.
Se equivoca la vocinglería callejera y la claque mediática pagada por el pepehachismo cuando sostienen que ese organismo y el Doctor Castillo serán una pieza ornamental en el nuevo gobierno. Que a nadie le queda duda de que el Doctor Castillo no le va a fallar ni al país ni al Presidente Medina en la ejecución del mandato recibido que representa, además, uno de los más grandes anhelos de esta sociedad.
Otro énfasis que el presidente Medina ha producido en este primer mes ha recaído en el vital sector de la Educación. Sin duda el anuncio del cumplimiento de su promesa de campaña sobre el asignar el 4% del PIB para la Educación e impulsar un gran plan nacional de alfabetización que involucrará a todos los sectores políticos, económicos y sociales, representan hechos fundamentales en esta corta gestión, que están llamados a crear la sinergia necesaria para crear un gran plan de Nación que transforme el sistema educativo nacional.
El anuncio de la inversión de recursos al sector agropecuario, transparentando la comercialización e importación de insumos agrícolas y el cambio radical en el tradicional sistema de permisos de importación de productos agrícolas que tantos escándalos han generado durante décadas es, sin duda, otro notable logro de la nueva administración.
Al cumplirse el primer mes de su gestión, el Presidente Medina se prepara para librar grandes batallas que iniciarán esta semana, como son la discusión de la reforma fiscal, el acuerdo con el FMI y la tragedia nacional que ha constituido el problema eléctrico.
Tomar las medidas requeridas, conjugando valor, sagacidad y prudencia, no será tarea fácil. Intereses disímiles de gran poder, nacional y extranjero, tratarán de arrodillar a la nueva administración. Danilo con el inmenso apoyo de este pueblo deberá asumir esos retos, dejándolos despejados antes de finalizar este año.
Los dominicanos de buena voluntad, por encima de cualquier interés político o sectorial deben de cerrar filas en el apoyo al presidente Medina al encarar estos grandes retos. La estabilidad y prosperidad futura de República Dominicana depende de su éxito.
http://www.listin.com.do/puntos-de-vista/2012/9/16/247552/Un-balance-positivo
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