El 15 de julio pasado, el Relator Especial sobre la promoción y la protección del Derecho a la Libertad de Opinión y de Expresión de la ONU, señor Frank La Rue, le hizo llegar una comunicación formal al Estado Dominicano, a través de la Cancillería, en la cual solicitaba se le informara acerca de la denuncia sobre una alegada trama para asesinar al periodista Fausto Rosario Adames, en la que se consigna la absurda y descabellada versión de una supuesta participación de mi padre, Dr. Marino Vinicio Castillo, y quien ésto escribe.
Por considerarlo de alto interés para la opinión pública, transcribo los párrafos esenciales de la respuesta del gobierno dominicano enviada vía Cancillería al Relator Especial de la ONU y suscrita por el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, Dr. César Pina Toribio:
“1. En nuestro país existe un clima de absoluta libertad de prensa, propiciado por el gobierno dominicano, muy especialmente en los períodos constitucionales que les ha correspondido gobernar al Partido de la Liberación Dominicana y a sus partidos aliados. Es un hecho innegable que durante tales administraciones, la prensa, en sentido general, y de modo muy particular los periodistas, informadores públicos y analistas de opinión, han podido ejercer sus funciones sin limitaciones de ningún tipo, provenientes, sobre todo, de actuaciones de los órganos públicos.”
“2. En lo que respecta a la denuncia formulada por el periodista Fausto Rosario Adames, en las dos ocasiones que le mismo la ha manifestado, las principales autoridades del Estado dominicano han prestado inmediata atención, en la medida en que las informaciones suministradas por él lo han permitido.”
“2.1. En ambas oportunidades se le ha ofrecido la protección correspondiente, a diligencias de los Presidentes de la República en cuyos ejercicios han sido formuladas las denuncias.”
“2.2. En el caso actual, y dado que se han realizado señalamientos individuales, sobre todo los dirigidos al actual Asesor del Poder Ejecutivo para los Programas de Lucha Contra el Narcotráfico y Director General de la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental, esa protección ha sido brindada en la previsión de que, dadas las responsabilidades públicas asumidas por el Dr. Marino Vinicio Castillo, el mismo resulta una persona en la cual intereses vinculados al narcotráfico y al crimen organizado pudieran tener interés en inferirle un daño moral, creando las condiciones para imputarle actos criminales.
De ese modo, se procura que la protección impida cualquier atentado contra el periodista Rosario Adames, que pudiera serle imputado falsamente al Dr. Castillo.”
“2.3. En efecto, el Dr. Marino Vinicio Castillo se desempeñó entre agosto de 1996 a agosto de 2000, como Presidente del Consejo Nacional de Drogas, ocasión en la cual no solo promovió los programas de prevención contra el consumo de estupefacientes sino que desarrolló una amplia campaña de relacionamiento efectivo con los organismos internacionales responsables del tema, a la vez que mantuvo una permanente actitud de denuncia frente a los organismos públicos y a la ciudadanía sobre el auge creciente del narcotráfico.
En el año 2005, el Dr. Castillo fue designado Asesor del Poder Ejecutivo para Programas de Lucha Contra Narcotráfico, con rango de Secretario de Estado (ministerial). En fecha 16 de agosto de 2009, fue designado Presidente del Consejo Rector de la Comisión Nacional de Ética y Combate a la Corrupción, en adición a sus anteriores funciones. En 2012, el mismo Dr. Castillo fue designado Director General de la creada Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental, que sustituyó a la Comisión Nacional de Ética y Combate a la Corrupción.”
“2.4 En todas estas posiciones, el Dr. Castillo ha tenido un desempeño altamente valorado por las autoridades nacionales e internacionales, dada su permanente atención a los temas de los que ha sido responsable, destacándose sus orientaciones, directivas y denuncias sobre el narcotráfico y el crimen organizado, conducta que muy probablemente ha irritado a dichos grupos y sectores, quienes podrían estar interesados en crearle una degradación pública mediante la imputación falsa de hechos que no se corresponden con la trayectoria pública y personal del Dr. Castillo.”
“Estimo, pues, que las informaciones anteriores deben serle dadas al Relator Especial sobre la promoción y la protección a la Libertad de Opinión y de Expresión de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, señor Frank la Rue, a los fines de que pueda tener la oportunidad de una visión lo mas integral y amplia del caso, asegurando así la objetividad necesaria al discurrir sobre el tema en cuestión.”
En adición a la respuesta del gobierno a la insólita denuncia y su absurda versión, que ni siquiera fuera sostenida por el afectado en la República Dominicana, el Dr. Marino Vinicio Castillo, como funcionario y persona mencionada, también envió, vía la Cancillería dominicana, la respuesta correspondiente a tan descabellada y maligna denuncia, la que se dará a conocer oportunamente a toda la nación mediante la publicación formal de la misma.
Tanto el Dr. Castillo, como quien ésto escribe y su familia toda, estamos conscientes de que éstas son las amargas consecuencias del descrédito que se lanza sobre nosotros, como precio a pagar por las grandes luchas que en la vida pública hemos tenido que asumir y que son de todos conocidas.