El pasado 27 de febrero, el presidente Danilo Medina rindió el más glorioso homenaje a los padres fundadores de la República, en el año del bicentenario del nacimiento de Juan Pablo Duarte. Levantó la bandera tricolor y con el trabucazo de la Barrick Gold nos hizo sentir orgullosos a quienes tanto trabajamos por llevarlo a la primera magistratura del Estado.
En el caso particular mío, creo es propicio reproducir a mis lectores fragmentos de mi artículo del 17 de diciembre de 2012, titulado “La Renegociación con Barrick Gold”:
“Hace unos días el prestigioso periódico matutino El Día trajo en primera plana que la empresa minera Barrick Gold proyectaba exportar en el año 2013 alrededor de 2 mil millones de dólares en ventas internacionales de oro dominicano y que solo el Estado, propietario de la mina, recibiría un máximo de 60 millones de dólares.
Entendí que una información de esa magnitud iba a crear un verdadero terremoto en la República Dominicana y que todas las fuerzas vivas de nuestra sociedad reaccionarían a una información tan escandalosa en contra de nuestro país, pidiendo una aclaración, tanto a la minera, como a las autoridades del gobierno dominicano.
Confieso mi frustración cuando, lejos de que se produjera la reacción lógica y unitaria de los sectores más preocupados por la suerte de la República, lo que se ha producido es un silencio sepulcral que refleja la debilidad y las taras inmensas y profundas que aquejan a quienes participamos en la vida pública, partidos políticos, empresariado, sociedad civil y comunicación social.
No hay duda de que el país está necesitado de defensa. La información traída por el periódico El Día debe de generar un movimiento nacional que exija y respalde al Presidente Danilo Medina renegociar cuanto antes los términos del contrato de la Barrick Gold, no importa los poderes extranjeros que estén representados en su cuadro accionario. Ese contrato de la Barrick Gold se negoció con parámetros de venta proyectada de la onza de oro de alrededor de 700 dólares y hoy está cercana a los 2 mil dólares, con tendencia futura (no lejana) a sobrepasar con creces esa cifra, por lo que resultaría un acto de justicia renegociar los términos acordados, de forma tal de que el dueño de la mina, que es el pueblo dominicano, pueda acceder a beneficios más equitativos y racionales a los que conforme al periódico El Día está supuesto a obtener.
Viendo este tipo de abusos es que la gente puede explicarse el porqué del surgimiento de movimientos nacionalistas en diversos países de América Latina, que han llegado al extremo de la nacionalización de poderosas multinacionales o anulación de contratos similares a los de la Barrick Gold para extraer riquezas no renovables de esos países.
Ö.Quiero ver al Conep, que está preocupado por el déficit proyectado para el 2013 en el presupuesto de gastos presentado por el gobierno, ofrecerse de intermediario idóneo para buscar una renegociación justa y equitativa que reparta la riqueza de este país con Barrick Gold, sin arbitraje internacional y sin acciones expropiatorias.”
El día que veamos a todos estos sectores y al PLD, al PRD, al Reformista y a todos los demás partidos coincidiendo en fines nacionales altos y de largo plazo, ese día nos estaremos distanciando de “el revolcadero de burros” a que se refería nuestro querido e inolvidable Dr. Carvajal Martínez en sus intervenciones televisadas.
Es hora de hacer lo que nunca se ha hecho, como dijo el Presidente en su campaña. Y la renegociación con Barrick Gold es una excelente manera de hacerlo. De no ocurrir esto, no hay dudas de que estaríamos de nuevo repitiendo lo que ocurrió con las riquezas de estas tierras hace 500 años, los nuevos colonizadores nos estarían cambiando de nuevo “espejitos por oro”.
Al leer los párrafos transcritos, mis lectores podrán darse cuenta de la satisfacción inmensa que nos embarga. Pero, que nadie se llame a engaños. Nuestro Presidente, con su pueblo unificado detrás, ha desafiado intereses agresivísimos, norteamericanos y canadienses, que en lo adelante intentarán mil diabluras contra él y su gobierno. Ya empezamos a ver cómo asociaciones empresariales y de la mal llamada sociedad civil, que reciben dólares y que actúan como verdaderos agentes extranjeros, hablan de seguridad jurídica para el contrato de Barrick Gold, oponiéndose a la advertencia del Presidente Medina.
Esa antinacional postura, sin embargo, servirá para que el pueblo vea quién realmente está en contra y a favor de sus mejores causas. Son esos mismos grupos de siglas (cuyos miembros caben todos en una guagua), con mucho poder mediático, los que han querido erigirse en los últimos años como adalides de la moralidad pública en una falsa defensa del patrimonio del Estado, en capacidad de recriminar a la clase política y dictar pautas a los gobiernos de lo que hay o no que hacer en esta nación.
El “Trabucazo de Danilo”, 169 años después del de Matías Ramón Mella y Castillo, es sólo el comienzo de una lucha que se desatará contra él por defender los intereses de la patria en materia económica y de soberanía. El pueblo debe estar atento y consciente de los riesgos que acaba de asumir su mandatario, cerrando filas como un solo hombre detrás de él. “Manos a la obra”, como dice su slogan. Y yo le agregaría: “Y tire pa’lante, Presidente, que así se hace patria!”
http://listin.com.do/puntos-de-vista/2013/3/3/268063/El-trabucazo-del-presidente-Medina