Pedro Manuel Casals hijo
En los últimos meses el Presidente, licenciado Danilo Medina Sanchez, ha demostrado que tiene una doctrina muy parecida a la ideología de liberación nacional impulsada por el profesor Juan Bosch.
Muestra convicción propia y, en vez de ser “mas de lo mismo”, parece ser hasta de otro partido. Reservado, discreto y tajante, podría definirse su carácter.
Desde que asumió su mandato se ha preocupado por mantener una constante comunicación con todos los estamentos de la sociedad, no solo de la muy exclusiva sociedad civil, sino que, de manera inclusiva y abierta, escucha a individuos ricos y pobres, junta de vecinos, comunidades, dirigentes de todos los partidos y empresarios. Demostrando, de esta manera, que no le interesan los insípidos reportes e informes de sus enterados ministros, sino que prefiere ser él mismo quien constate la realidad.
Desde hace mucho tiempo no se experimentaba en nuestro país la entrega de un presidente que, con su dócil mirada, ha logrado rescatar la esperanza nacional. Podría decirse “que de cualquier yagua” sale tremendo Danilo.
La manera en que patrióticamente confrontó a la Barrick Gold y garantizó la debida participación del Estado dominicano en los beneficios con dicha empresa. Digno discípulo de Don Juan, que con su librito compuesto de palabras claras y sencillas se dirigió a un pueblo hambriento de esperanza y sinceridad.
El retiro de la innecesaria y molestosa parafernalia militar que le acompaña; la obligación de suscripción de un código de ética a sus funcionarios; la cancelación de privilegios y beneficios con tarjetas de crédito y financiamientos privados; la conformación del consejo económico y social; el otorgamiento del 4% de PIB para educación; la creación del Ministerio de Energía y Minas para defender los intereses de la República Dominicana y en vanguardia con los tiempos; el aumento de sueldo a policías y militares, conjuntamente con la reforma policial; la correcta y oportuna revocación del acuerdo de Bahía de las Águilas; la nacionalización del trabajo; el financiamiento y soporte a los productores; la recapitalización del Banco Agrícola; el incentivo a las pymes; las visitas personales a comunidades; el sorteo de obras a ingenieros y empresas constructoras locales; el diseño de butacas dominicanas; la supervisión y restricción del gasto publico; la instauración de una ventanilla única; la firme voluntad de enfrentar la corrupción y la implementación de una política de titulación masiva representan lo que nunca se había hecho en nuestro aquejado país, y en apenas seis meses.
Danilo Medina, con su actitud pasiva y de bajo perfil, ha ido sumando más adeptos a su gestión, cada día con su accionar. Hasta los más acervos y mezquinos opositores no tienen otra opción que reconocer las valientes y patrióticas decisiones que ha tomado nuestro Presidente. Me llena de orgullo y satisfacción saber que contamos con su respaldo en la búsqueda de un acuerdo justo, proporcional y beneficioso para ambas partes de lo que es nuestro único y más importante recurso natural, el oro.
Es por esta razón que muchos de los que apuestan a la confrontación y a la tendedera de trampas en el PLD hantenido que apartarse del gobierno y aislarse bajo el escudo de la “exclusión” que alegan quienes, en palabras de nuestro propio Presidente, “no encajan con los principios éticos de éste gobierno.” ¿Podría adelantarse, guardando los contextos y diferencias, que Danilo será nuestro Lula? No se sabe, pero lo que si es seguro, es que Danilo tiene su propio librito
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