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Sí, así como suena, el “sacerdote” Christopher Hartley continúa abiertamente en su diabólica campaña contra la República Dominicana.
Muchos, incluyendo los altos dignatarios de la Iglesia Católica a nivel local e internacional, no logran advertir con claridad qué es lo que Christopher Hartley busca ahora, qué es lo que realmente se esconde detrás de esta campaña contra el país.
Léanlo bien: lo que este señor busca ahora es la suspensión de la cuota azucarera en el mercado preferencial norteamericano y en el mundial.
Ustedes se imaginan las funestas consecuencias que provocaría para la débil economía dominicana la suspensión en estos momentos delicados de la cuota azucarera preferencial que gozamos en los mercados de Estados Unidos y otras importantes naciones.
La realidad es que Christopher Hartley, a pesar de que fue sacado compulsivamente de la comunidad de San José de Los Llanos en San Pedro de Macorís por todas las diabluras que patrocinó y ejecutó en franca violación a muchas leyes dominicanas y enviado como castigo a Etiopía, Hartley no cesa en promover acciones contra nuestro país, poniendo a circular decenas de falsedades, entre ellas de que aquí en nuestro país cometemos supuestos maltratos contra trabajadores haitianos y de que se violan los contratos de trabajo.
Ahora debemos denunciar con propiedad que este señor está difundiendo a nivel internacional que no somos una nación segura, que el caos se ha apoderado del país, que las huelgas y los conflictos sociales están a la orden del día y que por tanto no somos un destino idóneo para los turistas.
Aquí en nuestro país, el cura Chistopher Hartley tiene su lugarteniente en la persona de la Dra. Noemí Méndez, quien trabaja para el Centro de Asistencia al Inmigrante (CEDAiL), dependencia- de la Iglesia Católica,-quien con frecuencia-visita los campos de Los Llanos arengando a los trabajadores a presionar a los patronos para que los doten de documentos de residencia nacional.
La Iglesia Católica, en lo que respecta a Christopher Hartley, nuevamente debe solidarizarse con nuestra identidad dominicana, y plantear a los superiores inmediatos del padre Hartley los graves daños que en sentido general provoca a RD la negativa campaña internacional que promueve.
Con su actitud Hartley busca que nuestro país sea sancionado ante organismos internacionales y que se suspenda 1a cuota de exportación de azúcar hacia el mercado preferencial de EEUU y hacia el mercado mundial, amén de que busca, como ya hemos dicho, que los turistas europeos se abstengan de visitar nuestro país, lo que asestaría un duro golpe a nuestra economía.
De manera que todos los sectores sensatos del país, sobre todo la Iglesia Católica, deben rechazar, repudiar y objetar estas barrabasadas de este cura, quien fue expulsado del país luego de cometer graves anomalías en el desempeño de su ejercicio ministerial en San José de Los Llanos.
Sobre Christopher Hartley, la Iglesia tiene la palabra nuevamente.
Autor: RAMON A. CABRAL
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