Haití: siempre presente

Escrito por: EUCLIDES GUTIÉRREZ FÉLIX ( informacion@elnacional.com)

El autor de esta columna ha escrito tanto, tratando innumerables temas, sobre el caso de Haití y la República Dominicana. Hemos escrito mucho, muchísimo, y también desde hace más de veinte años, tal vez veinticinco o treinta, hemos hablado acerca de Haití, sobre Haití y lo que fue Haití en sus orígenes como pueblo independiente a partir de enero de 1804, que agotamos durante más de cinco años ese tema en el programa “Revista 110”, que producía Julio Hazim, acompañado de Consuelo Despradel y Machi Constant, en Radio Santo Domingo Televisión, llamada hoy con un nombre que nadie sabe lo que quiere decir. Haití, presente en nosotros las veinticuatro horas del día, todas las semanas, los meses, y en los momentos que vivimos y de aquellos que faltan por vivir. Haití, que se ha convertido en una carga pesada, muy pesada, en los hombros de nuestro pueblo, que vive también una poderosa y agresiva conspiración internacional a la que sirven un grupo de vociferantes dominicanos, mujeres y hombres, agentes asalariados de esa conspiración.

Ahora, recientemente, llegó a la República Dominicana una damita estadounidense del clan de los Kennedy, que irrespetuosamente y acompañada de una señora haitiana habló muchísimas pendejadas. Se supone que somos un Estado soberano, republicano, independiente y dueño de nuestro destino porque así nos presentamos en el escenario internacional. Y es necesario recordar que en el concierto de los países hispanoamericanos sub-desarrollados no somos el más pobre, ni el más necesitado, tampoco el más atrasado, ni mucho menos estamos ubicados en el triste calificativo de “Estado fallido”. Así lo pregonó, hace muchos años aquí un sociólogo diletante, o aprendiz de brujo, de origen francés, sospechoso por muchas razones, hace muchos años. Siguiendo el camino de ese personaje recordado, la señora Kennedy visitó la presidencia de la República, la Junta Central Electoral y el Ministerio de Interior y Policía, acompañada de la señora haitiana, reclamando el cumplimiento del gobierno dominicano para otorgar la nacionalidad nuestra a los residentes ilegales de Haití en nuestro territorio. Nosotros proponemos formar una asociación de defensores de aquellas personas oriundas de la República Dominicana que residen en los Estados Unidos, Puerto Rico, España, Francia, Italia, Venezuela, para que se le otorgue la nacionalidad que le corresponde, no importa que como residentes estén en el terreno de la ilegalidad. Así todo estaría en igualdad de condiciones.

Vamos por buen camino, ignoramos si el camino es corto o largo, aunque estamos convencidos de que no es el mejor sendero para marchar hacia el futuro. Que resuelva el gobierno de la señora Kennedy junto con el de Canadá y Francia los problemas del pobre pueblo haitiano, que cada día que transcurre, en su indetenible y fatal proceso de desintegración, confiere la razón a Juan Bosch, el Maestro inmortal de los dominicanos, de que Haití desde hace tiempo se ha convertido, solamente en “un conglomerado humano”.

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