Miércoles 12 de Mayo de 2010 Pedro Domínguez Brito
El PLD ya no es el partido de nuestros sueños, pero en nuestra realidad, entre los grandes, es el mejor que tenemos, y por mucho.
En el PLD, los hombres y mujeres honestos, trabajadores y con vocación de servicio representan un porcentaje mayor que los que existen con tales condiciones en los demás partidos del sistema, incluyendo los pequeñitos.
En el PLD, las virtudes sobrepasan los defectos; la disciplina, en momentos de crisis, puede exhibirse como trofeo; el liderazgo es respetado y valorado; y Bosch todavía es una referencia de conducta para parte importante de sus cuadros.
El PLD modernizó el Estado, donde en un santiamén se cambió el caos y la corrupción generalizada por el orden y la transparencia.
Citemos algunos ejemplos de nuestra cotidianidad, que se ven y se sienten, como Aduanas, Impuestos Internos, Pasaportes, Amet, licencia de conducir, Ministerio Público… El cambio ha sido evidente, y es en las instituciones de este tipo (que dan la cara a la población en el día a día) donde de verdad se nota la voluntad de quien dirige y se destaca la visión de un gobierno.
El PLD es un partido maduro, que sabe lidiar con sus asuntos internos, que su militancia respeta las decisiones de su dirección, y ese trascendental hecho lo diferencia también de los otros, de esos que pelean hasta con su sombra, que son incapaces de abrazarse con sinceridad, que la paz y la armonía los aterra, y para nadie es un secreto que si no se puede controlar la casa, mucho menos se puede gobernar a terceros.
El próximo 16 de Mayo juzguemos los hechos de cada uno. Olvidemos eso de avanzar en el 10 para ganar en el 12 que algunos pregonan desde la oposición, porque si lo pensamos bien lo ideal es que retrocedan en el 10 para que vuelvan a perder en el 12, que los peligros de un salto atrás no podemos asumirlos.
Sería una irresponsabilidad de nuestra parte echar nuestro voto para volver a un pasado de malos recuerdos, arcaico, aún reconociendo que entre los blancos hay mucha gente buena, con sólidos principios éticos.
El país no se acabará si elegimos mal, pero será menos vivible. No nos arriesguemos.
A pesar de que nos falta mucho por hacer, vamos caminando, con fe y esperanza en un mejor porvenir. Por ello, este 16 de mayo, el PLD merece nuestros votos congresual y municipal.
Pedro Domínguez Brito es abogado
http://www.blogs.elcaribe.com.do/articulistas/pedro-dominguez-brito/4930-por-el-pld-a-conciencia.html
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