sábado, 26 de noviembre de 2011

Discurso Dr. Marino Vinicio Castillo con motivo alianza FNP - PLD - Danilo Medina



Discurso del DR. MARINO VINICIO CASTILLO R.
En ocasión del Pacto de Alianza firmado con el PLD
En la sede de la Escuela de Formación Política
El Pozo, San Francisco de Macorís

6 de noviembre del 2011


1. En mi larga vida creo no haber participado en un evento político tan singular como éste. Es solo comparable con el Acuerdo de Alianza de Diciembre del 93 donde la figura de Juan Bosch imponía el acero debido a sus lealtades.



2. Se lleva éste a cabo en una escuela de Formación Política de un partido que durante su larga existencia no ha tenido ciertamente un desarrollo cuantitativo relevante, aunque ha sabido gravitar en las circunstancias nacionales con un peso específico interesante por la solidez de sus posiciones.



3. Esa “pequeña pero aguerrida fuerza” a que se refiriera un importante liderato de la nación en rueda de prensa internacional en Puerto Rico, a raíz de los dramáticos acontecimientos electorales e institucionales del año 94, se fundó aquí, en este mismo lugar. Para su Escuela Política se reservó el honor del nombre del Presidente Ramón Cáceres, un insigne dominicano que, luego de participar en forma señera en la decapitación del despotismo, junto a un grupo de patriotas se refugiara en este campo tan entrañable.



4. El nombre de esta ubérrima tierra se inscribió en la historia cuando salieran desde aquí mismo los ases de la liberación del 99, alcanzando el poder en el año 1901, luego de la jornada de la llamada Revolución de El Pozo.



5. Tres figuras sobresalientes de hoy, cada una en su ámbito respectivo, con magnitudes propias, constituyen el centro de la atención que suscita este encuentro.



6. Sólo me corresponde ser un sereno y apacible relator de sus raíces y motivaciones y, antes de hacerlo, querría introducir un elemento sentimental, algo de poesía, al echar de menos la presencia del árbol más bello y frondoso del valle del cibao, bajo cuya sombra se fundara la Fuerza Nacional Progresista (FNP).



7. Era nuestra Anacahuita de 164 años, a la que viera con asombro desde muy niño ya con sus dimensiones colosales. La edad y las tormentas la suprimieron de este escenario.

8. Pero bien, ¿cuáles son las tres figuras sobresalientes a que he aludido? Leonel Fernández, en su tercer período presidencial, en el momento del pase de antorcha, quien le imprime carácter histórico con su presencia.



9. Danilo Medina, teniendo ya la antorcha en sus manos como candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, que asiste al mismo con la clara misión de promover un alto grado de unidad nacional en momentos en que la República lo necesita en términos de crucial exigencia.



10. Pelegrín Castillo, candidato a la presidencia de la Fuerza Nacional Progresista, ofreciendo una muestra de desprendimiento y comprensión, que viene a unirse a sus dotes de ciudadano ejemplar, de patriota integral, que ha sabido estar a la altura de las más altas y sanas expectativas de la nación en su condición de legislador obrando con limpieza y entrega en los cometidos más constructivos de progreso y superación nacionales. Aquí debo confesar mi embarazo al elogiar al hijo, como figura pública. Pero, es que no temo a la exageración del halago cuando busco ser justo.



11. Y ustedes, mis queridos hermanos y compañeros, hermanas y compañeras, en esta reunión del afecto y el deber, que más que testigos, son parte del mismo, concebido como está bajo la inspiración de servir mejor a la nación una vez más.



12. Desde luego, sería imperdonable de mi parte desperdiciar una oportunidad como ésta y renunciar a pensar en voz alta, como se ha de hacer en toda reflexión, aunque con ello abuse de su tolerante paciencia.



13. El PLD, he dicho desde siempre, fue el resultado de una luminosa previsión estratégica, hija del genio político de Juan Bosch.



14. Juan Bosch, que tenía ya asegurada su proceridad de múltiples maneras, fue el coloso del coraje político que a sus 64 años supo migrar y apartarse del partido que había fundado en el año 39 del pasado siglo bajo el predicamento fuerte de que había la necesidad de un nuevo y supremo esfuerzo, como lo era la creación de un partido político diferente, cuando sus luchas tremendas durante 34 años en su organización originaria las sentía naufragar. Soñó algo que le reflejara a su imagen y semejanza.



15. Había sido actor fundamental de acontecimientos y sucesos nacionales que pasaron desde la lucha insomne del exilio a la brillante experiencia del poder alcanzado en urnas, hasta que siete meses después de aquella aurora democrática resultara desconocido, vituperado, arrojado hacia el exilio nuevamente.



16. Se le escarneció de mil modos cuando habló del nuevo sueño del Partido de la Liberación Dominicana; lo tildaron de alucinado y fueron pocos los que le acompañaron durante un prolongado inicio que llegó a hacer suponer que el pueblo había perdido interés en creer y respetar su idealismo. Sólo el fuego de su carácter y la indicación profunda de la predestinación pudieron hacer realidad su crecimiento geométrico hasta llegar al momento culminante de su vida brillante en que se le vio agigantado propiciar el ascenso al poder de su entrañable partido morado con su estrella amarilla.



17. Así, el partido de Juan Bosch supo venir desde su ensueño hasta agotar tres experiencias presidenciales y triunfos populares notables en el plano congresional que han servido para hacer una demostración sostenida de que el pueblo se fue realojando en la creencia de que el partido resultaba merecedor de su apoyo.



18. Ahora bien, Juan Bosch no está entre nosotros; nos queda ciertamente la roca de su recuerdo, el hombro de su pensamiento, el referente de su recta conducta, de su honestidad de ilimitado horizonte.



19. Hoy como nunca se siente la proverbial inquietud que plantea la cuestión de saber ¿qué hacer?.



20. La respuesta segura es: proseguir; comenzar sin dejar de preguntarnos ¿cómo es el presente? ¿qué entiende y piensa el pueblo en los distintos niveles de su composición? ¿en qué medida dos períodos presidenciales sucesivos han podido fatigar su afectuoso seguimiento? ¿cuál ha sido el papel de las crisis, tanto heredadas como sobrevenidas desde planos mundiales, para mermar o distorsionar, según se dice, la simpatía pública que tanto ha servido a la legitimidad del ejercicio del poder democrático? ¿en qué medida ese ejercicio de poder ha podido ofrecer oportunidad a indefinibles “intereses especiales”, así como a aquella aciaga organización política, alejada temporalmente del poder, para pretender exasperar a la nación y llevarla al extravío de que hay que cambiar lo que está, porque ellos, pese a ser un nuevo “salto al vacío”, podrían hacerlo mejor que el partido de Juan Bosch? ¿El partido podrá reponerse de aquellas coyunturas episódicas que perturbaran su blindada cohesión hasta llegar a vencer, de una vez y para siempre, todas las murmuraciones sobre posibles desencuentros tan temidos y tenidos como irreconciliables?



21. Esas y otras inquietudes bulleron en mi espíritu como preocupación hasta hace poco tiempo. Ello me lleva a hablar, pero no para reprochar ni azuzar disidencias, sino para prevenir del peligro inmenso de prescindir de un vigoroso idealismo que nos mantenga fuertes en un reencuentro fraternal a todos cuantos hemos estado estrechamente comprometidos con esas experiencias de poder.



22. Hablé de proseguir: ¿Y cómo hacerlo?



23. No nos debe bastar la consigna “memoria contra el olvido”. Es preciso hacer demostraciones terminantes de que se protegerá lo mucho que se ha hecho bien y que seremos drásticos corrigiendo lo que puede estar mal, sobre todo, que haremos lo que no se ha hecho o no se ha podido hacer.



24. El pueblo, que mantiene sus mayorías comprometidas en el apoyo, necesita y merece un aumento de las seguridades del cumplimiento de nuestras propuestas.



25. Hoy se firma un nuevo Pacto de Alianza. Ya se habían firmado otros tres con Leonel Fernández, luego del básico y paradigmático del año ’93.



26. ¿Cómo pueden estar entendiendo las Partes de este Acuerdo la realidad de su contenido?



27. En todo lo pactado, hasta ahora, ha sido notable el interés de la Fuerza Nacional Progresista de participar y concentrarse en cuestiones netamente programáticas. Y, en verdad, Leonel Fernández ha sido respetuoso y comprensivo ante nuestras posiciones, al grado de que hoy hay áreas sensitivas del gobierno que cuentan con nuestra participación responsable, tales como Migración, Autoridad del Mar, Drogas, Ética y Combate a la Corrupción.


28. Danilo Medina está bien consciente de la calidad de nuestros propósitos y los ha asumido con simpatía. Su lema de campaña lo vemos como un eje natural del acuerdo, porque también hemos mantenido posiciones que se avienen a sus propuestas.



29. Nosotros, especialmente Pelegrín, hemos mantenido un predicamento parecido, que no dejo de admitir me creó incomodidades, al grado de llegar a decir que tenía el conflicto entre dos hijos, uno biológico y otro afectivo.


30. Lo cierto es que Leonel Fernández es un hombre, no solo excepcionalmente decente y prudente, sino un intelectual recio que no teme a las ideas y le fascina discutirlas.


31. Su modestia innata y su sencillez creo que le han llevado a ver tal eslogan como justificable, pues lo que contiene es una advertencia realista que cabe hacerla frente a cualquier gobierno, por eficiente que haya sido.



32. Leonel Fernández, en lugar de envanecerse y pretender que todo está bien, que no ha habido errores, deficiencias o fracasos, lo que se ha propuesto es asumir la demostración de las muchas cosas positivas de su gobierno que, cuando son comparadas con aquellos aspectos negativos que se le censuran, dejan ver lo brillante que ha sido su desempeño.



33. ¿Cuál ha de ser nuestra tarea de hoy, pues? Lanzarnos a las calles y los campos a hacer la prueba de lo positivo que se ha hecho y, claro está, contrastarlo con el nefasto período presidencial precedente.



34. Se me ocurre adelantar un esquema bien simple: Seleccionar aquellas áreas de políticas nacionales fundamentales a fin de establecer las diferencias abismales que existen entre los recursos asignados por esta administración de gobierno y la precedente en su aciago tiempo.



35. Señalar, por ejemplo, lo siguiente: En Educación, Salud Pública, Sistema Dominicano de Seguridad Social, Seguro Nacional de Salud, Medicamento Popular, como en otras tantas áreas de la gerencia pública, cuantas veces aparece el contraste entre una administración de gobierno y otra, se hace una prueba irrefutable de la eficacia del conocimiento frente a los tumbos de la ignorancia. Lo que me parece ideal para difundir esto es hacer spots televisivos potentes con el material que viene publicando en la prensa escrita la Dirección de Información, Prensa y Publicidad, bajo la rúbrica “Hechos, No Palabras”.



36. Ahora bien, en cuanto a las responsabilidades del futuro, amigo Danilo Medina Sánchez, usted se ha impuesto por su propio lema tres esfuerzos diferentes, pero compatibles y concurrentes. El tercero, “hacer lo que nunca se hizo”, es el más promisorio y esperanzador, pero el que exige más de sus convicciones al comprometerse.



37. A grandes rasgos, me atrevo a proponer algunas cosas acerca de áreas donde cabe el alto propósito del Lema, por ejemplo: Energía renovable y no renovable. Le he visto visitar en términos muy auspiciosos al Brasil. Ya había oído hablar a Leonel Fernández con el ex Presidente Lula Da Silva en El Salvador sobre el problema petrolero; he oído de su viva voz al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el gran amigo de la República Dominicana Hugo Rafael Chávez Frías (que hoy libra una batalla más, la de la salud perdida, y que nosotros los dominicanos debemos de orar por su restablecimiento), le he oído mencionar las prospecciones interesantísimas del Acuerdo de Petrocaribe, así como nuestra posible participación en la explotación petrolera en la Franja del Orinoco correspondiente al área reservada al Caribe.



38. Todo ello significa para la República Dominicana nuevos horizontes que pueden ser prodigiosas oportunidades de cambiar radicalmente su destino. Por ello me digo: Qué interesante fuera que con la Presidenta Dilma Rousseff y su gobierno de Brasil se pudiera hacer la aproximación debida para la exploración petrolera. Cuba recibió de Petrobras de Brasil algún apoyo y ha avanzado en ese campo ¿Por qué no podemos intentarlo los dominicanos? Esta es una de las mejores vertientes de la conveniencia nacional de que el Partido de la Liberación Dominicana prosiga en el poder.



39. Otro aspecto que vendría a ser tarea de un gobierno que se proponga hacer cuanto no se ha podido hacer, residirá en la necesidad de defender el interés nacional en las previsibles contestaciones frente a algunas potencias de la tierra que puedan cuestionar nuestra condición de Estado Archipielágico. Conforme a la Convención del Mar de Naciones Unidas se nos hizo posible tal condición mediante la Ley No.66-07 del 22 de mayo de 2007; es preciso animar al pueblo para que se haga cargo de esa conquista con su fervor de siempre, luego de enseñarle que en virtud de esa ley y de esa Convención nosotros tenemos en la plataforma submarina como mar territorial 12 millas, así como una zona económica exclusiva que pasó de 242,607 kms2 a 380,222 kms2 y una zona contigua que pasó de 47,760kms2 a 50,528 kms2, es decir, que a los 48,000 kms2 del territorio terrestre con que contamos se le han venido a sumar esas áreas inmensas, que albergan posibilidades jurídicas de explotación diversa del fondo del mar, que es donde están las mayores riquezas del mundo según todas las estimaciones y vaticinios del orden técnico mundial.



40. Esos son campos que requieren una intensificación muy penetrante de las acciones de nuestro Estado y para ello necesitamos alentar patrones de unidad nacional hasta ahora desconocidos. Desde luego, asumir esos retos implica contar con una colaboración leal y certera, de calidad ética irrefutable y de gran énfasis.



41. Me atrevería a citar, casi al desgaire, un perfil de conducta deseable: en estos días sentí una gran satisfacción cuando supe de una de esas intrigas internacionales contra el Diputado Pelegrin Castillo, que apareciera en uno de los llamados Wikileaks.



42. Allí es definido por los extranjeros en su insana murmuración como explosivo e intolerante, dado que se opondría a que Estados Unidos, Inglaterra y Holanda pudieran echar abajo esa condición de Estado Archipielágico de nuestro país. Esos son los gestos y conductas posibles que al país hay que mostrarle para que aumente su confianza en el futuro. Posiciones como esas son las que hacen interesantes los partidos políticos para servir a la nación lealmente. Claro está, poniendo de relieve que a los poderes de la tierra les puede preocupar la ley del Estado Archipielágico, en cuya impulsión Pelegrín fue determinante; no así parece preocuparles su Ley Antiterrorismo que, teniendo alcances de conveniencia universal, para ellos representa un aporte valioso a su seguridad. Se trata del doble rasero conocido.



43. En otro tenor, amigo Danilo Medina, hay componentes de su lema de campaña que son muy sensitivos, uno de ellos es la corrupción. Los intereses especiales, de un lado, y aquella parte de la población que perdiera el acceso al poder desde el 2004, contando con un apoyo mediático tan intenso como inexplicable, han logrado crear percepciones oscuras, graves y mortificantes sobre el estado general de la administración actual acerca de ese escabroso tema de la corrupción.



44. Yo que he permanecido viendo al Estado por dentro, examinándolo dependencia por dependencia desde la atalaya de la Comisión de Ética y Combate a la Corrupción; que he visto los programas y he sabido y comprobado que hay tanta gente valiosa de nuestro país comprometidas en los esfuerzos de echar adelante las tareas tremendas del mejoramiento ético y generalizado de la administración, puedo asegurar que hay muchas cosas valiosas que defender. Desde ahora puedo afirmar que a esos fines se puede contar ya con un verdadero arsenal-fuente en los trabajos, que durante más de un año, se han venido realizando en la Iniciativa Participativa Anti-Corrupción (IPAC).



45. No hay dudas, sin embargo, de que en esa batalla de opinión estuvimos llevando la peor parte hacia la percepción pública; algo que hizo necesario el uso de ese método meticuloso del examen del Estado por dentro para poder establecer su realidad; ya es posible, en virtud de ello, salir a demostrarle al pueblo que el patrón del comportamiento general de la inmensa mayoría de los servidores públicos esforzados y serios con que contamos, es una cuestión irrefutable.



46. En todo caso, sigue siendo obvio que se trata de una tarea interminable. En estos días, en ocasión de las distintas actividades del organismo que me toca presidir, he estado utilizando un ejemplo que permite alcanzar la comprensión de la complejidad del trastorno: China.



47. Segunda potencia económica del mundo; regida por un gobierno comunista aunque de economía abierta con patrones capitalistas, que sabe fusilar a sus corruptos con escalofriante presteza, al celebrar el aniversario cincuenta de la fundación de su República Popular destacaba como punto esencial de sus preocupaciones actuales el gravísimo problema de la corrupción, que apenas ha podido controlar y reducir.



48. Claro, lo anterior no sugiere que se deba de abandonar el combate y rendirse, como si nada se pudiera hacer. Se trata más bien de algo que sirve para ilustrar sobre la dureza de los términos de la batalla.



49. De todos modos, amigo Danilo Medina, téngalo muy presente a fin de mantener los esfuerzos de enmiendas impostergables que se promueven desde esa experiencia del IPAC, ya mencionada, que fuera recomendada y suscitada por el Presidente Leonel Fernández para dar cumplimiento a las líneas de evaluación del desempeño de los Estados que provee la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción; será su deber impedir que se aletargue y sufra retraso alguno tal esfuerzo, que debe de ser una política nuestra de gran aliento y permanente.



50. Por otra parte, en cuanto a la tragedia del Crimen Organizado, su droga y la secuela terrible de su adicción, no le diré mucho en este escenario; preferible es conversarlo profundamente en otros ámbitos. La clave es tener presente que se trata de nuestra más temible maldición.



51. El Presidente Leonel Fernández ha luchado en forma ejemplar y seria con el conflicto; ésto lo prueba el barrido que se hiciera de nuestros cielos contra los vuelos delictivos mediante la adquisición de un escuadrón de ocho aviones Super Tucano. Asímismo, la intedicción ha sido progresiva y creciente frente al ataque del gran mal que se derrama en el Caribe como consecuencia directa de la efectividad del Plan Colombia y de la Iniciativa Mérida.



52. Organice las energías necesarias para recordarle a los Estados Unidos de Norteamérica que cuando se diseñaron y se pusieron en práctica esos programas de interdicción en el centro del tráfico, no se previó cómo se derramaría el crimen hacia los bordes periféricos donde estamos situados nosotros, que hemos tenido que padecer un incremento pavoroso de las actividades de lo más temibles carteles de la droga del mundo.



53. Ahora bien, en esta parte esencial de las tareas del gobierno es una verdad de a puño que siempre quedarán muchas cosas pendientes por hacer; sobremanera, porque la pro-tutela logística regional de Estados Unidos, no sólo se ausentó entre los años 2000 y 2008, sino que, aún hoy, no termina por expresarse en forma vigorosa y sincera, algo que hace muy injusto el tratamiento desigual de recriminaciones que mantiene su autoridad, sin reconocer sus fallas propias.



54. Yo, que al terminar mis jornadas de vida comienzo a ver luz en las sombras extensas del valle consabido, puedo testificar cuán difícil y problemático ha sido revertir el desastre que ocurriera entre los años 2000 y 2004. Cuando dejamos las responsabilidades en el año 2000, el estado de cosas en esa área jamás se podría comparar con el colapso tremendo de la perforación de las instituciones y estamentos que el Crimen Organizado produjera luego en nuestro desmedro. En una sombría convergencia con la peor administración de gobierno de nuestra historia se nos arrimó a abismos insospechables en cuyas inmediaciones todavía permanecemos, pese a la resistencia que hemos podido ofrecer. Es en esta encrucijada que el pueblo tendría como dilema: recordar o perecer.



55. Debo hacer un alto verdadero, aquí y ahora, en razón de que mi reflexión será más esencial y me impone la obligación de ser rigurosamente franco.



56. Para nosotros resulta crucialmente necesario mantener relaciones bien acopladas con los Estados Unidos de Norteamérica en este campo. Algo que significa la utilización de sus medios tecnológicos avanzados y todo lo que puedan ellos aportar en la lucha regional que venga a aumentar nuestra eficacia.



57. Ahora bien, ¿cuál es el peligro que ha venido ofreciendo esa relación de cooperación? El peligro consiste en el uso posible que se le quiera dar al desempeño nuestro para atender a otros fines y propósitos de geopolítica.


58. Voy a citar dos situaciones que pueden servir para entender cuanto expreso. En mayo del pasado año, en ocasión de una conferencia celebrada en el Departamento de Estado sobre la Seguridad del Caribe en relación al trastorno de la droga, expuse, no sin severidad, cuáles habían sido nuestros sacrificios y censuré la prolongada ausencia de esa pro-tutela logística desde el año 2000 hasta el año 2008. Es más, a la propia Secretaria de Estado, Hillary Clinton, le escribí una carta en la que expresaba más detalladamente la situación surgida entre nosotros en esos primeros diez años que iban del siglo. Me favorecía el hecho de que fue durante el periodo de gobierno 1996-2000 cuando su brillante esposo, el Presidente Bill Clinton, gobernaba Estados Unidos y Leonel Fernández en la República Dominicana, donde los niveles de eficiencia en el desempeño de la lucha común alcanzaron la satisfacción de todos. A la señora Clinton, de seguro, tales cosas no le pasaron desapercibidas.


59. Por ello, cuando ahora nos visita por unas cuantas horas y plantea en forma simultánea aspectos que rozan sensiblemente nuestros fueros de soberanía relacionados a ciudadanía, migración y derechos humanos, resulta injusto que se sugiera, además, la vigilancia de su gobierno al apoyo posible que se le pueda estar dando al tráfico de drogas en la región. A mí me pareció una exigencia geopolítica insular, que no por elíptica deja de ser inconducente.


60. Lo digo convencido de que los norteamericanos conocen mejor que nadie cuál ha sido la calidad del esfuerzo que se ha hecho para tratar de revertir el desastre que dejara la administración de gobierno precedente, la cual contara con el silencio y la pasividad de su gobierno, posiblemente embarazado por el hecho de pertenecer a una Coalición organizada para llevar a cabo la guerra de Irak, que resultara, a los fines nuestros, una dolorosa “patente de corso” que impidió las denuncias públicas en el plano internacional.



61. Ese silencio sobre la droga en nuestro medio y el aposentamiento de su tráfico con una intensidad desconcertante que infiltrara y dañara estamentos insospechables de nuestro país, fue también un uso de la geopolítica, ya en el plano mundial. Algo más que inconducente, decididamente perjudicial y dañoso.



62. Para esas cosas, amigo Danilo Medina, se tendrá que contar, no solo con las energías que me he permitido sugerirle organizar, sino con mucho conocimiento de la dinámica de la lucha transnacional contra el tráfico de drogas.



63. En fin, en la parte final de mis reflexiones está el mayor encargo de mi alma, amigo Danilo Medina: El campo.



64. En él permanece aún lo mejor de nuestro pueblo; en su seno de carencias se debaten valores nuestros superiores, mal reconocidos; ahí están el sudor y el esfuerzo; las luchas y el denuedo silentes en desafío de los elementos, con tal de hacer parir la tierra para el alimento.



65. Apoye el campo como reserva suprema nuestra; sea usted todo el tiempo el aliado de sus esperanzas, su exclusivo Ministro. Cuídese de que nadie le cuente intrigas para denigrarle con murmuraciones acerca de sus habilidades y de una supuesta falta de pureza de su dedicación al trabajo. Lo único cierto de esa hecatombe es la pobreza de sus estratos más sumergidos y las limitaciones de los emprendedores incansables que creen en la producción agropecuaria como un deber místico frente al pueblo.



66. Ese es mi encargo del alma y no creo encontrar un lugar más apropiado para expresarlo, pues, setecientos catorce campesinos, vinieron aquí, a fundar nuestro partido, allá por el año 80, y les prometí luchar por su causa hasta el final de mi vida.



67. Y para que aquello no se desvaneciera nuestro símbolo pasó a ser un hombre con un arado. Algo que tiene una significación sublime porque, tal como dice el evangelio, el compromiso es indestructible cuando lo preside la fe: “El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios” (Lucas 9, 51-62).


68. Perdonen la desconsiderada duración de mi discurso, pero ocurre que a mi edad no se puede evadir la aprehensión de que cualquier discurso resulte el último. De ahí la compulsión de hablar tanto tiempo, como si se tuviera la necesidad de dar a las palabras un extraño y cálido acento testamentario.


69. Al mirar hacia atrás lo hago sólo para hacer comprender lo arduo del futuro, como forma de no alejarme del evangelio.


70. Le daré, amigo Danilo Medina, una visión lineal y un tanto esquemática del gravísimo trastorno, a mi entender:


a) Hubo un esfuerzo de legislación magnífico para hacer justicia social profunda al través de la modificación sustancial del Régimen de Tenencia de Tierra; una verdadera creación de estatus que me permití llamar en todo momento “Estatuto de Vocaciones para la Conversión del Ciudadano Civil-Electoral en Ciudadano Económico incorporado con dignidad al sistema productivo nacional.”



b) La implementación de aquel programa fue parcial y restringida en razón de que se combinaron dos factores muy nocivos: uno, Los intereses tradicionales acerca de la tierra que abominaron de la posibilidad de justicia social mediante la atribución de titularidad nueva y generalizada; y el otro, la falta de mística en la burocracia para poder impulsar propósitos de gran énfasis transformador. En tales condiciones la voluntad política superior del líder de aquel programa no pudo bastar para su éxito.


c) Todo aquello coincidía con un incremento vistoso de planes de viviendas populares o de fácil acceso, que en la capital como en las otras ciudades mayores supo convocar y movilizar las energías de la construcción, suscitando una excitante perspectiva de que lo ideal era llegar a la capital y abandonar la vieja y olvidada comarca rural.



d) Por ingenuidad, quizás maliciosa, esa tendencia al desarraigo del campo fue estimulada mediante campañas y afirmaciones engañosas en el sentido de fijar como una muestra de progreso y vanguardismo el hecho de que la proporciones respectivas del 60 y el 40% que permanecían en el campo y en las ciudades se habían invertido. Era una forma de desfigurar y despreciar el heroísmo de permanecer en el campo y por ello se le señalaba como muestra de atraso y rezago.


e) No se quiso comprender que todo aquello conducía a un peligroso espejismo; que más bien constituiría una fuente de resentimientos indóciles y que la primera generación del campesino emigrado, o la llegada de niños de muy temprana edad a los aros marginales de las ciudades, se encargarían de desarrollar traumáticas confusiones de identidad que se convertirían en ímpetus y mentalidades inadaptables, que acentuarían las diferencias y separaciones de los planos poblacionales y que todo ello se encaminaría, a la postre, a la generación de violencias incontenibles.


f) Muchos no pudieron preveer, claro está, que la droga y su tráfico se alojarían en esa conflictividad como áreas mayores de rebeldía donde reclutar jóvenes que sirvieran para la impulsión del miedo difuso que entraña su procuración de espacios en detrimento de fueros del Estado y de los estamentos tradicionales.


g) Sobrevino lo peor y ya el presente nos da una prueba desoladora de su letalidad. No es ocioso recordar mi conferencia de abril de 1984, “Tenencia de Tierras, Tensiones Sociales y Marginalidad”, en la que acentuaba mi advertencia sobre las secuelas de aquella cerrazón de la injusticia social y la exclusión. Mi tristísima predicción se produjo apenas a unas horas del genocidio terrible de los días 23 y 24 de aquel mes y año.



h) Leonel Fernández y el PLD asumieron el poder en 1996, cuando estaban muy establecidos el desequilibrio y el desajuste de los dos planos vitales de la sociedad, campo y ciudad. ¿Cuál ha sido su mérito? Que al volver al poder en el año 2004 se asumió la responsabilidad de paliar significativamente la inquietante incomodidad de los conglomerados al través de un vigoroso apoyo a la asistencia social, cuyos alcances se resumen en la lapidaria expresión Tarjeta de Solidaridad. El Dr. Rafael Alburquerque como Vicepresidente de la República ha sido un valioso exponente de la aplicación correcta de ese importante programa de justicia social.



71. Pero dije un paliativo, pues, aunque sean tan justos y útiles los programas de asistencia resultan precarios y de sostenibilidad relativa. Ya se han oído voces desaprensivas que afirman su supresión, de llegar ellos a poder, para desdicha de la nación.



72. En todo caso, jamás se podría comparar esa cruzada de la caridad social con la generación directa de riquezas de que es capaz la tierra cuando se la trabaja a cargo de una población bien respaldada, decididamente importantizada en lo político y en lo económico, impulsada por iniciativas nacionales destinadas a hacer permanecer a su mejor gente incorporadas a las nuevas oportunidades, parecidas pero no iguales, a las que quiso abrir aquella legislación de alcances revolucionarios alrededor del reclamo de tierra.



73. Hoy, los recursos tecnológicos hacen menos acuciante y patética la demanda de tierra y es posible hacer la justicia social mediante métodos de entrenamiento y generación de destrezas en áreas menores para cultivos especializados; sobre todo, haciéndoles girar alrededor de metas de un posible mercado externo atractivo y seguro.



74. Recuerde usted, Presidente Leonel Fernández, cuando en la Fundación Global, Democracia y Desarrollo el respetable profesor y maestro Jack Conchol, que había venido de Chile, se refirió a las prodigiosas posibilidades del uso de las tecnologías para la producción intensiva y el porqué hoy ya no se habla de reforma agraria en los términos de la década del ´60 con el trasfondo beligerante y combativo del reclamo de “tierra para quien la trabaja”. Fue una revelación que me permitió confirmarme en mi creencia de que el minifundista que históricamente se ha tenido como fatalidad de los pueblos venía a resultar el héroe por excelencia, dada su determinación de permanecer arraigado y que lo único que le faltaba era apoyo público para incorporarlo en la producción en el pequeño predio en base a las innovaciones y a las interesantes destrezas del cultivo de hoy.



75. La cuestión espinosa es saber de qué manera se podría intentar una reversión de esos desatinos engendrados por el egoísmo y la miopía de los sectores que se opusieron y bloquearon el esfuerzo social agrario del ´73.



76. En retrospectiva, ya se está en condiciones de saber de sus estragos al sosiego y a la seguridad por obra de sus agresivos miedos.



77. No es aconsejable, a mi modo de ver, acomodarse en la piadosa seguridad social porque, a la larga, será muy difícil hacerla progresiva; es preferible pensar en la importantización del campo, de manera tal que sirva para tornarlo interesante, sobre todo, preciso es repetirlo, ahora que se cuenta con una posibilidad tecnológica mayor que no debería ser asumida como exclusiva o privativa de élites, sino que debe de difundirse y extenderse en las capas populares, de campo y pueblo, para atraer nuevos y vigorosos bríos destinados a la producción agrícola.



78. Y podría ser yo un testigo optimista de la posibilidad de hacerlo, pues cuando anduve haciendo esfuerzos de mera ayuda a la aplicación de las Leyes Agrarias, traté a centenares de peones y echa días que se iban a incorporar a las nuevas parcelas y al cabo del tiempo les he visto a muchos de ellos nivelar esas parcelas con laser; oir de la prodigiosa movilidad social de sus familias.



79. Danilo Medina, fije su atención en esas tareas de desarrollar destrezas y habilidades politécnicas.



80. ¿Estoy soñando? No. Cumplo con un deber; lo que hago es ratificar lo mismo que en este lugar de nuestra fundación columbré hace treinta y un años.



81. En suma, les aseguro, mis queridos amigos Leonel Fernández y Danilo Medina, que si el egoísmo y la arrogancia de ese lucro que suscitan los intereses especiales no hubiesen obstruido el proceso de progreso social emprendido en legislación por el Presidente Balaguer mediante la dignificación del campesinado, tuviéramos hoy una sociedad más justa, equilibrada y confiada. Sin ese fantasma de las poblaciones que se han venido hacinando a fuerza de injusticia y de exclusión generando dimensiones deformes de una conflictividad inmanejable, verdadera cantera de rebeldías y resentimientos.



82. Hay que hacer un regreso sincero al campo para que el desarrollo nacional deje de ser un taimado espejismo tan lleno de asesinismo, miedos e inseguridades. Tal es mi ruego. Que el pacto político que hoy se firma con la gracia de Dios sirva de marco a muchas de sus ideales propuestas. Y ya termino.



83. Cuente usted, Danilo Medina, candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana y futuro Presidente de la República Dominicana, con el acero de nuestra lealtad en este Pacto de Alianza, tal como lo impusiera en su primera prueba la presencia de Juan Bosch. Y con este nombre termino buscando ser elocuente.



Muchas Gracias.

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