miércoles, 28 de enero de 2009

El PRD no sabe ponerse de acuerdo

11:35 PM -
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El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) es una organización que ya tiene muchos años de existencia o de vida política en nuestra nación, la cual ha sabido jugar papeles estelares en los momentos más difíciles de nuestra nación, también ha hecho importantes aportaciones en la lucha por las libertades y los derechos democráticos en nuestro país.

Sin embargo, históricamente es una organización que ha caminado con sus altas y sus bajas, en flujo y reflujo, pasiva y activa, en el poder y en la oposición.

Hemos conocido dos PRD, uno en la oposición y otro en el poder. El de la oposición ha sido un partido combativo, moralista, revolucionario, sano, preocupado por la situación del país, defensor de los sagrados intereses de los sectores populares y más necesitados. El del poder ha sido un partido que ha actuado de espalda a los intereses nacionales, no ha sabido gobernar, ha sido malo, antirrevolucionario, desorganizado, impopular, involucrado en actos de corrupción.

El PRD ha caminado en zig zag y esto no le ha permitido realizar las aportaciones que algunos de sus dirigentes han querido y el pueblo ha necesitado.

Es un partido donde sus dirigentes y grupos que lo integran colocan sus intereses personales y grupales muy por encima de los verdaderos de nuestra nación.

Es un partido donde la mayoría de sus dirigentes (por no decir todos) quieren ocupar, dirigir o controlar los principales órganos de dirección, pero no para hacer valiosas aportaciones para el desarrollo del país, por los cambios del país, sino para buscar provechos y prebendas personales.

Las luchas internas han estado presentes tanto en la oposición como en el poder, y no le han permitido ni hacer una oposición constructiva ni realizar una buena labor presidencial.

Estas contradicciones, que no permiten que esta organización pueda caminar por buen camino, han aniquilado su coherencia y coerción, con su organización, con su educación, con su formación, con su desarrollo.

Hoy sigue atrapada en la lucha interna sin cuartel de sus grupos por dominar los puestos, totalmente muy divorciada de la realidad y del proceso de cambio en el que debemos involucrarnos como nación, y de no buscar un procedimiento efectivo para acabar con esta lucha interna, puede anquilosarse políticamente.

Esta lucha interna no le permite advertir que los sectores populares, y hasta sus propios militantes y simpatizantes, se están cansando de este proceder incorrecto y poco a poco les han ido retirando el apoyo político.

De manera que en el PRD le están dando más importancia a sus diatribas internas que a una posible agenda nacional que nos ayudaría a salir a flote, como es el caso concreto de la cumbre, un evento importante que no ha sido asumido como tal por algunos de sus dirigentes.

Es que, definitivamente, en el PRD no saben ponerse de acuerdo.

Autor: Ramon A. Cabral

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