miércoles, 28 de enero de 2009

A propósito de la lucha interna del PRD

POR MAXIMO SANCHEZ*
EL AUTOR es político. Reside en Raleigh, Estados Unidos.




Antes de hacer cualquier tipo de consideración con respecto a la lucha interna del PRD, es necesario recordar cosas que hoy parecen irrelevantes y que jugaron un papel preponderante en otras batallas. La actividad política es desacreditada a veces por algunos actores políticos que, si no los conociéramos, pudiésemos pensar que se dedican a un oficio muy distante de esta ciencia-arte. Para muestra veamos un botón.

Cuando el ex presidente Hipólito Mejía era ya candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano y a la sazón muchas encuestas le favorecían, se atrevió a decir para distanciarse de la práctica pública de su propia organización que "el 99% de los políticos dominicanos eran corruptos o ladrones" y que los "tigueres" mas grandes estaban en su partido. Una expresión tremendista a la cual no hay persona cuerda que pueda encontrarle explicación. Partiendo de que quien lo decía era el candidato presidencial de un partido mayoritario, hay un montón de preguntas lógicas que se debieron hacer los electores o los medios de comunicación; pero nadie las hizo y se dejó pasar por alto el tremendismo que le ganó la calificación de "político atípico" con que lo premiaron los hacedores de imagen y opinión, lo que le reportó muy buenos resultados en votos de incautos.

En aquella ocasión, al alzarse con la candidatura y luego con la presidencia de la República, Hipólito comenzó a desmembrar los espacios políticos de liderazgos de larga data dentro del viejo PRD. Hatuey Decamps, Rafael Suverví Bonilla y Milagros Ortiz, para solo mencionar los tres mas importantes, quedarían uno fuera del partido y los otros dos relegados a papeles ridículos antes de terminar el cuatrienio. Mejía sabía qué cartas jugar, cuándo y cómo hacerlo. Hatuey conocía su intención y no quiso ser vagón de alguien a quien consideraba intelectualmente inferior (es seguro que con el doctor Peña Gómez su actitud hubiera sido diferente).

En definitiva, cuando comparamos la capacidad de exposición del licenciado Decamps o de la doctora Milagros Ortiz con la del ex presidente Mejía, tenemos una idea de cuál es la inclinación del ángulo de declive del PRD. En una ocasión anterior dije en esta misma página que si el ex presidente quería la candidatura presidencial en el 2012, la conseguiría sin mayores problemas porque Miguel Vargas no tiene la profundidad en sus raíces políticas ni la flema para pelear con una persona como Mejía, identificada plenamente con las características de las bases perredeistas.

Ya me parece ver los cálculos de los especialistas en estadísticas del otrora "buey que más jala". "Un 33% de Hipólito mas el 43 de Vargas nos dará un sólido 76%: no podemos perder de nadie". Hatuey en su momento dió una larga batalla al ex presidente; lo de Miguel será solo una refriega.

http://www.almomento.net/news/135/ARTICLE/25590/2009-01-28.htm

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