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El transporte de pasajeros conocido como "el concho," ha sido un negocio muy rentable, al punto que ha dejado pingües beneficios a sus ya empresarios los cuales, amparados en el sindicalismo, han logrado ver crecer sus fortunas producto del chantaje a los gobiernos de turno y del abuso a los usuarios de ese servicio. Se ha llegado al límite de llamarles "los dueños del país", debido a los constantes desmanes que estos cometen de manera impune yen nombre del sindicalismo.
Así suelen invocar que son padres de familia; y, sobre todo, porque influyen en los procesos electorales a favor o en contra de determinados candidatos a quienes también les ofrecen el servicio de transporte de su militancia a los diversos mítines. Con el paso del tiempo no solo han logrado incrementar sus fortunas sino también su poder. No hay quienes le hagan competencia en sus rutas porque con la ley del vaquero del viejo oeste lo sacan a tiro limpio. Varios gobiernos han hecho ensayos para limitar ese poder y han creado instituciones del transporte público.
El primero de estos esfuerzos fue ONATRATE, seguido de las Banderitas hasta concluir en la OMSA, pero esto no ha logrado disminuirles el poder. Se ha visto cómo de manera medalaganaria estos sindicalistas han paralizado el transporte público dejando en las vías públicas, aún con la inclemencia del tiempo a los infelices trabajadores dominicanos, poniéndolos en riesgo de perder sus empleos por no llegar a tiempo a sus destinos y poniéndolos a pasar todo tipo de trabajo.
Acortándoles las rutas y elevándoles el precio del pasaje, sin contar con los malos tratos que reciben. El país tiene que avanzar hacia el futuro y parte de ese avance es la modernización del transporte público, porque los dominicanos no merecemos tener a estas alturas un transporte a base de esas" voladoras" y carritos destartalados, con un cilindro de gas en el baúl. Los tiempos reclaman un transporte cada vez más colectivizado por el bienestar de los pasajeros, del medio ambiente y de la economía de combustibles. Ahora el gobierno del presidente Leonel Fernández ha iniciado la operación del Metro de Santo Domingo y se ha iniciado el reequipamiento de la OMSA con nuevos autobuses, cuya "telaraña" operacional deberá cubrir todo el territorio de la capital dominicana y probablemente hasta la ciudad de Santiago de los Caballeros, en un proyecto de unos 20 años de duración.
El ensayo del Metro de Santo Domingo, en su primera ruta que cubre de Villa Mella al Centro de los Héroes, ha comenzado a dar su fruto y ya comienzan los chóferes de esa ruta a dar brincos, porque se han dado cuenta que ese oficio tiende a desaparecer a pesar de ser una triste realidad. Tienen que aceptar que poco a poco ellos mismos han ido matando a "la gallina de los huevos de oro.
Autor: Enrique Alberto Ramírez
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