Cuando el secretario general del PRD, Orlandito Jorge Mera, leía en la última reunión del CEN, la agenda, todo el que vio la TV notó el encono de Vicente Sánchez Baret, quien parado voceaba desgañitado “algo” que no se entendía bien por la bulla que había en salón.
Orlandito lo miraba de reojo y seguía leyendo, sin autoridad alguna para mandarlo a callar, como se hace en los partidos civilizados, democráticos y modernos. Pero el próximo ex secretario general del PRD, dio la voz de “¡orden!” porque sabía lo que lo menos que le podía decir Sánchez Baret, un “viejo roble” y dinosaurio que fue presidente de ese partido por el dedo de Peña, es que era un “muchacho” o un “carajo a la vela”, mientras él había dado lo mejor de su vida por la causa, pese a que el PRD le hizo (a Sánchez B.) la vida mucho más digna encumbrándolo. ¡Imagínense si en vez de Vicente, hubiera sido Alburquerque el ‘incidentador’ qué no le hubiera dicho al pobre Orlandito!
Así se manejan los “hermanos” del PRD que, según Balaguer, son como los ‘judíos’, que aquí son unos pájaros negros (carraos o chinchilines): “Se matan de día pero duermen juntos de noche”.
Y debo aplaudirles porque fue una asamblea pacífica, pues si hacemos de las anteriores convenciones cualquier ciudadano medianamente informado de otro país, se espantaría, sencillamente... Pues bien: por eso hay escribidotes, sobre todo que vienen de ese litoral, que yo miro sus garabatos en los diarios, pero no los leo, y cito dos casos: Bacho (que queda muy mal parado en el libro de Manuel Matos Moquete en el episodio de Las Manaclas) y a un joven llamado Salín Ibarra (no sé si será hijo del juez de la Suprema, Julio Ibarra Ríos), que escribe bien, pero compañeros universitarios me han hecho un cuadro sinóptico de sus andanzas.
Me da pena leer sandeces y mentiras baratas aunque estén bien escritas. Por eso no los leo. Pero como Ibarra es joven, parece que no oyó de algunos hechos históricos que horrorizan, como aquél que hizo el PRD a partir del 1978, que obligó a todos los empleados públicos a afiliarse a un tal UGTD, dirigida por JP Gómez y otros “brillantes” sindicalistas (Gómez, cuando el cisma, se fue con Majluta) y era obligatorio, descontado del cheque, la cuota del partido blanco, simpatizasen o no con él. Y eso fue repetido en los gobiernos de Jorge Blanco y de HM.
El PRD se caracteriza por tener los “escrúpulos de María Gargajos”, la mujer limpia que escupía el aceite del caldero para comprobar si estaba caliente antes echar algo a freír. El profesor A. González Canahuate, que fue una vez secretario de Finanzas, fue visto por mí en un pequeño período que me tocó cubrir esa fuente, con una lista en mano voceando como un poseso en los hemiciclos a los legisladores perredeístas, con sus nombres y apellidos, para que pagaran la cuota o si no, “se lo informaré al compañero Peña”, ante la burla y la sorna de esa horda de Atila.
Euclides y Díaz Rúa
Aquí hay que separar “la paja del trigo”, porque aunque el histórico director de Listín Diario, don Rafael Herrera, dijo en un editorial que “todos somos corruptos”, la corrupción tiene gradaciones: los que cogen coimas, los que viven del desorden y los golosos que se roban todo.
Cuando Maritza López era directora de Pasaportes, alguien se inventó que cobraba una cuota obligatoria a los empleados para el PAL, un movimiento de apoyo a Leonel del cual es presidenta.
En esta columna y en la TV dije que eso era una violación a la Ley, y que el PLD no le había enseñado eso a nadie. Cuando Rafael Núñez me dijo que doña Maritza quería hablar conmigo, ella me mostró papeles y dijo que sí, pero que era voluntariamente, que a nadie se le tocaba su cheque.
¡Eso se llama ser responsable! Por eso, Euclides y Díaz Rúa, el último secretario de Finanzas del PLD, han dicho que sí, que los peledeístas cotizan pero “no es obligatorio, ni a la fuerza”. Eso se debe a que el que fundó el PLD, Juan Bosch, estableció desde 1974 que circulistas y miembros, trabajasen o no, tenían que dar lo que pudieran, porque era una forma de “amar lo que es suyo”, que era el PLD, y el primero que cotizaba era él, aparte de que vendía sus libros a la Secretaría de Finanzas del partido con un descuento de 15% (todavía hoy esa Secretaría y la “Fundación Juan Bosch” los venden y le entregan ese dinero al PLD).
Pero no sólo hizo eso, sino que cuando el PLD no tenía dinero al inicio de los 80s., pidió permiso al CP para buscar su pensión de ex presidente, que jamás la cobró después del golpe de Estado del 1963, para entregársela al PLD para la compra jeeps y otros gastos, todo notariado. ¡Así era Juan Bosch! Y si hay algún peledeísta que actúa diferente, es un ladrón; pero eso no es más que otro chisme del PRD para opacar el éxito de la Cumbre de la que se autoexcluyó. Por eso, por higiene mental, es que yo no leo escritos disparatados.
Caso UASD
La bizarra Federación de Estudiantes Dominicanos, de la UASD, que fue dirigida por líderes estudiantiles de la talla de Amín Abel Hasbún, Asdrúbal Domínguez, Hatuey de Camps, Juan Fco. Santamaría y Roberto Santana, entre otros, y que estaba en unos cuartitos malolientes en la 1ra. planta del edificio de la Rectoría, fue, con la ayuda de Leonel, dotada de un hermoso local a la entrada Este, con cubículos, computadoras, etc.
El fin de semana, una banda de delincuentes blancos (estuve el viernes allá) casi destruyeron el mobiliario a pedradas y garrotazos. Ya una vez trajeron a unos vándalos que dispararon con pistolas y escopetas. Veremos que hará el Rector. Y al ex R. Polanco que me pregunte cuando quiera del caos en la secretaría de la Juventud. ¡Ah, PRD, qué hermoso eres en la pluma de Ivelisse!
http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=92108
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