14 Febrero 2009, 11:31 AM
Escrito por: PRÍAMO H. MEDINA P.

En estos días, y a propósito de la cumbre convocada por el presidente de la República, doctor Leonel Fernández, el concepto de “fuerzas vivas”, ha alcanzado una gran notoriedad; unos utilizándolo en forma apropiada, y otros de manera sarcástica.

Las fuerzas vivas, expresión que fue muy común en el lenguaje del extinto ex-presidente Joaquín Balaguer, se refiere a los partidos políticos, a los gremios, a los empresarios, comerciantes, universidades, estudiantes, profesionales, amas de casa, religiosos...

En otras palabras, las fuerzas vivas de la nación son esencialmente los ciudadanos organizados a todos los niveles, que, coaligados, constituyen la voz o expresión más auténtica de la sociedad dominicana.

Los grupos que componen las fuerzas vivas, por un mandato legal, son beneficiarios de lo que en derecho se conoce como “personería jurídica”. Esto es, lo que les permite a cada organización o grupo, accionar en las mismas condiciones en que lo hacen las personas físicas o ciudadanos comunes.

Como lo señalamos antes, los partidos políticos son, el ejemplo más representativo de las fuerzas vivas.

Los partidos políticos no son organizaciones estáticas. Pueden ser mayoritarios en un momento dado y en otro pueden ser minoritarios. El error en que incurren los partidos y muy especialmente sus dirigentes, es creer que su incidencia es inmutable. En muchas ocasiones, lo que conservan es nada más que la personería jurídica, sujeta a ser ratificada en los comicios más próximos.

Una muestra de lo que decimos, es el éxito que, en términos de asistencia y de propuestas, ha tenido la Cumbre que actualmente se lleva a cabo con la ausencia del Partido Revolucionario Dominicano.

Nadie puede subestimar la fortaleza del PRD, pero es muy sintomático que su ausencia en la cumbre, prácticamente no ha tenido ningún impacto.

El PRD, en tanto partido político, no es parte de la cumbre, pero sí, muchos de sus militantes, a través de otras organizaciones o membresias. Es por eso que los partidos deben ser muy cuidadosos al momento de adoptar conductas y posiciones importantes. Sobre todo los partidos nuestros, que son policlasistas.

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