lunes, 2 de febrero de 2009

PRD: dividido y aislado de la sociedad

Vinicio A. Castillo Semán - 2/2/2009

La vetusta dirección del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), narigoneada por el tristemente célebre PPH, ha encarrilado a ese importante partido de la oposición en un progresivo proceso de división interna y aislamiento de la sociedad dominicana. La consecuencia inmediata de la estrategia perredeísta ha provocado la exclusión de la organización (que ha representado un hemisferio electoral importante de esta nación), de la discusión de la trascendental reforma a la Constitución pendiente de conocerse en las próximas semanas y de la celebración de la denominada “Cumbre de las Fuerzas Vivas de la Nación”, convocada por el Presidente Leonel Fernández.

El PRD ha perdido totalmente el rumbo. No se ha percatado ni ha tenido en cuenta para tomar decisiones políticas trascendentales la actual coyuntura de crisis mundial, cuya magnitud no tiene precedente en la historia, y que tendrá necesariamente consecuencias que afectarán a la República Dominicana, fundamentalmente en el crucial envío de remesas y la afluencia del turismo tradicional compuesto por obreros y miembros de clase media de los países desarrollados.

La dirección del partido blanco no ha podido siquiera reunirse, para tomar una decisión con respecto a la gran discusión de temas nacionales que representa la Cumbre de las Fuerzas Vivas, a la que han acudido casi la totalidad de los partidos políticos de la nación y sus fuerzas económicas y sociales más importantes, con lo cual ha quedado ostensiblemente disminuido y políticamente aislado.

El PRD no ha entendido que por encima de las apetencias personales de sus dirigentes, y un grupito de fanáticos radicalizados de sus bases, hay un inmenso segmento de la población que votó blanco hace apenas unos meses, que no quiere que esta nación zozobre en medio de la crisis; que no quiere que este país explote, que se pierda la estabilidad macroeconómica; que no quiere que se produzca un estallido social.

Esa parte importante de la población, que ha beneficiado al PRD electoralmente, quiere igual que la otra que votó por Leonel Fernández y el Bloque Progresista, que en este país haya paz; que los reclamos que se hayan de hacer, se hagan de forma democrática, sin obstruir, sin arrinconar e irrespetar a la figura del Presidente de la República, sin entorpecer la labor de gobierno, sin incendiar el país, que finalmente es de todos, sin importar banderías partidarias.

El PRD debe ver el ejemplo de unidad nacional más palpable que ha ofrecido al mundo en los últimos meses la clase política norteamericana ante los vientos huracanados de la crisis mundial. Los enconos de los demócratas y republicanos, que no son pocos ni pequeños, no han impedido que éstos se pongan de acuerdo en temas trascendentales cuando los intereses de todos los norteamericanos han estado en juego.

Lamentablemente, ese importante partido de la oposición se encuentra secuestrado por un grupo de dirigentes desfasados y desacreditados por su paso por el poder, cuyo único objetivo será sabotear la gobernabilidad del país en los próximos tres años y medio e impedir cualquier esfuerzo de renovación interna, incluyendo su Convención pactada para el próximo mes de junio, para lo cual los dominicanos tenemos que prepararnos para presenciar todo un rosario de artimañas y truculencias a las que nos tiene acostumbrados esa dirección perredeísta, incluyendo los famosos trastrueques de listados.

De seguir el derrotero que ha trazado el pepehachismo, el PRD se adentrará en los próximos meses en un proceso de división interna y de aislamiento progresivo de la sociedad, lo que de ser aprovechado correctamente por las organizaciones que conforman el Bloque Progresista y el reunificado Partido Reformista Social Cristiano, podrían dar como consecuencia una aplastante derrota del partido blanco en las elecciones congresionales y municipales del año próximo, reduciendo significativamente su presencia en el Congreso Nacional y los Ayuntamientos.

El que ve y escucha lo que está pasando en el PRD puede concluir objetivamente que la influencia pepehachista conduce a ese partido al zafacón de la historia, en un proceso de división interna y de aislamiento de la sociedad dominicana.

http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=89729

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