Por Pelegrín Castillo.
1. Si Curzio Malaparte viviera de seguro agregaría nuevos capítulos a su clásica obra “Técnica del golpe de Estado”, ya que sus aportes iniciales han sido superados en los últimos desarrollos prácticos con unos refinamientos insospechados.
2. Cuando los norteamericanos expresaron con relación a la crisis de Honduras: “Ese golpe de Estado no es legal” estaban dando por supuesto que existen golpes legales. Entonces, recordé como en 1994 una Reforma Constitucional encubrió y legítimo un golpe de Estado, que algunos llamarían ruptura del orden constitucional. El pacto por la democracia y la masiva participación electoral en 1996 subsanaron la ilegitimidad de esa acción.
3. En Centroamérica y el Caribe se encuentran en tensión o chocan dos enfoques de democracia: la democracia plebiscitaria que apela a la participación popular en interacción con un líder fuerte y carismático, y que se legitima con un discurso de reivindicaciones en una región de grandes iniquidades y distancias sociales, y la democracia constitucional convencional que descansa en el primado de la Constitución y la Ley, sobre los órganos de autoridad y sus incumbentes – controlados por la separación y los balances de poder- que es defendida por los sectores del establecimiento.
4. El presidente Zelaya ganó con una plataforma convencional y el respaldo de fuerzas tradicionales. Su giro franco hacia la democracia plebiscitaria se produjo hacia mitad de su gobierno, sin capital político suficiente para ganar por sí solo esa apuesta. Los errores crasos de sus adversarios le han dado grandes aliados… y quizás una nueva oportunidad en el futuro.
5. La acción violenta contra el presidente Zelaya ha sido calificada de diferentes maneras: brutal, inaceptable, criminal gorilesca… he recordado mucho la genial frase de Tayllerand cuando fue informado del fusilamiento del duque de Enghien por Napoleón: ¡peor que un crimen… un error!
6. Muchos se preguntan por qué en Honduras las fuerzas que derrocaron al presidente Zelaya no lo sometieron y destituyeron a través de juicio político, que es una técnica constitucional inobjetable, ya que tenían condiciones sobradas para emplearla. La respuesta resulta chocante: en la última reforma constitucional eliminaron este recurso.
7. Robert Dahl confirmado: condición indispensable para la vigencia de un orden poliárquico –constitucional, democrático, plural– es la inexistencia de fuertes interferencias de poderes foráneos. ¿Qué no sucederá cuando se crea una tormenta por el choque de interferencias externas?
Pelegrín Castillo Semán es diputado FNP
1 comentario:
Anoche vi un diputado de la FNP declarar en TV nacional dominicana argumentos inaceptables por el resto del mundo.
Solo los golpistas y la mas recalcitrante extrema derecha los aupan.
Siento tristeza, pues siempre he bien visto con todo mi corazón los argumentos del Dr. Vincho y su FNP.
Al percibir que ese diputado asistirá en calidad de observador a unas elecciones cuya campaña se ha caracterizado por la violencia oficial extrema en contra de la libertad de expresión, dudo que la FNP esté representando su denominación de progresista.
Si algún día lo de Honduras pasa aquí, ya se ven quiénes apoyarán a quienes!
barradeladefensa.blogspot.com
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