Guía para la acción (20)

Por Pelegrín Castillo Semán

14 de Ene 2010 12:00 AM

1. Vivimos un momento en el que la nación dominicana debe dar lo mejor de sí en auxilio y solidaridad con la nación haitiana.

2. Todavía recuerdo la triste expresión de Jacques Cousteau, “Haití muere lentamente”. Después de su inolvidable documental, hecho con respeto y amor, la agonía ha sido lenta, dolorosa… Apenas el año pasado sufrió las devastaciones de cuatro huracanes consecutivos, y ahora el mayor de los siniestros…

3. Pero todos esos daños son mayores porque Haití es cada vez más vulnerable, por la debilidad o infuncionabilidad de su aparato gubernamental, por la desunión entre sus clases dirigentes… y sobre todo, por la irresponsabilidad y el cinismo con que muchos actores poderosos en la comunidad internacional han tratado su difícil realidad de Estado colapsado, fallido.

4. Mucho antes de desencadenarse la furia de los elementos, Haití ya vivía un drama humanitario en silencio, aislado, no reportado por las grandes cadenas informativas. Por eso resulta inquietante que tenga que sobrevenir una tragedia de gran magnitud para que se produzca una movilización de apoyo que solo tendrá sentido si se fija como meta la reconstrucción de la nación haitiana… si se sostiene cuando Haití deje de ser foco de atención de CNN.

5. El Plan Éxodo, elaborado en 1987, se concibió para enfrentar la eventualidad de un desplazamiento masivo de haitianos hacia el territorio de la Republica en ocasión de una guerra civil y contemplaba la apertura de 20 grandes campos de refugiados en diversos puntos de la geografía nacional. Afortunadamente, ese enfoque fue superado y sustituido por una visión más acorde con nuestros intereses nacionales, en especial con la preservación de la integridad territorial, que esperamos que prevalezca en cualquier circunstancia.

6. Hace algunos años sugerí en un artículo publicado por la prensa israelí, la urgencia de un mini Plan Marshall para Haití, en razón de que esa nación necesitaba un esfuerzo de reconstrucción, ya que había perdido una guerra terrible y devastadora: la guerra contra la pobreza. Ahora quiero reiterar ese reclamo.

7. La Cámara de Diputados aprobó en el 96 y en el 99 una Resolución planteando la creación de un fondo internacional regional de ayuda a Haití, que se nutriría con los recursos debidos por los países de la región del Caribe al Club de París y administrado por un organismo especial de gestión. En el presente esa deuda es superior a los 35 mil millones de dólares: recursos hay, ahora probemos que existe voluntad.

Pelegrín Castillo Semán es diputado FNP
pelegrincastillofnp@hotmail.com

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