Por Miguel Reyes Sánchez
14 de Ene 2010 12:00 AMHaiti está prácticamente destruido. Las edificaciones que presuntamente se consideraban más seguras han colapsado en este terremoto.
La cantidad de muertos se puede calcular en cientos de miles.
Las tareas de rescate resultan insuficientes ante la dramática situación. Ante este panorama dantesco, la República Dominicana está desplegando todo el esfuerzo posible para auxiliar a la vecina nación, pero la ayuda internacional se hace inminente. Hay la necesidad de que la comunidad internacional responda de manera inmediata ante esta calamidad.
Incluso la zona de Petion Ville –donde están los mejores hoteles, hospitales, embajadas y las viviendas de la clase alta- fue fuertemente impactada.
Las mayores edificaciones turísticas se derrumbaron, al igual que los principales hospitales, el Arzobispado –muriendo su titular– y hasta el Palacio de Gobierno.
La preocupación ahora son las tareas de rescate, la atención médica de los heridos, la localización de muertos y llevar alimentos a todos los desamparados, ya que Haití está prácticamente desprovisto de todo, no tienen sistema de emergencias, ni nada con qué auxiliar a sus gentes.
El tiempo de las primeras 48 horas ya está caducando, entonces las tareas de rescate se van convirtiendo en la labor de ubicar cadáveres para evitar la propagación de una epidemia, que no sólo afectaría a la hermana nación, sino a toda la isla.
Entiendo una prioridad el envío de emergencia de fundas para cadáveres, para mitigar la situación que se presenta en la zona.
Actualmente, RD tiene varios puestos de hospitales móviles en la frontera domínico-haitiana, pero la cantidad de personas llegando heridas rebasa la capacidad de los hospitales aperturados en la zona.
Se impone establecer con ayuda de diversas naciones amigas centros sanitarios no sólo de nuestro lado de la frontera, sino en el área haitiana para un más fácil acceso de esa población.
Todos los hospitales nacionales están recibiendo personas heridas desde Haití, y se les está brindando la ayuda necesaria.
La recepción de medicamentos, comida y agua potable debe ser coordinada por las tropas de la Misión de Naciones Unidas en Haití (Minustah), ya que son la única fuente de autoridad dentro de Haití en estos momentos, y quienes pueden garantizar cierto orden público.
La penosa situación haitiana nos compromete a todos a brindar nuestra ayuda con donaciones de productos de toda índole, que puedan ser enviados a esa empobrecida nación. El restablecimiento de las condiciones mínimas de existencia en esa nación tardará un buen tiempo, por lo que estamos frente a una tragedia insular de magnitudes incalculables.
Miguel Reyes Sánchez es abogado
http://www.elcaribe.com.do/site/index.php?option=com_content&view=article&id=233445:tragedia-haitiana&catid=289:miguel-reyes-sanchez&Itemid=350
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