miércoles, 21 de enero de 2009

Las enseñanzas del empresario José Luis Corripio

Nilda Peña - 1/21/2009

La perseverancia y la disciplina con el trabajo suele ser un común denominador entre empresarios que han alcanzado el éxito económico. El conocido hombre de negocios José Luis Corripio Estrada, conocido en el medio como Pepín, es una muestra de ello.

En su exposición recopilada en el libro Cátedras Funglode de Éxito Empresarial narra parte de su visión de vida en estos campos, tomando como referencia el ejemplo de constancia y trabajo que vio en sus progenitores. A continuación reproducimos algunos fragmentos de su charla.

“Tuve la suerte de que aprendí de mamá y papá que cualquier error era importante y había que defender hasta el más mínimo centavo. De ahí que saqué la conclusión de que cuando entra un peso a un negocio lo que vale son 10 centavos y cuando sale lo que vale son 10 pesos.

Eso significa que hay que darle importancia al ahorro y al gasto. Es muy importante para acumular el capital primario. Los pueblos deben ser alentados por ese espíritu de progreso para que la colectividad lo haga. Hay que tener cuidado cuando se tiene éxito por dos razones, o tres; la primera es que el éxito crea anticuerpos internos y externos. Los anticuerpos que crea el éxito interno son modificaciones de la conducta de la persona que se cree que es un genio. Una maravilla, que ya no es el mismo de antes, eso es muy peligroso. Las escaleras del triunfo hay que escalarlas con un solo pie y dejar el otro abajo para no tener que “ponderarse” de por allá arriba.

Hay que tener cuidado con la exhibición y la ostentación del dinero, sobre todo en un país donde todavía hay tanta pobreza. El éxito en cualquier esfera de la vida es frágil y voluble y en cualquier momento el viento puede cambiar y por lo tanto uno no puede ser una persona en unas condiciones y otra persona en otras condiciones.

Una de las causas que no conducen al éxito y con lo que hay que tener mucho cuidado, sobre todo para el éxito de los negocios, es no confundir los deseos con las realidades. Habitualmente el ser humano tiene una innata propensión a que lo que él desea es lo cierto, es lo correcto y es lo que debe suceder, pero la realidad es otra cosa.

No quiero dejar el último punto que no es por eso menos importante y es la unidad familiar. Sin esa unidad familiar es imposible lograr lo que nosotros logramos. Hay un refrán que decía: abuelo bodeguero, hijo caballero, nieto pordiosero, eso quiere decir que en la tercera generación se produce el colapso. Nosotros afortunadamente, hemos tenido y hemos sobrepasado la tercera generación con éxito mayor que el esperado.

Estamos muy contentos y orgullosos de nuestros dos hijos y nuestras dos hijas y creemos que hasta ahí hemos cumplido con la misión. De ahora en adelante les toca a ellos garantizar la cuarta generación.

La unidad familiar ha sido un punto sumamente importante y finalmente debo recordarles que el éxito económico es quizás el más transitorio de todos los éxitos. He llegado a la conclusión de que nadie es recordado por el dinero que tuvo después de su muerte, sin embargo gente que no tuvo dinero es recordada perennemente por siglos y más. Quiere decir que el éxito económico, tan vistoso, es más transitorio que el éxito menos vistoso, intelectual, político o social, o por obras dedicadas al bien de la comunidad”.

http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=88433

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