24 Febrero 2009, 11:14 AM

El nuevo director para el área del Caribe de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), el puertorriqueño Javier Peña, ha sido portavoz del mensaje de satisfacción de los jerarcas de esa entidad en Washington por los buenos resultados que atribuyen al combate que se libra en República Dominicana contra el narcotráfico.

Justo cuando el enviado de la DEA daba ayer el mensaje al presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), mayor general Gilberto Delgado Valdez, esa institución informaba sobre el hallazgo de 64 kilos de cocaína en un contenedor en el puerto Punta Caucedo.

Peña, un viejo zorro en la lucha contra el narcotráfico, que formó parte del equipo que persiguió y ubicó al malogrado capo colombiano Pablo Escobar, ha dicho que “para poder hacer un trabajo que sea excelente necesitamos trabajar en conjunto”, un aspecto que parece no entender sus jefes en Washington.

En efecto, la cooperación de la DEA en los programas locales de prevención, control y persecución del tráfico de drogas ha sido muy limitada, más aun si se toma en cuenta que la isla Hispaniola funge desde hace año como almacén y vía de paso de sustancias controladas desde Suramérica a Estados Unidos.

Esa agencia provee a las autoridades nacionales de entrenamiento, informaciones de inteligencia y algunos equipos, pero esa cooperación resulta insuficiente, pues el nivel de operatividad del narcotráfico aquí y en Haití requiere de aviones, embarcaciones y equipos de radares de última generación, que los gobiernos de ambas naciones no pueden ni deben sufragar.

Los piropos del nuevo zar de la lucha antidrogas en el Caribe no resultan del todo satisfactorios, pues han de estar acompañados de promesas en firme de que Washington tenderá la mano a Santo Domingo ante el combate desigual que libra contra poderosos carteles internacionales que insisten en usar al territorio nacional como puerto de trasbordo de drogas con destino final hacia la costa Este de Estados Unidos.

Lo dicho por ese jefe de la DEA, de que “la lucha que se libra en este país es excelente”, constituye un reconocimiento a la labor que realizan la DNCD, Policía, Fuerzas Armadas y Ministerio Público contra el narcotráfico, pero es menester reclamar que Washington cumpla con el compromiso de proveer mayor asistencia a las autoridades locales.

No es justo que el Gobierno sacrifique a los contribuyentes para poder adquirir flotillas de aviones, radares y otros costosísimos equipos, sólo para recibir un “muchas gracias”, por parte de aquellos que reciben el mayor beneficio del “resultado excelente”, de que habla el nuevo director caribeño de la DEA.