jueves, 30 de abril de 2009

Guía para la acción (5)

Por Pelegrín Castillo Semán
30 de Abr 2009 12:00 AM

No hay una forma de exclusión social más ominosa, dramática, terrible, definitiva… que el aborto.

Paradójicamente, muchos de los que han articulado un hermoso discurso sobre la exclusión no lo ven así.

¿Por qué cuando se protegen ciertas especies animales –la tortuga o los bubíes– se protegen sus huevos: Un huevo de tortuga no es una tortuga, un huevo de bubíes no es un bubí, y sin embargo se protegen por igual.

La respuesta es evidente, el bien jurídico a preservar es la vida como proceso, como ciclo, como especie… Que siempre asume en sus inicios formas microscópicas, invisibles, pero no por eso menos maravilloso... ¿Por qué para algunos es tan difícil apreciar el milagro de la vida humana?

Recuerdo con frecuencia un pensamiento de Raymond Aarón que decía: “Ciertamente, el hombre hace la historia, pero pocas veces sabe la historia que hace”.

Aludía al hecho, tantas veces comprobado, que los actores políticos actúan conforme a sus planes, ambiciones, intereses, pero al interactuar con otros actores pierden sus rumbos iniciales, así como el control de los acontecimientos.

Pretender que la vida no tenga dolor, ni riesgos, ni dificultades, ni esfuerzos es pretender que no sea humana… El día que se busque un santo patrono para los científicos, se me ocurre pensar en el Apóstol Tomás… Que con su célebre… “Tengo que ver para creer… meter mis manos en su costado”… Manifestó la típica actitud del científico: Afirmó su fe después de observar y comprobar, en la primera manifestación de conciliación de la razón y la fe dentro de la cristiandad.

La libertad humana es un valor que hay que preservar y desarrollar con un marco constitucional adecuado. Pero nunca colocarlo en el mismo plano de la vida humana.

La libertad existe para la realización plena, superior de la vida humana, no para negarla ni menoscabarla.

La libertad de la mujer sobre su propio cuerpo nunca será un valor superior ni equivalente a la vida del no nacido … que es un ser distinto, único, irrepetible…

La inviolabilidad de la vida desde la concesión hasta la muerte natural no es incompatible con la legítima defensa y el estado de necesidad, que más bien son principios de derecho natural inherente a la vida misma y su defensa.

Por eso mienten, con profunda mala fe –o quizás por crasa ignorancia– los que alegan que el artículo 30 impedirá salvar la vida de las madres en los embarazos de altos riesgos.

¿Es que no conocen acaso la guía de las principales urgencias obstétricas?...
Pelegrín Castillo Semán es diputado FNP
pelegrincastillofnp@hotmail.com

http://www.elcaribe.com.do/index.php?option=com_content&view=article&id=206590:guia-para-la-accion-5&catid=295:pelegrin-castillo&Itemid=356

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