lunes, 20 de abril de 2009

SICA, exclusión, y el liderazgo de Fernández

Orlando Gil - 4/20/2009

Confirmado
La participación de República Dominicana en la reunión del presidente norteamericano Barack Obama con los miembros del SICA, del que forma parte, confirma que se cometió un desliz cuando se le excluyó del encuentro de los presidentes centroamericanos con el vicepresidente Joe Biden.

Entonces se dijo que el país formaba parte de un bloque del Caribe, que nunca existió, excepto por la visita que a la isla Española hizo la secretaria de Estado Hillary Clinton. Un viaje como el de la secretaria Clinton no se decide así por así, pero hay situaciones para pensar que fue aprobado sobre la marcha. Por ejemplo, el presidente Leonel Fernández estaba supuesto a participar en una reunión de mandatarios latinoamericanos en Brasil, donde iba a discutirse sobre la crisis económica de cara a la Cumbre de las Américas.

Canceló a última hora, y la excusa fue que debía recibir a Clinton, con lo que queda claro que cuando se le convocó, y aceptó, no sabía de la visita de la encargada de la política exterior de Estados Unidos. La filosofía fullera de Tres Patines alcanzó altas cotas al lograr ser parte de los manejos de la alta política norteamericana: “si se mete la pata, y se saca a tiempo, se queda bien”…

Recogiéndose
Algún alto cargo advirtió el error de dejar fuera a República Dominicana, y sobre todo al presidente Leonel Fernández, teniendo en cuenta que Haití era uno de los temas que no podían quedarse fuera de la agenda de La Cumbre, pero que el jefe del Estado dominicano era inigualable como mediador, pues como no se le incluye en ninguno de los bloques, y mantiene buenas relaciones con todos los países y mandatarios del área, puede diligenciar o facilitar los acercamientos y los encuentros.

Hillary Clinton lo puso en el mapa, y lo halagó, de manera que se olvidara cualquier desplante como el de Joe Biden.

Entonces ella habló del liderazgo del presidente Fernández y de la necesidad de que colabore con el entendimiento entre USA y Latinoamérica, pues el Imperio por si mismo no puede resolver sus problemas en la región. En el lenguaje de las vecinas, tuvieron que “darle la boca”, pues los norteamericanos, al igual que los europeos, no entienden solución en Haití que no involucre a República Dominicana. ¿Quién habló a favor del otro lado de la Isla, si no el jefe del Estado dominicano? A René Preval lo sentaron en la misma mesa del presidente Obama, pero en la foto se le ve como un invitado de piedra…

El dardo
El intercambio entre la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton y el presidente Leonel Fernández discurrió sobre la agenda bilateral. Como debía ser. Sin embargo, no puede perderse de vista de que a su llegada al país, y hablando con el canciller Carlos Morales Troncoso, ella imitó a Michael Skol, el célebre enviado norteamericano cuando la crisis postelectoral del 1994, que Joaquín Balaguer dijo que le lanzó “el dardo de los Partos ”.

Clinton le pidió al país que le diera “una mano a Haití ”, sin saber, aparentemente, que desde hace tiempo le viene dando dos. Ella no refirió que a los haitianos se les acoge (sin papeles, pero se les acoge) se les da empleo (mal pago, casi esclavo, pero empleo al fin), se les asiste en los hospitales (en especial a las parturientas), se les permite como estudiantes a nivel universitario (incluso con becas, y hasta con transporte), a cambio de que denuncien el país ante los organismos y eventos internacionales.

Lo mejor de todo es que ella ofreció como contrapartida financiar unos programas y proyectos que no han podido implementarse a pesar de que existen fondos aportados por la Unión Europea. Es decir, que no trajo nada nuevo en la bola…

La conveniencia
Al presidente Leonel Fernández en lo personal y político le convino que las cosas ocurrieran de la manera como las llevaron a cabo los norteamericanos, pues de cara al país su liderazgo internacional se acrecienta.

Mucho más que el presidente Barack Obama hizo su aparte (en cierto modo forzado por el mandatario brasileño Inacio Lula da Silva ) y lo bufeó diciéndole que cuando era estudiante universitario lo confundían con un dominicano. Sin embargo, República Dominicana como nación debe recelar de la política norteamericana, pues es veleidosa, coyuntural y oportunista.

Insisto en que en lo de Centroamérica hubo novatada, pero la forma de salir del enredo fue muy propia de Maquiavelo.

Y para que las cosas funcionen ahora, hace falta un poco más de nobleza, y de sinceridad, digo…

http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=98388


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