El presidente Alfonsín reunió la honestidad y el valor personal
Escrito por: UBI RIVAS
El autor de este espacio se inclina reverente, pletórico de emociones subidas, ante los despojos mortales del doctor Raúl Alfonsín, que gobernó a su país, Argentina (1983-89), y falleció en el sosiego del hogar, en Buenos Aires, de cáncer del pulmón, el 31 de marzo último.
El doctor Alfonsín es el paradigma de todo político que se respete y que conduzca un gobierno regido por el sistema democrático, de consulta popular como método expedito y único de fuente legítima de poder y todo lo demás, es usufructo y facción.
Asumió las riendas de conducir el destino nacional de los argentinos, que no son fáciles, al concluir la etapa de oprobio de los entorchados que condujeron a ese gran país a una guerra de locura contra Albión con el pretexto de recuperar la soberanía de las Malvinas en 1982, cuando el Reino Unido no ha perdido una guerra ni siquiera contra Francia (100 años), Estados Unidos (1812), y el III Reich del terrible genocida Adolfo Hitler. El presidente Alfonsín repudió la contienda con tinte patriótico, argucia de los genocidas por el imposible intento de ganar las simpatías de sus paisanos.
Ungido por el voto de sus paisanos, fundó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, unas 30 mil, un soah argentino como la Solución Final de Hitler contra los judíos incoada en la Conferencia de Wansee en 1942, y condujo al banquillo de los acusados a quince verdugos de sus paisanos.
La inclinación reverente del autor ante este monumento referencial y paradigmático del ejercicio republicano del poder, que reunió la honestidad y el valor personal, referencias criollas que sólo identifico en los presidentes Horacio Vásquez y Ramón Cáceres, confieso con los ojos nublados de sollozo por la frustración como ciudadano dominicano, percibiendo la extensa aridez de similitud.
http://www.hoy.com.do/opiniones/2009/4/5/272868/Raul-Alfonsin-paradigma
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