lunes, 24 de noviembre de 2008

Absurdos y ridiculeces

POR EUCLIDES GUTIERREZ FELIX

Desde hace años, más de 20, hemos mantenido el criterio de que el Partido Revolucionario Dominicano se ha convertido en una “Confederación de Pandillas Políticas” que, como barco sin rumbo, dañado el timón, con una rotura que no puede ser arreglada, arrastra el 30% de ciudadanos de este país, que ejercen el derecho al voto en las elecciones presidenciales, congresionales y municipales, y que por la naturaleza de su composición constituyen un movimiento social y político, jamás un partido, que influye de manera importante, a veces decisiva, en la vida de nuestro pueblo. ¡Pobre país! A lo interno de ese movimiento o confederación hay hombres y mujeres de extraordinaria calidad humana. Muchos de ellos ingenuos, de buena fe, la mayoría de las veces amarrados a recuerdos de la militancia de sus familias, padres y madres, hermanos o tíos, que militaron en el PRD.

Pues bien, la mayoría de los perredeistas no tiene conciencia política. Y la mayoría de sus dirigentes actúa siguiendo una línea de absurdos y ridiculeces. Carentes de memoria, han olvidado su pasado y como auténticos profesionales del “galloloquismo” hablan, advierten y amenazan, con posiciones tan ridículas que más que preocupación producen risas y más que risas, carcajadas. Por eso es tan necesario advertirles a los peledeistas, reiteradamente, lo prudente y cuidadosos que deben ser cuando hablan para que no den pie a los dirigentes del PRD, de tomar como punto de partida las declaraciones que hacemos los peledeistas para de una vez encaramarse en el vehiculo del absurdo y la ridiculez que tienen a su disposición, con el motor encendido, mucho combustible en el tanque que les permite, inmediatamente, salir disparados. Pruebas al canto.

En julio del año 2004, cuando el PRD había perdido las elecciones del PLD y de su candidato Leonel Fernández Reyna, el presidente derrotado, candidato del PRD, Hipólito Mejía, entregó a la Fuerza Aérea Dominicana 19 helicópteros, de una flotilla de 22, valorados en 87 millones de dólares, que al valor de la tasa de entonces de aproximadamente 50 pesos por dólar, ascendían a unos 4,350 millones de pesos las veintidós naves de la flotilla. Según una crónica de El Caribe del día 31 de ese mismo mes, “serian destinadas para ser usadas en labores de rescate, protección a la ciudadanía y combate al narcotráfico. El presidente Mejía, según la crónica, entregó las insignias simbólicas al Capitán Manuel de Jesús Figueres Mercedes, uno de los oficiales entrenado para pilotear esos helicópteros. La ceremonia, celebrada en la Base Aérea de San Isidro, sirvió también para la graduación de 24 nuevos pilotos”.

Faltaban apenas 15 días para el cambio de mando en el gobierno. Ahora, con la compra de 8 aviones Tucano, 4 años después, valorados en 93 millones de dólares, el principal vocero de los absurdos y ridiculeces del PRD, Ramón Alburquerque, anuncia en El Nacional del jueves 20 de noviembre que Leonel Fernández podría ser sometido a la Justicia por la compra de esas naves que él mismo, como presidente de la República y jefe supremo de las Fuerzas Armadas, negoció en Brasil. Acusación que tiene como base las imprudentes declaraciones, expresión de inmadurez, de un diputado peledeista y de las declaraciones de otros legisladores, también del PLD, senadores y diputados, que se negaron y rechazaron, infantilmente, el préstamo que el gobierno ha tomado o va a tomar para comprar las naves brasileñas para combatir el narcotráfico que, según autoridades estadounidenses, ha realizado más de 300 vuelos en el espacio aéreo de la República para introducir drogas desde América del Sur.

Los que hemos nacido o nos hemos criado en las zonas rurales, como el autor de esta columna, tenemos en el registro de nuestra memoria la risible y penosa experiencia de lo que le pasa a los bueyes cuando arrastran las carretas o los arados. Van defecando, por no decirlo de la manera más directa, simpática y penosa, y nunca lo sienten aunque al terminar la jornada de trabajo tienen sus patas traseras llenas de excrementos. Así les sucede a la mayoría de los dirigentes del PRD. En los campos dominicanos donde los bueyes arrastran carretas o arados, hasta los niños se dan cuenta y lo repiten muertos de risa, que a las personas que hablan y hablan y no saben lo que dicen les sucede lo que a los bueyes mientras caminan. Los 22 helicópteros comprados, que es lo peor, eran naves usadas y rehabilitadas con piezas nuevas, de las cuales 12 fueron asignadas al Ejército para crear una “Unidad de Caballería Aérea” y 10 a la Fuerza Aérea Dominicana. Una decisión, expresión real, genuina, del absurdo político. Así es el PRD y así actúan sus dirigentes, absurdos y ridículos. Estamos seguros que así actuarán por siempre y eternamente.



http://www.elnacional.com.do/article.aspx?id=64018

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