lunes, 13 de octubre de 2008

Dos reformas y dos posturas políticas

2:07 PM -

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El Presidente Leonel Fernández Reyna al someter al Congreso Nacional su iniciativa de proyecto de reforma Constitucional ha enviado una señal de voluntad política inequívoca. Eso habla muy bien de su responsabilidad política y de su interés de modernizar y actualizar el obsoleto ordenamiento jurídico-político de la Nación. No importa que ese proyecto de reforma amerite correcciones (eso es saludable). Lo importante y trascendente es que estamos a tiempo y que el propio Presidente Fernández está alentando, nueva vez, foros y debates.

Contrario a Hipólito Mejia y el PRD en el 2002, que sometieron una supuesta reforma Constitucional con el manifiesto interés político-coyuntural (tenían mayoría parlamentaria) de reintroducir la figura de la reelección presidencial por encima de todos los sectores sensatos del país, de la oposición y de la propia tradición doctrinaria del PRD. Es decir que, en aquel momento, contra viento y marea, el Presidente Hipólito y su PPH impusieron su proyecto de reforma. Y la pura verdad es que casi todos en el PRD, con muy contadas excepciones, se creyeron las posibilidades de triunfo del guapo de Guarabo. A eso apostaron; aunque ahora lo nieguen y salgan como Quijotes a satanizarlo y ha endilgarle todo el costo político de esa aventura.

Estas han sido las dos caras de la moneda. Por un lado, un Presidente y un Partido (Leonel Fernández Reyna-PLD) que han sometido un proyecto de reforma Constitucional de cara al país en procura de modernizar y actualizar una Constitución que ya no responde a la nueva realidad nacional e internacional y, por el otro lado, un Presidente y un Partido (Hipólito Mejía-PRD) que impusieron un proyecto de reforma Constitucional exclusivamente para reintroducir la reelección presidencial que ahora reniegan y maldicen.

Y no importa que sometieran, en aquel momento (2002), como dicen algunos, dizque la mejor y más sustanciosa reforma Constitucional, si al final, el país fue testigo de cómo se la guardaron, de la ambición de un presidente, de la irresponsabilidad histórica-institucional de un partido y del derroche de recursos simple y llanamente para modificar un solo (¡Un solo!, Andrés L. Mateo) artículo de la actual obsoleta Constitución. Eso, en pocas palabras, fue una chicana jurídica-política.

A veces me pregunto, ¿Cómo el PRD con tres abogados especialistas de la talla, la experiencia y el conocimiento deH ugo Tolentino Dipp, Milton Ray Guevara y Eduardo Jorge Prats se atrevió a parir una estafa de reforma Constitucional como la de 2002?. Eso, sencillamente, no tiene madre ni padre.

Del Dr. Hugo Tolentino Dipp, vengo leyendo sus reflexiones en el “Listin Diario” y aunque no comparto la mayoría de sus apreciaciones y argumentaciones históricas-jurídicas-constitucionales sobre la reforma, entiendo que algunas por su racionalidad y pertinencia, deberían ser incorporadas, esto sin negar, que las mismas (sus argumentaciones histórica-jurídicas) están amparadas y sustentadas por su regía formación académica y por un espíritu irrefutable de bien patrio con sólida base de conocimiento sobre la materia.

Contrario, a sus consideraciones meramente políticas vertidas allí que solo responden al interés político-coyuntural de su partido. Ojalá el PRD en el Congreso asuma las propuestas y observaciones del Dr. Hugo Toelentino Dipp. O menos pretencioso aún, ¡Ojalá que, por lo menos, las hayan leído!

Igual puedo decir de Milton Ray Guevara y Eduardo Jorge Prats, experimentados abogados Constitucionalistas y miembros honorables de la Comisión Especial que el Presidente Leonel Fernández Reyna designó para que recogieran y compilaran el abanico de propuestas y sugerencias que surgió del proceso de consulta aupado y patrocinado también por el presidente en un gesto de pluralidad política-ideológica sin precedentes en el país.

Ojalá que también el PRD haga suya sus propuestas y atinadas observaciones en un ejercicio de coherencia y de deuda partidaria contraída. ¿Será mucho pedir a los diputados y senadores perredeístas?

Ahora toca al Congreso de la República, a los partidos políticos y a las fuerzas vivas de la nación elevar y hacer llegar sus propuestas y modificaciones al proyecto de reforma constitucional sometido por el Presidente Leonel Fernández Reyna. La suerte esta echada y el país necesita una nueva y moderna constitución sin demoras ni posposiciones. Que nadie alegue inocencia ni se quede en la sombra, porque la Historia solo conoce de hechos y no de lamentaciones.

Autor: Fco. S. Cruz

http://www2.elnuevodiario.com.do/app/article.aspx?id=123656

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