La posición de José Tomás

Lic. Vinicio A. Castillo Semán - 4/26/2010

José Tomás Pérez, uno de los principales precandidatos presidenciales del Partido de la Liberación Dominicana para las elecciones del 2012, declaró que relegaría su proyecto presidencial en el PLD en el caso de que el Presidente Leonel Fernández tome la decisión de buscar la reelección para un tercer mandato, bajo la premisa y razonamiento de que el mandatario es el líder del partido morado y la figura política más importante del país.

Las declaraciones de José Tomás se produjeron como respuesta a la posición externada por mi padre Dr. Marino Vinicio Castillo, quien ha favorecido públicamente una eventual reelección del Presidente Fernández que pueda ser legitimada previamente por el querer popular al través de la figura del referéndum, como instrumento de una nueva reforma a la carta magna, tal y como ha ocurrido con varios presidentes latinoamericanos.

José Tomás, quien siendo precandidato presidencial del PLD en el 2007 apoyó a Leonel Fernández en un acuerdo suscrito en el hotel Dominican Fiesta, del que fui intermediario y que contó con la presencia del Presidente de la FNP, Dr. Marino Vinicio Castillo, ha asumido una posición política correcta y adecuada. El ex Senador del Distrito Nacional está consciente de que si las circunstancias políticas fueran favorables para una reelección del presidente, porque el pueblo así lo decidiera, sería un craso error enfrentarlo.

El tema de la reelección, no sólo ha sido puesto en el tapete por el Dr. Vincho Castillo. Hay que recordar que fue el propio Presidente Fernández el que planteó en Colombia que América Latina debe discutir en profundidad, si es conveniente para su democracia, el retiro del poder de presidentes con altas tasas de aprobación pública, haciendo referencia directa al caso del Presidente Álvaro Uribe, de Colombia, a quien el tribunal constitucional denegó la posibilidad de que pudiera intentar presentarse nuevamente a las elecciones presidenciales pautadas para los próximos meses.

La discusión planteada por el Presidente Fernández en Colombia no es nueva y no sólo encaja para América Latina. La más antigua democracia del continente, la norteamericana, sacó de circulación, en el pasado reciente, y para siempre, a presidentes muy populares, como es el caso de Bill Clinton y Ronald Reagan, obligando al sistema a producir nuevos liderazgos, aunque hay que admitir que en esa tarea de renovación, es mucho lo que ha sufrido el gran país del norte y el mundo, precisamente por falta del material humano idóneo para dirigir su destino.

Soy de los que cree que el Presidente Fernández ha sido sincero cuando le dijo al Comité Político de su partido y al país que no cree conveniente una reelección para un tercer mandato, porque la historia ha probado que cuando ésto ocurre las administraciones entran en un considerable desgaste, en todos los órdenes. Creo igualmente que es cuesta arriba pensar que el Presidente, inmediatamente pasen las próximas elecciones, va a embarcarse antes de que termine este año en un nuevo proceso de reforma constitucional que, al través de un referéndum, le abra de nuevo la oportunidad legal de presentarse. El Presidente sabe que tendría una fuerte oposición de una corriente que lo enfrentó en el pasado con su actual reelección y que, paradójicamente, aspira y tiene la ilusión de que el primer mandatario le endose su apoyo y su liderazgo en una eventual candidatura.

Definir el candidato del PLD para el 2012 será un tema crucial y prioritario para esa organización, dependiendo de los resultados de las elecciones del próximo 16 de mayo. La elección virtual de Miguel Vargas Maldonado como candidato presidencial del PRD podría darse el próximo 16 de mayo, si el partido que preside mantuviera o aumentara la cuota congresional y municipal que detenta al día de hoy. En ese escenario el PLD estaría conminado por las circunstancias a proyectar con tiempo los diferentes aspirantes a la candidatura presidencial morada.

Si, por el contrario, la objetiva superioridad electoral del PLD y el Bloque Progresista, combinada con la “conspiración de Hipólito contra Miguel Vargas Maldonado” surte los efectos esperados y el PRD sale aplastado, con menos representación de la que hoy tiene, para nadie es un secreto que la debacle, la división y la rebatiña interna sobre la dirección de ese partido y su candidatura presidencial no se hará esperar.

Ese segundo escenario, con un PRD sumido en una profunda crisis, le permitiría perfectamente al PLD no tener ninguna presión en la definición de su candidato presidencial para el 2012 y podría ser el 2011 el año propicio para discutir y evaluar las posibilidades de una eventual y nueva reforma constitucional que, a través de un referéndum, pueda abrirle las puertas de nuevo al Presidente Leonel Fernández quien, a mi juicio, sólo lo intentaría si objetivamente entiende que están dadas las condiciones para ello.

Mientras tanto, la posición de José Tomás, como uno de los posibles y más importantes precandidatos presidenciales del 2012, ha sido correcta y sensata. Decida embarcarse en un proyecto reeleccionista o no, el Presidente tiene la llave para influir decisivamente en la disyuntiva de si su partido va a mantener o no el poder en el año 2012. Sin él, a pesar de él o contra él, ningún proyecto presidencial peledeísta tendrá posibilidad de triunfo. Ya lo veremos.

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