23 Marzo 2009, 12:37 PM
Crónica del Presente
Escrito por: EUCLIDES GUTIERREZ FELIX

Fidel Castro es la figura más relevante en la historia de América en el transcurso de lo que fue el siglo XX; y ha sido una de las más sobresalientes, en términos universales, si cabe la expresión, desde el inicio de la segunda mitad del siglo XX hasta la fecha de hoy, 23 de marzo del año 2009. Enfrentado por los gobiernos de los Estados Unidos desde su ascensión al poder como líder del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, que derrocó el gobierno criminal, entreguista y corrompido de Fulgencio Batista, y apoyado por la mayoría incuestionable del pueblo cubano, ha sabido enfrentar con valentía, firmeza, responsabilidad e inteligencia la agresión de diferentes gobiernos de la nación más poderosa del mundo, que con el uso de la riqueza y el poder han hecho imposible el triunfo esplendoroso de su revolución.

Desde los primeros meses del año 1959 el gobierno dominicano bajo el liderato y autoridad omnímoda de Rafael Trujillo Molina, rompió relaciones diplomáticas con Cuba. El autor de esta columna recuerda con precisión, antes de junio de 1959, aquel incidente provocado por un pequeño grupo de exiliados batistianos frente al local de la embajada de Cuba, situado en la calle Santiago entre la avenida Pasteur y la calle Crucero Danae, en la cual resultaron muertos dos provocadores que trataron de asaltar y de intimidar a los funcionarios diplomáticos, que en ese momento representaban ya a otra Cuba. Recordamos también, cuando llegó a ese lugar el licenciado Luis Suero, Procurador General de la República, y escuchamos, acompañado de unos compañeros, estudiantes universitarios que vivíamos en ese barrio, llamado hoy equivocadamente Gazcue, pero que en realidad se llama La Primavera, las palabras de los funcionarios diplomáticos cubanos advirtiéndole a Luis Suero que no podía entrar a la embajadaporque era territorio cubano.

En el cenit de su paranoia, cuando la prudencia y el sentido común habían desaparecido de la mente de Trujillo, éste cometió el error de romper relaciones con Cuba, pueblo hermano con el cual, como había dicho José Martí en alguna ocasión: “ hay una cadena de unión cuyo primer eslabón lo forjó Hatuey con su sangre”; sirviendo, torpemente, con esa decisión a los intereses de la política regional de los Estados Unidos, que en ese momento estimulaban y apoyaban al reducido grupo de adversarios y enemigos de Trujillo, que desde hacía años estaban organizando, bajo la dirección de Juan Tomas Díaz, Homero Hernández Almanzar, Rafael Ramón Ellis Sánchez, Pupito, y José Aníbal Sánchez Fernández y Rafael Augusto Sánchez Sanlley, Papito, un movimiento para darle muerte, que era la acción acertada frente a Trujillo que era un hombre que no tenía exilio.

Fidel Castro recibió a Leonel Fernández en su casa, en Cuba, el lunes 2 de marzo del corriente año, y después el mismo Fidel escribió una página hermosa, bien redactada, emotiva, en la cual relata los pormenores de esa entrevista con el presidente de la República Dominicana. Fidel es un hombre noble y agradecido y no olvida que fue Leonel Fernández, como presidente de la República Dominicana, el que restableció relaciones diplomáticas con Cuba poco tiempo después de asumir la presidencia de la República, en 1996. Y Fidel no olvida que el partido que llevó al poder a Leonel Fernández fue el Partido de la Liberación Dominicana que fundó Juan Bosch en 1973. Y la opinión de Fidel Castro sobre Juan Bosch, que el autor de esta columna ha escuchado muchas veces

Para Fidel, Juan Bosch es una ilustre personalidad, pensador, historiador, valiente, que ha honrado a su patria, a Cuba, a América y a todos los pueblos del mundo. Así dijo, en enero de 1966, a la delegación dominicana a la Primera Conferencia de Solidaridad de los Pueblote de Asia, África y América Latina, “La Tricontinental”, que integrábamos Guido Gil, Asdrúbal Domínguez, Cayetano Rodríguez del Prado, Carlos Amiama Cabral y el autor de esta columna, durante una extensa conversación, que comenzó a las nueve de la noche y concluyó a las seis de la mañana en el décimo primer piso del hotel “Habana Libre”.

Fidel recibió a Leonel y le dio no solamente un reconocimiento, también lo extendió al pueblo, porque en su larga conversación habló de Juan Bosch y de Caamaño, que entre otros próceres de la República son las expresiones más representativas de la dignidad y el honor. No importa que los “líderes del fracaso”, “veletas del momento” y verdaderas “naves sin rumbo”, hablen y escriban tratando, inútilmente, de disminuir, de minimizar, la entrevista de Fidel con Leonel y los elogios que hizo al compañero y al pueblo dominicano, al que Fidel Castro ha llamado “legendario”, “veterano de la historia” y “David del Caribe”.