Más sobre el tema haitiano

Por Celso Marranzini

1 de Jun 2009 12:00 AM

Sostengo que en el país se le ha prestado poca atención al tema haitiano. Sólo lo recordamos cuando somos criticados por organismos internacionales por el manejo que damos al mismo, –sin suficiente conocimiento sobre el problema–; o por voces interesadas con el propósito de denostar nuestro país, el cual, lejos de ser el responsable de la penosa crisis que viven nuestros vecinos, es el país que más ha aportado soluciones, aún sin tener todas las posibilidades para hacerlo. Dos hechos me motivan a escribir este artículo, primero, las declaraciones de la primera ministra haitiana Michelle Pierre-Louis, en las cuales externa fuertes críticas a los enfrentamientos entre ciudadanos haitianos y dominicanos. Por otra parte, quiero comentar los artículos escritos por el economista y amigo Ramón Pérez Minaya. Por fortuna, las declaraciones de la primera ministra recibieron una rápida respuesta por parte de nuestra secretaria de Relaciones Exteriores, mediante la cual se aclaraba, nueva vez, que no existe en nuestro país una política en contra de ciudadanos haitianos. Sin embargo, los enfrentamientos podrían ir en aumento si no se toman medidas que aporten soluciones a las diferencias entre dominicanos y haitianos, que no son sólo culturales, sino motivadas por el mencionado desplazamiento de mano de obra. El primero de los artículos de Pérez Minaya establece una relación de cómo la mano de obra haitiana viene empobreciendo a la nación dominicana, al establecer que el ingreso per cápita ha aumentado en la República Dominicana en un 70%, por el crecimiento de la economía; sin embargo, el salario real en el país ha disminuido en un 30%, por los bajos salarios de la mano de obra ilegal. Menciona que Miguel Vargas Maldonado considera la mano de obra haitiana imprescindible para el campo dominicano, pero lo mismo se puede decir para el sector de la construcción, y pronto para el turismo. Lo cierto es que, en la medida que se amplía la utilización de mano de obra ilegal, más se seguirán deprimiendo los salarios reales de los dominicanos. Al mismo tiempo, la presencia de los ilegales contribuirá e empeorar nuestros sistemas de salud y de educación, ya que se provee a los haitianos servicios por los cuales no pagan y el costo de los mismos recae sobre los contribuyentes dominicanos. Para desgracia, la reforma constitucional no ha aportado nada nuevo para definir una política migratoria clara, lo cual sería el inicio de una solución real al problema, igual que tratar de recabar la ayuda, y no las críticas, de la comunidad internacional. Celso Marranzini es empresario http://www.elcaribe.com.do/site/index.php?option=com_content&view=article&id=210088:mas-sobre-el-tema-haitiano&catid=305:celso-marranzini&Itemid=327