La generalidad de las encuestas sobre intención del voto aseguran que Leonel Fernández, con una ventaja considerable sobre su principal rival, Miguel Vargas, será el ganador de las elecciones del día 16.
Esas mismas encuestas concluyen en dos situaciones: aseguran que Leonel Fernández gana en primera vuelta, pero que si eventualmente hubiera una segunda ronda, también ganaría.
De ahí la clara conclusión de la generalidad de la gente: si Leonel es el mejor de los siete candidatos y la intención del voto lo proyectan a una puntuación de entre 54% y 58% ¿Para qué una segunda ronda?
En este escenario hemos llegado al final de una larga y agotadora campaña electoral, e la que han primado las descalificaciones de los contrarios y donde la oposición ha sido rabiosa contra el candidato del gobierno.
Los candidatos y/o partidos opositores han hecho todo tipo de acusaciones y hasta provocaciones de tipo personal contra el Presidente-candidato, aún por encima de la investidura que éste tiene como jefe del Estado.
Las propuestas de campaña de la oposición se basan en promesas. Las del candidato oficialista en sus ejecutorias.
El PRD y su candidato, que encabezan la oposición, no se han atrevido a presentar sus propuestas recordando el desastroso régimen 2000-2004 que dirigió Hipólito Mejía y del cual Miguelito fue ministro por cuatro años.
El PLD y su candidato, que encabezan una coalición de 12 partidos, han basado su campaña en la plataforma que sentaron durante el régimen de gobierno 1996-2000 pero, y principalmente, en las ejecutorias de tres años y medio de la actual gestión y su promesa es consolidar los logros en los planos económicos y de atención social a la población.
La decisión del voto, entonces, no es difícil: realidad contra promesas.
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