Por Felix Arturo Tejada Duran
Con los grandes asentamientos de ciudadanos extranjeros indocumentados, permitidos deforma irresponsable por las autoridades de migración. Los ayuntamientos presentan serios problemas para establecer políticas demográficas con efectividad; es eminente la aplicación de una política local migratoria que permita a los ayuntamientos tener mejor control del crecimiento demográfico en sus comunidades.
Cualquier esfuerzo o estrategia de desarrollo municipal tiene que estar acompañado de una regulación del flujo irregular de personas indocumentadas; ya que esto atenta contra la seguridad, alimentación, salubridad, empleo y vivienda en las comunidades.
La puesta en marcha de planes de recuperación de puestos de trabajo en nuestros municipios, está siendo seriamente afectada por el flujo inminentemente desproporcionado de extranjeros indocumentados, dejando estos a nuestros munícipes, excluidos de las nuevas oportunidades, al ser desplazados por mano de obra menos calificada y muy barata.
Las autoridades de migración se hacen cada vez más indiferentes a tan grave problemática, los Alcaldes nuestros están en una situación difícil a la hora de planificar cualquier política de desarrollo ciudadano, por cuanto no tienen ningún control censal de asentamientos humanos en las localidades de más bajos ingresos.
Vemos como nuestros munícipes son desplazados de las nuevas oportunidades que ofrecen las políticas de desarrollo implementadas en nuestras comunidades; de forma impotente tienen que acceder a las actividades informales para garantizar la sobrevivencia de su núcleo familiar. Creando con esto cada vez mas cinturones de miseria alrededor de los pueblos de nuestras comunidades.
2 comentarios:
Esta problemática tan claramente abordada por el señor Tejada Durán guarda una estrecha similitud con situaciones que estamos viviendo en Buenos Aires, Argentina, en donde algunos aprovechados de la política, mafiosos, y delincuentes comunes, se aprovechan de gentes extranjeras indocumentadas y desesperadas, y los arrojan a ocupar terrenos públicos (muchos de ellos de esparcimiento social, pulmones verdes de la ciudad). Me permito citar a través de este link el Punto 2 del Programa Aurora del Sur, aquí: http://wp.me/pNaM1-e . Son modestos esbozos sobre los cuales ustedes ya han recpacitado y formulado análisis, seguramente, pero no quiero dejar pasar la oportunidad para compartirlos, por si alguna de los ideas pudiera servir de aporte. Hacemos hincapié en que tanto debe protegerse al trabajador nacional, cuanto al inmigrante en procura de trabajo, dado que ambos son perjudicados de manera similar por la condescendencia ilegítima de quienes ocupan hoy los poderes constitucionales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en el Estado federal. Los saludo cordialmente.
"tanto debe protegerse al trabajador nacional, cuanto al inmigrante en procura de trabajo"
Mario Aguirre
Amigo Aguirre
Con todo el respeto que usted merece, permitame opinar que en ese artículo suyo sólo le falta una palabra:...ILEGAL.
Todo su planteamiento se quiebra si le falta tomar en consideracion ese término porque entonces ser ciudadanos o inmigrante LEGAL de un pais termina siendo fallido, inutil y perjudicial. Yo soy del criterio de que somos los dominicanos, pese a nuestra pobreza, quienes tenemos que "echarnos al hombro" el problema de ese vecino inmediato porque nadie quiere hacerlo y es a nosotros a quienes nos llegan sus "costumbres", enfermedades y sus atavismos para quitarle -sin quererlo, obviamente- a los dominicanos la oportunidad de trabajar que les da su nacimiento en el suelo patrio.
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