Inquietud de Vincho Castillo sobre la Carta Pastoral

La carta pastoral emitida por los obispos dominicanos, a propósito del Día de la Independencia Nacional, es mucho más que un valioso documento, pues en el mismo hacen un alerta al gobierno y a los funcionarios sobre los peligros que rodean nuestra nación.

Soy del parecer que éste alerta de nuestros obispos no puede ser pasado por alto por el mismo gobierno, más bien por los funcionarios encargados de definir y aplicar políticas públicas que puedan favorecer a los dominicanos y a las dominicanas.

Nos satisface sobremanera el llamado que hace el doctor Marino Vinicio Castillo, al doctor Leonel Fernández para que preste atención y dè seguimiento “al planteamiento de la Carta Pastoral del Episcopado Dominicano”

El doctor Castillo ha dicho que este diagnóstico sobre la situación del país presentado por el Episcopado es un testimonio que no se puede desoír, “es una especie de carta de ruta seria, de cosas que hay que hacer”.

Es justo destacar que el doctor Castillo ha sido el funcionario que más atención e importancia ha prestado a esta carta pastoral, pues a su entender viene precedida de muchas anteriores, que han venido planteando la situación, lo único que esta se produce en el momento en que la consciencia pública sobre los males nacionales está más sensibilizada.

Para el doctor Castillo, este alerta de los obispos se produce en el preciso momento en que el país está más desprevenido, cuando hay más miedo social, más trastornos en la seguridad, el crimen está insolente y hay poderes públicos del Estado que no están cumpliendo sus deberes plenamente.

Compartimos con el presidente de la Comisión Nacional de Ética y Combate a la Corrupción cuando afirma que el elemento penal prácticamente ha desaparecido y que la impunidad del crimen “peligroso” está como un fenómeno aplastante, atemorizando a la sociedad, al llamar la atención sobre la necesidad de la modificación del Código Penal, ya que “es el pueblo, el vecindario y la familia que va a demandar eso”.

El doctor Castillo aspira a que esta carta pastoral sea seguida plenamente por los enclaves de decisión política superior con que contamos.

Mientras nuestras necesidades, problemas y males crecen y crecen llegando a niveles verdaderamente alarmantes y peligrosos para todos los ciudadanos, algunos funcionarios de la presente administración se muestran indolentes, despreocupados e insensibles sin hacer nada por parar y encarar las funestas consecuencias que se están desprendiendo de los mismos.

Alguien tiene que decirle al doctor Leonel Fernández que los ciudadanos están agobiados y preocupados por toda esta situación, que la criminalidad, la violencia y la delincuencia no es un capricho o una simple imaginación como se ha querido decir, sino una realidad que nos castiga por todos los costados.

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