Silvio Herasme Peña - 5/11/2008
Cinco millones 764 mil 986 cuidadanos con derecho al voto, han sido convocados para ejercer el sufragio el próximo viernes, 16 de mayo, como lo consagra la Constitución Dominicana.
De ese total el 97.31% ejercerá su derecho a elegir al Presidente y al vicepresidente de la República en el territorio de la República Dominicana, mientras que 150,797 votantes, un 2.69%, podrían ejercer sus derechos en el exterior, especialmente en España, Puerto Rico, Estados Unidos y algunos países europeos.
Ciento 54 municipios recibirán en 4,008 recintos que albergarán los 12 mil 995 colegios electorales dispersos por todo el territorio nacional. Todo, incluyendo los scanners, estarán listos para el proceso electoral y contar el resultado de los comicios. Entonces, ¿quién ganará?.
Un cruce de encuestas realizadas por Penn Schoen and Berland y la Gallup desde el año pasado han estado indicando consistentemente que el Presidente Leonel Fernández tiene una amplia delantera en la preferencia de los electores que le dieron un triunfo sin precedentes hace cuatro años cuando se enfrentó a la reelección del entonces Presidente Hipólito Mejía.
Mejía cometió el craso error de modificar la Constitución anti-reeleccionista creyendo que vencía de calle a Fernández. Pero ese paso produjo resistencia en su partido, como es el caso del licenciado Hatuey D’Camps que siempre abogó porque se matuvieran los postulados antirreleccionistas del Partido Reolucinario Dominicano y de su líder histórico el doctor José Francisco Peña Gómez. Resultado: Izó la bandera antirreccionista sin ningún resultado positivo para su causa despojando al PRD de una de sus más emblemáticas banderas de lucha: El antireeleccionismo.
Y que curiosidad. La no reelección fue introducida por el PRD así como la doble vuelta electoral también propuesta por el doctor Peña Gomez. Ambas innovaciones han sido vitales para la vida política del doctor Fernández ya que el mecanismo de la segunda vuelta fue lo que le dio el triunfo en el 1996 y ahora, la modificación del presidente Mejía le abre las puertas en esta oportunidad a su continuidad en el poder. En política a veces no se sabe para quién se trabaja.
Ahora Leonel aspira a lo que no pudo lograr su predecesor. Es decir, ganar una reelección presidencial. Será el único que hasta ahora logre tal hazaña sin incurrir en las triquiñuelas y la violencia que se vivió en los famosos doce años y en los últimos diez del caudillo reformista. El caso Narcisazo es una prueba al canto.
El reto ahora es si Leonel se impone en la prueba del viernes o se le obliga a una segunda vuelta electoral. Es cierto que hay denuncias de todo tipo en contra de la administración peledeísta actual, pero nadie en su sano juicio echaría de lado la labor de recuperación económica ejecutada por el actual gobierno, aún cuando en las últimas semanas y como consecuencia de dos meteoros naturales, la carestía de la vida se ha hecho sentir con fuerza en el país.
Dependerá de la percepción del público si cree o no que es atribuible al gobierno la carestía de los combustibles (con petróleo a más de 120 dólares el barril y los fenómenos naturales que han azotado al país), o valora positivamnte la recuperación de la economía tras la hiperinflación que acogotó la economía nacional desde el 2003, cuando la divisa norteamericana rompió todos los records precedentes al llegar a la tragedia de cotizarse a más de 55 pesos por dólar.
El crecimiento del producto bruto interno y el acuerdo “stand-by” con el Fondo Monetario Internacional arrojan un saldo positivo en favor de la gestión gubernamental. A Fernández le ayuda, además, el obvio desgajamiento a su favor del Partido Reformista y una aparente anemia de la candidatura opositora más importante que es la del ingeniero Miguel Vargas Maldonado.
Al entrar la campaña electoral en su semana crucial no se ven indicios de opinión pública de que las tendencias reveladas por las encuestas más acreditadas puedan cambiar inusitadamente.
Personalmente creo que el Presidente Leonel Fernández logrará una clara victoria en estos comicios y que continuará por cuatro años más al frente de la Presidencia de la República.
La esperanza es que la sociedad dominicana y sus líderes politicos- inicien una vez terminadas estas elecciones tan costosas al país- un proceso de perfeccionamiento de las campañas electorales tan anticipadas y se apliquen mecanismos que le den una nueva dimension a nuestras justas electorales en donde el pueblo llano ejerza con más plenitud sus opciones politicas.
Es lógico aspirar a un perfeccionamiento moral de nuestra vida institucional, pero con el concurso sincero de todos y con instituciones que sirvan sin dobleces a los intereses de la ley y la equidad. Si bien hay mucho por hacer, se debe comenzar sin desmayo tan pronto termine este proceso electoral, para no estar repitiendo las mismas cosas en el 2010 y en el 2012.
Mientras tanto, dadas las actuales circunstancias, creemos y aspiramos a que Leonel siga.
http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=58342
Cinco millones 764 mil 986 cuidadanos con derecho al voto, han sido convocados para ejercer el sufragio el próximo viernes, 16 de mayo, como lo consagra la Constitución Dominicana.
De ese total el 97.31% ejercerá su derecho a elegir al Presidente y al vicepresidente de la República en el territorio de la República Dominicana, mientras que 150,797 votantes, un 2.69%, podrían ejercer sus derechos en el exterior, especialmente en España, Puerto Rico, Estados Unidos y algunos países europeos.
Ciento 54 municipios recibirán en 4,008 recintos que albergarán los 12 mil 995 colegios electorales dispersos por todo el territorio nacional. Todo, incluyendo los scanners, estarán listos para el proceso electoral y contar el resultado de los comicios. Entonces, ¿quién ganará?.
Un cruce de encuestas realizadas por Penn Schoen and Berland y la Gallup desde el año pasado han estado indicando consistentemente que el Presidente Leonel Fernández tiene una amplia delantera en la preferencia de los electores que le dieron un triunfo sin precedentes hace cuatro años cuando se enfrentó a la reelección del entonces Presidente Hipólito Mejía.
Mejía cometió el craso error de modificar la Constitución anti-reeleccionista creyendo que vencía de calle a Fernández. Pero ese paso produjo resistencia en su partido, como es el caso del licenciado Hatuey D’Camps que siempre abogó porque se matuvieran los postulados antirreleccionistas del Partido Reolucinario Dominicano y de su líder histórico el doctor José Francisco Peña Gómez. Resultado: Izó la bandera antirreccionista sin ningún resultado positivo para su causa despojando al PRD de una de sus más emblemáticas banderas de lucha: El antireeleccionismo.
Y que curiosidad. La no reelección fue introducida por el PRD así como la doble vuelta electoral también propuesta por el doctor Peña Gomez. Ambas innovaciones han sido vitales para la vida política del doctor Fernández ya que el mecanismo de la segunda vuelta fue lo que le dio el triunfo en el 1996 y ahora, la modificación del presidente Mejía le abre las puertas en esta oportunidad a su continuidad en el poder. En política a veces no se sabe para quién se trabaja.
Ahora Leonel aspira a lo que no pudo lograr su predecesor. Es decir, ganar una reelección presidencial. Será el único que hasta ahora logre tal hazaña sin incurrir en las triquiñuelas y la violencia que se vivió en los famosos doce años y en los últimos diez del caudillo reformista. El caso Narcisazo es una prueba al canto.
El reto ahora es si Leonel se impone en la prueba del viernes o se le obliga a una segunda vuelta electoral. Es cierto que hay denuncias de todo tipo en contra de la administración peledeísta actual, pero nadie en su sano juicio echaría de lado la labor de recuperación económica ejecutada por el actual gobierno, aún cuando en las últimas semanas y como consecuencia de dos meteoros naturales, la carestía de la vida se ha hecho sentir con fuerza en el país.
Dependerá de la percepción del público si cree o no que es atribuible al gobierno la carestía de los combustibles (con petróleo a más de 120 dólares el barril y los fenómenos naturales que han azotado al país), o valora positivamnte la recuperación de la economía tras la hiperinflación que acogotó la economía nacional desde el 2003, cuando la divisa norteamericana rompió todos los records precedentes al llegar a la tragedia de cotizarse a más de 55 pesos por dólar.
El crecimiento del producto bruto interno y el acuerdo “stand-by” con el Fondo Monetario Internacional arrojan un saldo positivo en favor de la gestión gubernamental. A Fernández le ayuda, además, el obvio desgajamiento a su favor del Partido Reformista y una aparente anemia de la candidatura opositora más importante que es la del ingeniero Miguel Vargas Maldonado.
Al entrar la campaña electoral en su semana crucial no se ven indicios de opinión pública de que las tendencias reveladas por las encuestas más acreditadas puedan cambiar inusitadamente.
Personalmente creo que el Presidente Leonel Fernández logrará una clara victoria en estos comicios y que continuará por cuatro años más al frente de la Presidencia de la República.
La esperanza es que la sociedad dominicana y sus líderes politicos- inicien una vez terminadas estas elecciones tan costosas al país- un proceso de perfeccionamiento de las campañas electorales tan anticipadas y se apliquen mecanismos que le den una nueva dimension a nuestras justas electorales en donde el pueblo llano ejerza con más plenitud sus opciones politicas.
Es lógico aspirar a un perfeccionamiento moral de nuestra vida institucional, pero con el concurso sincero de todos y con instituciones que sirvan sin dobleces a los intereses de la ley y la equidad. Si bien hay mucho por hacer, se debe comenzar sin desmayo tan pronto termine este proceso electoral, para no estar repitiendo las mismas cosas en el 2010 y en el 2012.
Mientras tanto, dadas las actuales circunstancias, creemos y aspiramos a que Leonel siga.
http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=58342
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