Vinicio A. Castillo Semán
El pasado viernes, en un Wikileaks (cable secreto de la Embajada Americana al Departamento de Estado) publicado por el diario Hoy, el Embajador Hans Hertell hace ponderaciones sobre las menciones de Hipólito Mejía en la investigación del Caso Quirino y la llegada al país de los fiscales estadounidenses que han llevado el caso del ex Capitán del Ejército, quien confesó haber exportado 32 toneladas de cocaína (más de 70,000 libras) a los Estados Unidos, en un proceso cuyo juicio no se ha llevado a cabo y donde la mayoría de las piezas de la investigación levantada por los fiscales se encuentran vedadas al conocimiento público luego de transcurrir 7 años.
El cable de la Embajada Norteamericana al Departamento de Estado No.34627 del 14 de junio del 2005 contiene la siguiente información sobre la posible implicación de Hipólito Mejía en el caso de Quirino Paulino Castillo en la fase primaria de la investigación: “No se tiene información sobre una formulación de cargo contra el expresidente Mejía. Entendemos que en esta etapa del caso no hay suficiente información para justificar una acusación por parte de EUA contra Mejía.” Lo que el embajador Hertell no dice en su cable al Departamento de Estado, es que los fiscales del Caso Quirino no sólo estuvieron reunidos con el Procurador General de la República y el Fiscal del Distrito, sino que convocaron (a petición de ellos) a mi padre, Dr.
Marino Vinicio Castillo, a una reunión de más de cuatro horas, en la sede de la Embajada Norteamericana, con el interés de recabar información sobre las pruebas judiciales que surgieron en ocasión del proceso que por supuesta difamación e injuria persiguiera el pepehachista Hernani Salazar en contra del Dr. Castillo (del que fue descargado), con relación al padrinazgo político y militar que gozó Quirino en el período 2000-2004.
Los fiscales norteamericanos fueron puestos en conocimiento de la declaración bajo fe de juramento del exSecretario de las Fuerzas Armadas José Miguel Soto Jiménez ante la juez Esther Agelán Casasnovas, en las que éste indicó que le llevó al entonces Presidente Mejía la cancelación de Paulino Castillo por ser un individuo que tenía todos los indicios de estar dedicado a actividades ilícitas. Soto planteó al tribunal que llegó a tramitar la cancelación de Quirino bajo el entendido de que no habría ningún inconveniente para su petición de cancelación, lo que no ocurrió, ya que Mejía le hizo echar para atrás la misma y le advirtió que se alejara de esa investigación, puesto que en lo adelante él supuestamente se ocuparía personalmente de la misma con el DNI y la DNCD.
Los fiscales del Caso Quirino fueron informados debidamente de cuál fue el comportamiento de Mejía después de aquella conversación con quien era el Secretario de las Fuerzas Armadas y sobre todo de los hechos siguientes: 1) Cómo ese oficial fue juramentado por el cuñado de Hipólito Mejía, Sergio Grullón, entonces Secretario de la Presidencia, como Jefe de Campaña en Elías Piña del proyecto reeleccionista de Mejía, siendo un oficial del ejército.
2) Cómo con la oposición del Secretario de las Fuerzas Armadas y el Estado Mayor Conjunto de ésta, se ordenó la construcción de una pista militar en las inmediaciones de la finca de Quirino en Elías Piña, con una dotación de 16 miembros de la FAD.
3) Cómo Quirino Paulino Castillo adquirió del exCoronel Pepe Goico, mediante una transacción en efectivo realizada en la Primera Brigada del Ejército, un helicóptero que servía en la escolta presidencial y que estaba a nombre del señor Niño López, asistente del señor Hernani Salazar.
4) Cómo después de ser traspasado ese helicóptero al capo Quirino Paulino Castillo, permaneció en un hangar de la Base Aérea de San Isidro, al lado de el del Presidente de la República, piloteado por altos oficiales de la FAD; y 5) Cómo Hipólito Mejía, antes de irse del poder el 16 de agosto de 2004, ascendió a Capitán a Quirino Paulino Castillo.
Todas esas pruebas certificadas judicialmente le fueron solicitadas por los fiscales al Dr. Marino Vinicio Castillo en aquella reunión de cuatro horas en la Embajada Norteamericana, de la que Hertell, a sabiendas de su ocurrencia, no reportó ni una palabra al Departamento de Estado. Tan pronto terminó esa reunión con el Dr. Castillo, al llegar a nuestra oficina de abogados mi padre me entregó una tarjeta de un oficial de contacto de la Embajada Norteamericana al cual debía entregarle los documentos que avalaban las pruebas antes indicadas.
Inmediatamente me dispuse a llamar al oficial encargado, quien me citó extrañamente a verlo y llevar esos documentos, no a la Embajada Norteamericana, sino al parqueo del Teatro Nacional, a donde acudí a cumplir la misión que se me había encomendado.
Para sorpresa nuestra, pasados muchos meses después, a través de oficina de abogados norteamericana, nos enteramos de que los documentos antes mencionados enviados a los fiscales federales norteamericanos por el Dr.
Castillo, no llegaron a su destino por la vía de la Embajada Norteamericana servida por el canchanchán de Hipólito, el boricua Hans Hertell , y tuvieron que ser enviados de forma directa a los jefes de la investigación, que al día de hoy permanece abierta, sin juicio y con la mayoría de las pruebas vedadas al conocimiento público.
El cable de Wikileaks publicado sobre este caso de Quirino vuelve a poner en evidencia cómo el Embajador Hertell cubría las espaldas de todo lo que pudiera afectar a Hipólito Mejía en la investigación del caso más grande de tráfico internacional de drogas que se haya conocido en República Dominicana y Estados Unidos.
http://www.listin.com.do/puntos-de-vista/2011/10/2/205763/El-Wikileaks-de-Quirino
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