Decía Noel Claraso “Que el hombre digno de compasión, es el que carece de la fuerza interior que se llama voluntad. Los campeones de la misma consiguen todo lo que quieren: Solo la voluntad de no derrumbarnos, consigue que jamás nos derrumbemos”. Señor presidente Fernández, usted, en política, ha sido el ejemplo del siglo XXI más relevante ¿Por qué? Porque gustándole tanto dicha ciencia que busca el poder para servirle a su pueblo, cuenta con una recia cultura en la materia, que también es ciencia y siendo descubierto ya joven por un gran equipo de compañeros de mucha formación. El candidato don Leonel Fernández lo he calificado como el fenómeno del momento y maduró precipitadamente, sorprendiendo a muchos, pero a nosotros nos ha sorprendido. Lo que me ha sorprendido ha sido la recuperación del país en los aspectos cardinales.
Hay que ser apasionado y no conocer la política, que es una guerra sin bala, para no ver que don Leonel impulsa un proyecto de nación que, con justicia busca penetrar en todos los sectores.
Ahora, como nunca, conocer la problemática mundial y nacional, y mas que todo, estar tan comprometidos como lo está el presidente Fernández. A beneficio de inventarios, ganaríamos aprovechándolo. Además, ese perfil arropando jóvenes y viejos, con su enorme capacidad que ya tiene, garantiza como nadie a todos, para lo que hay que seguir haciendo en el país.
Como no son muchos los que leen, sé como se impresionaron los que participaron en el último encuentro de Fernández ante la Cámara Americana de Comercio. ¿Analizamos las promesas que ofreció don Leonel? Dijo que aprovecharíamos la crisis mundial para lograr oportunidades, y las áreas sobran; pidió al hermano pueblo Estados Unidos que abra sus reservas de petróleo para influir en que bajen el precio del mismo y tremenda propuesta a un país amigo y socio mayor comercial que tenemos; propone el señalado pacto de desarrollo; prometió seguir reduciendo la pobreza y creando nuevos empleos; todo lo que signifique educación, empleo, salud, el Seguro Familiar, Transporte, el problema eléctrico; prometió que para el 2012 habrá mas de tres millones de dominicanos afiliados al Seguro de Salud, convertir el Banco Agrícola en Banco de Fomento; profundizar el cuidado del medio ambiente, y alternativas para mantener la economía en crecimiento y controlar la inflación; dijo que no habrá más reformas fiscales ni impuestos nuevos; que no haya déficit fiscal, entre otras novedades. ¿Nos imaginamos las perspectivas?
Nuestro apoyo, que ofrecimos a Fernández desde el Proyecto Presidencial Reformista que dirige don Carlos Morales, sin condiciones, sin regalos mercuriales, lo reitero, nos complace porque creo en la inteligencia y la modernidad. Demasiado habíamos sufrido cuando dimos el paso con el ingeniero Francisco Aquino y nuestras familias y equipos de trabajo. Lo hice después que me confesé con el tiempo y mi conciencia en largos estudios del paso que daba y me convenció el joven carismático y de prendas que no se compran ni se venden. Excúsenme este detalle, pero don Leonel maduró y es él mismo quien se obliga a no fallar.
Ahora mismo, Francisco Aquino y nuestro equipo de trabajo recorremos los municipios haciendo nuevos nidos; en apoyo al candidato Fernández, y nos propusimos formar cinco mil nidos junto a mi larga familia y reiteramos algo que sorprenderá si nuestro país no pierde el juicio y analiza.
Aparte de dichos nidos, asistimos a los actos. Este fin de semana estuvimos por el Cibao y terminamos el lunes en Hato Mayor, donde nunca habíamos visto tanto entusiasmo. En una esquina nos paramos a ver el interminable desfile y cuando Fernández nos vio, ordenó parar la caravana. Mis acompañantes quedaron estupefactos con el detalle, ya de noche y el ángel de este joven político, cual Balaguer en su tiempo y el profesor Bosch. Andábamos Aquino, el Banquero Columba; el Lic. Ulises Fernández, Pedro Guerra; Marta Dominici la de Rojo Vivo. En definitiva, si su cuerpo de compañeros sigue ayudando a don Leonel y los 14 partidos que lo apoyamos, seguirá aglutinando sectores como otro fenómeno mundial, si no aparecen mezquinos y envidiosos de los que dañan amigos, partidos y hasta gobiernos.
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